Aporrea: un prisma sobre la construcción revolucionaria venezolana

Martes, 16/05/2023 04:05 PM

El convulso año 2002 en Venezuela fue crítico para Chávez y su gobierno, pero también para las fuerzas revolucionarias, el pueblo trabajador y las masas, en general. Encarna esa crisis, de una parte, la ruptura del control de la derecha sobre los medios de comunicación. Ello permitió formas inéditas en la libertad de expresión popular y alternativa. En 2002 nació Aporrea como espacio para la vida política.

Por otro lado, las ardientes y no pocas veces irreconciliables diferencias político ideológicas en la dirección de la lucha obrera, ocasionaron una división profunda del movimiento sindical venezolano entre 2002 y 2003. Y, como no podía ser de otro modo, desde entonces y hasta hoy Aporrea ha sido un escenario para el debate público de las ideas que tienen diversos sectores de la izquierda venezolana sobre el papel de la clase obrera en estos tiempos.

Como un referente indiscutible de este trozo de la historia política venezolana que va desde su fundación en 2002 hasta la fecha, Aporrea es un banco de datos que permite refrescar la memoria acerca de las posiciones expresadas por diferentes voceros partidistas del país y un apuntador de primer orden sobre las luchas populares y de la clase trabajadora. Una especie de un antes y un después Chávez, con todo lo que ello implica.

Capítulo aparte merece destacar la creciente sensibilidad de Aporrea hacia la defensa y promoción de los derechos humanos, en el contexto de su progresividad y universalidad. Por ello, Aporrea es una vitrina que permite ver y analizar las tensiones que dentro del gobierno del PSUV se han presentado en torno a este tema. Demás estaría recordar, aunque no deja de ser oportuno, que los derechos humanos son incómodos para la mayoría de los estados, independientemente del signo ideológico de su gobierno.

Consultar Aporrea es ineludible como fuente general de datos económicos, políticos, sociales en el periodo. Pero si se tratara de una investigación sobre las contradicciones en la dirección revolucionaria venezolana entre 2002 y 2023, recurrir a Aporrea es inevitable, ya que reúne las características de fuente primaria, con datos que pueden recopilarse, compararse y analizarse. Un estudio de esta naturaleza podría arrojar interesantes resultados y posiblemente contribuiría a explicar la ansiedad que le produce al poder del PSUV la crítica, la libertad de expresión, la voz del pueblo, la verdad.

Quienes nos formamos en la lucha social y en el ejercicio de la huelga, tragando gas del bueno, sufrimos persecución en la cuarta por ser de izquierda y padecimos hostigamiento en la quinta por no practicar la genuflexión al autoritarismo, vemos en Aporrea esa plataforma comunicacional que hace posible reflexionar en voz alta y desde la izquierda revolucionaria, sobre la crisis de Venezuela.

El bloqueo de Aporrea expresa el miedo del poder y es que Aporrea no le pertenece al PSUV, ni a Chávez y mucho menos al gobierno de Maduro. Hace mucho tiempo que en Venezuela no es dominante el gobierno a pesar que controla instituciones, negocios y se relaciona internacionalmente. La dialéctica de la dominación, recordando a los clásicos, indica que la superestructura no expresa los intereses del pueblo, ni la opinión y vida propia de los sectores revolucionarios venezolanos y, mucho menos a la clase obrera. Para ésta última  Aporrea es una plataforma en movimiento, permeable cada vez más a la diversidad de sus luchas. Por ello, en este nuevo cumpleaños, parafraseo a Rosa Luxemburgo para felicitar a Aporrea desde Galicia, agradeciendo el espacio que me ha brindado como autora, a partir 2022: “quien no se mueve, no nota sus cadenas”. Con fortuna Aporrea no se está quieta.

Sigamos moviendo consciencia, teclas y palabras, videos y datos. Salud a APORREA!!!

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