Según Indepaz, Quiñonez se destacó por su labor en el tejido comunitario campesino, compuesto por 63 familias que residen en 35 viviendas productivas construidas bajo el concepto de bioconstrucción. Informes preliminares revelan que la víctima se había opuesto a un proceso por despojo de tierras y había denunciado amenazas.
En medio de la investigación, la autoridades han señalado que Elio tenía antecedentes por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes y extorsión. La Defensoría ya había emitido una alerta temprana para líderes y defensores de derechos humanos en Cali, subrayando el peligro al que están expuestos.
En Cali, grupos armados como el ELN, el Frente Jaime Martínez de las disidencias de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) y bandas delincuenciales ejercen su influencia constante y amenazante. Con el asesinato de Elio Arley Quiñones, el número de líderes asesinados en lo que va del 2024 se eleva a 65.