Han transcurrido 18 años de la salida del portal o página web Aporrea. Ese es un hecho de real importancia y trascendencia dentro de esa categoría informática, que surge con mucha fortaleza con la Revolución Bolivariana, que es la llamada ‘Prensa Alternativa’, nombre asumido para diferenciarla de la prensa tradicional burguesa –impresa, radial, televisiva–, por el carácter contestatario, irreverente, antimperialista, netamente revolucionario.
Aporrea, como ocurre en los procesos dialécticos, ha evolucionado como medio informativo y de opinión, cambiado su formato, mejorado en sus 18 años. Corresponde a sus directivos hacer un trabajo estadístico donde se destaquen, por ejemplo, el listado de los articulistas por años, el nombre de sus trabajos de opinión, el compendio de las lecturas que tuvieron; cuántos artículos de opinión se han publicado en los 18 años de vida y cuáles los más leídos, etc., etc.
No sé cuál es la metodología que utilizan los camaradas de Aporrea, para medir el nivel de interés por el Portal. La cuantificación de las lecturas de cada trabajo, por supuesto que es un indicador válido, pero no suficiente. Hay articulistas de indiscutible arraigo político/periodístico y cuyos trabajos son leídos y seguidos por muchos lectores, hay otros que han sido consecuentes estos años, y hay otros que tempranamente se han retirado.
Aporrea es una página fundamentalmente política y por tanto su contenido, el de la mayoría de los trabajos, es el de la opinión política de sus columnistas. El portal ha sufrido cambios en los últimos años, se podrían ubicar esos cambios a partir de la muerte del Comandante Hugo Chávez, donde los colaboradores adversos al modelo político revolucionario imperante, han sido críticos y hasta hiper críticos al gobierno, con posiciones abiertamente de derecha, en algunos momentos de los últimos años han ido ganando presencia, lo que ha producido que muchos y muy buenos colaboradores se hayan ido retirando, lo que me parece errado, pero el hecho en sí, a mi juicio, le ha restado fuerza a la Página que ha perdido parte de su prestigio, de muchos de sus lectores y seguidores, teniendo que replantearse, entonces, llegar a un relativamente nuevo universo de lectores.
Yo tengo 18 años publicando en Aporrea, diríase que ininterrumpidamente. En todo ese tiempo me han publicado 551 artículos de opinión, desde el 9 de noviembre de 2002 que apareció el primer trabajo, al 27 de febrero de 2020 donde se publicó el enviado en esa fecha. Esos trabajos han sido leídos por miles de personas que se identifican con mis análisis y mi estilo redaccional. Eso me ha llevado a la idea de agrupar en unos 12 ó 14 tomos esos trabajos, ensayos, reportajes y artículos por años.
"Dios concede el triunfo a la constancia", decía el Libertador Simón Bolívar.
No sólo se refería a los hechos bélicos que debían prepararse con paciencia para que fueran exitosos, sino a toda obra o proyecto emprendidos por hombres o mujeres, que requieren dedicación, paciencia, astucia a veces, constancia como bien lo señala el Libertador en su reflexión. Escribir es un arte, y escribir trabajos de opinión requiere un manejo acertado del lenguaje, un dominio de la sintaxis y la prosodia que cautive y atrape al lector o la lectora en el tema que está tratando. Escribir de política no es fácil, si lo sabré.
En nuestro caso lo que más se acierta es lo referente a la constancia en la actividad periodísticas, por eso en el caso de portal Aporrea me han sido publicados, como señalé, en 18 años (2002/2020) la significativa cifra de 551 trabajos de opinión y ensayos sobre los tópicos de la política nacional e internacional, cultura, denuncias, información, análisis, ensayos, lo que evidencia que nuestro periodismo ha sido constante como actividad profesional y allí está un acumulado que estimo de gran valor para los investigadores, que pueden leerlos en el compendio de cada autor que tiene acertadamente Aporrea.
Hay que reconocer que sostener un medio como Aporrea no es fácil, y eso en sí mismo es un mérito. La página es amplia, respeta las opiniones, al publicar trabajos de izquierda y de derecha, y es una tribuna que a mi juicio no debe abandonarse. Yo no pienso hacerlo, como tampoco ponerla frente a un paredón para dispararle a matar, porque publique voces críticas al gobierno y al proceso revolucionario, en todo caso que se abra el debate, y los camaradas columnistas de izquierda rebatan o desenmascaren las posiciones de derecha, las falsas actitudes, las mentiras y las intrigas. El día que los directivos de Aporrea sesguen, mutilen o dejen de darle cabida a los voceros y opinadores del movimiento revolucionario, estará claro que ya esa no es una tribuna del pueblo, pero, creo, esa no es la situación actual.
Aporrea llega a sus 18 años con una carga indiscutible de consecuencia periodística alternativa, sus aportes están allí, donde la carga del periodismo revolucionario, pesa más que cualquier otro, y sigue siendo una gran trinchera de lucha contra la burguesía y el imperialismo yanqui, nuestros principales enemigos como pueblo y como nación.