El evento es considerado el desastre natural más grave ocurrido en el territorio gaúcho en los últimos 40 años, con 27 muertos en Río Grande do Sul y otro en el vecino estado de Santa Catarina (sur).
Leite informó que viajará a las regiones afectadas junto a ministros del Gobierno, y que está actuando para que las Fuerzas Armadas liberen lo antes posible aeronaves para el rescate.
Según el balance emitido por la Defensa Civil en la tarde del 5 de septiembre, en Rio Grande do Sul hay más de 52.000 personas afectadas por el ciclón. Las inundaciones y deslizamientos de tierra obligaron a desalojar a más de 3.000 personas de forma preventiva, mientras que 1.650 perdieron su casa.