Un reciente informe de la Universidad Siglo 21, titulado «Prosperidad en Argentina 2024«, revela que, a pesar de una ligera percepción de mejora, un 63,8% de los argentinos considera que sus ingresos no son suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
Aunque el 52,4% de los encuestados afirma que su situación económica mejoró en comparación con el año anterior, la falta de poder adquisitivo continúa siendo un problema en un contexto de crisis económica y desconfianza hacia las instituciones.
El documento hace una radiografía completa de la percepción que tienen los argentinos sobre su calidad de vida y la estabilidad de sus entornos sociales, económicos y políticos.
Abarca una muestra representativa de 1.050 personas en diversas ciudades del país. A través de seis indicadores clave propuestos por el Human Flourish Program de la Universidad de Harvard, se evaluaron aspectos como bienestar, apoyo social, estabilidad económica, calidad de gobierno, y percepción de justicia y equidad.
Un sistema en el que muchos no confían
Uno de los puntos más críticos del informe es la percepción negativa sobre la justicia y la equidad en el país, publicó Forbes Argentina. El 58,2% de los encuestados considera que el sistema judicial argentino no combate adecuadamente la corrupción y un 53,1% expresa directamente su falta de confianza en el sistema judicial en general.
Esta falta de confianza hacia la justicia y las instituciones muestra una de las mayores brechas en la percepción de los argentinos, con una diferencia negativa de 16,4 puntos entre percepciones positivas y negativas.
«La desconfianza en la justicia refleja un obstáculo estructural para el desarrollo inclusivo,» indica el informe, que enfatiza cómo la percepción de desigualdad y falta de acceso equitativo a la justicia afecta la cohesión social y limita las oportunidades de crecimiento para sectores vulnerables.
Calidad de gobierno: una visión ambivalente
La percepción sobre la calidad de gobierno muestra cierta división entre los argentinos. Aunque el 51,6% de los encuestados valora positivamente la representación de sus opiniones en las políticas gubernamentales y el 53,4% reconoce los esfuerzos del gobierno por proteger y promover la democracia, el 47,9% de los participantes en el estudio considera que la gestión de políticas públicas no es transparente.
Este contraste revela una ambivalencia en la percepción de los argentinos respecto a sus instituciones políticas, donde aunque hay una valoración positiva sobre algunos aspectos del gobierno, persiste una visión crítica sobre la transparencia en la gestión pública. Según el informe, una visión favorable de la calidad gubernamental es elemental para la estabilidad y progreso social, pero esta valoración aún se ve afectada por problemas de transparencia en la gestión de los recursos y las políticas públicas.
Apoyo social y bienestar
En cuanto al apoyo social, el 54% de los argentinos expresa sentirse satisfecho con la ayuda que recibe de familiares, amigos y otros miembros de su círculo cercano en tiempos de dificultad. Este respaldo social se volvió fundamental en un contexto de crisis económica, donde las redes de apoyo son esenciales para sobrellevar las adversidades cotidianas.
La influencia de la edad y el género
El informe también destaca diferencias importantes en la percepción de prosperidad según la edad. Los más jóvenes, entre 18 y 30 años, tienden a tener una visión más positiva en aspectos como bienestar, estabilidad económica y apoyo social. Contrariamente, los grupos de mayor edad (51-60 años y más de 60) reportan los niveles más bajos de satisfacción y bienestar.
El análisis revela que las percepciones sobre estabilidad económica y calidad de vida varían según el género. Los hombres presentan una percepción más favorable sobre su estabilidad económica y material (53,6%) en comparación con las mujeres (46,4%). En términos de apoyo social, las mujeres expresan una percepción más positiva sobre el respaldo que reciben de sus redes de apoyo en comparación con los hombres (55,5% frente a 44,5%).
"Para alcanzar un estado de prosperidad integral, es esencial que se aborden estas disparidades mediante estrategias y políticas que prioricen la equidad, la inclusión y el bienestar intergeneracional," concluye el estudio. En última instancia, el avance de Argentina hacia una sociedad más justa y próspera dependerá de su capacidad para implementar políticas que promuevan la igualdad y eliminen los obstáculos estructurales que limitan el desarrollo de amplios sectores de la población.