La Comunicación en tiempos de Revolución
“La mayor parte de los medios de comunicación privados del mundo, pertenecen a élites que sólo defienden sus intereses y utilizan sus recursos como poderosos cañones de artillería contra la verdad”.
Hugo Rafael Chávez Frías (Miraflores, 7 de marzo de 2006)
Nuevamente Venezuela es sede de un encuentro internacional para debatir temas de actualidad y de gran importancia para el futuro de los pueblos de América Latina y del mundo, así como para el afianzamiento de sus procesos de liberación.
Desde este lunes 2 de diciembre se dan cita, en la capital de nuestro país, Caracas, representantes de más de 37 países del mundo y un centenar de delegados por medios de comunicación comunitarios y alternativos, así como también investigadores y representantes de institutos de investigación en el área de la comunicación.
Acontecimientos que se han venido suscitando en varios países de nuestra Patria Grande también han despertado el interés de los pueblos para analizar y enfrentar las estrategias que el imperio norteamericano y las derechas del mundo, han establecido para detener el avance de los movimientos progresistas y revolucionarios que han despertado en esta parte de la humanidad.
En Venezuela con la llegada de la Revolución Bolivariana y el irrumpir del Comandante Hugo Chávez, como líder indiscutible de un proceso revolucionario a imagen y semejanza de la tierra de Bolívar, el accionar de los medios de comunicación como instrumentos de la oligarquía y de las grandes trasnacionales mediáticas del mundo entraron acción.
Las estrategias del imperio se han ido perfeccionando y aunado a ellas, la acción más eficiente e inmediata de los nuevos medios de comunicación, soportados por las nuevas tecnologías satelitales y electrónicas, han entrado en acción en la mayoría de los casos con nefastos y depredadores efectos sobre los Estados Nación y los gobiernos que tratan de proteger a sus pueblos.
En la mayoría de los casos, su acción ha sido probada de manera positiva y han logrado frenar el avance de corrientes progresistas y revolucionarias; cosa que se ha expresado en la defenestración de sus líderes (caso Evo en Bolivia, Lula en Brasil y Correa en Ecuador) satanizados por campañas inducidas a través de los medios tradicionales de comunicación y en especial - en los últimos años - a través de los nuevos protagonistas como lo son las redes sociales y el internet.
La cita de Caracas la consideramos muy importante, no sólo por la cantidad y calidad de los participantes en el Congreso Internacional de la Comunicación: ¡Ahora hablan los pueblos!, sino porque su interés vital está en la oportunidad y en la importancia que tiene el tema de la comunicación en la actual coyuntura geopolítica que vive América Latina.
Si bien sabemos el tema es muy amplio y variado, la dinámica y el desarrollo del Congreso de Caracas - estamos seguros - nos traerá una luz apropiada y muy oportuna, para comprender la realidad que acosa hoy a los Estados progresistas y revolucionarios del Sur y las posibles salidas, que podamos encontrar en una acertada Planificación Estratégica de la Comunicación.
Muchos son los métodos que se pueden aplicar a la hora del debate y las conclusiones de las mesas de trabajo del Congreso Internacional de la Comunicación.
Si bien - estamos seguros - surgirán diversos puntos de vista sobre los errores cometidos y las fallas que han generado reveses en algunos Gobiernos de estados progresistas de América Latina, también es cierto que surgirán respuestas acertadas.
Las mismas deben estar orientadas a corregir errores, apuntar con los medios más apropiados y los métodos más eficaces en el manejo de los mensajes, que contribuyan a apuntalar los procesos revolucionarios y a acompañar las políticas ejecutadas por los líderes progresistas y revolucionarios de América Latina.
Es cierto y resulta un hecho irrefutable que la realidad de cada país reúne características propias y métodos particulares para la búsqueda de respuestas y políticas propias en materia de comunicación.
Pero también es un hecho que muchas experiencias, si fueran acertadamente compartidas, pudieran haber tenido resultados positivos en el avance de los procesos revolucionarios de la región.
El carácter ideológico de muchos procesos en América Latina, por aquello del respeto a la autodeterminación de los pueblos, ha sido un freno para respuestas acertadas a las acciones del capitalismo sobre algunos procesos iniciados en los últimos años en América Latina.
Casos como el de Bolivia ponen al descubierto que en muchas ocasiones, este respeto por la realidad de cada país, deja a un lado la solidaridad revolucionaria, la cual a veces debe hacerse presente con mayor efectividad y esto vale, especialmente, para los procesos de comunicación que deben ser reforzados y efectivos.
El caso cubano con Fidel a la cabeza, ha sido y sigue siendo una luz y un faro poderoso de referencia para el avance de los procesos de comunicación de los pueblos revolucionarios de América Latina y del mundo.
Otro ejemplo podríamos citar en nuestro país con la acertada estrategia de comunicación del Comandante Hugo Chávez, quien rompió los parámetros convencionales y transcendió a los medios comunitarios de nuestro país, los cuales consideramos deben ser reivindicados y apoyados por el Estado venezolano, especialmente en nuestras zonas fronterizas. (Casos que deben ser revisados con atención)
Estamos seguros que habrá mucho debate sobre la repercusión que han tenido los medios modernos como el internet y las redes sociales, en los últimos procesos políticos de la Patria Grande.
La derecha y el imperialismo norteamericano y europeo saben muy bien para que se crearon los medios de comunicación y el fin y el objetivo que se puede lograr con su efectivo manejo, sobre todo en los pueblos para dominarlos.
El avance de las tecnologías en el campo de la comunicación y el perfeccionamiento de los métodos para su uso, han sido muy acertados por parte de las clases dominantes y de las poderosas trasnacionales como mecanismos de dominación.
La famosa frase del Ché “no podemos construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo” hoy sigue vigente. Yo pienso que nos hemos quedado frenados, en muchas ocasiones, para poder avanzar por la falta de dientes en el engranaje y por utilizar los métodos mellados como nuestras armas, con las cuales queremos avanzar y enfrentar al enemigo.
El capitalismo y su mayor expresión representada por el imperialismo norteamericano, hoy actúa – como siempre – con sus armas bien afiladas. Las melladas nos las deja a nosotros para que nos matemos unos con otros y para que nos destruyamos o no avancemos en nuestros procesos revolucionarios.
El mejor ejemplo está en los medios de comunicación. Si bien hoy se utilizan las redes y el internet para obtener mayor información sobre nuestros pueblos, también se establecen estrategias muy acertadas para atacarnos.
El imperialismo es dueño de sus plataformas y sistemas y es a través de estas redes y modernos sistemas que nos domina. Por eso hoy, más que nunca, deben ser utilizados por nuestro pueblo de manera acertada para su defensa.
Si ellos utilizan laboratorios y centros de investigación en sus universidades, centros de control y salas situacionales para afilar sus ataques; en nuestro caso, debemos avanzar en esta dirección y perfeccionar nuestros métodos de acción, para la búsqueda de una perfecta organización y de respuestas más efectivas contra el capitalismo.
El Congreso Internacional de la Comunicación que se realiza en Caracas debe convertirse en un laboratorio actualizado de respuestas oportunas y de análisis acertado para frenar los ataques del imperialismo.
Debemos destruir su máquina destructora la cual hoy está en manos de los cipayos e impostores, quienes son utilizados como títeres en los pueblos progresistas y revolucionarios del mundo.
Igualmente es necesario estar alerta y vigilantes porque “en rio revuelto ganancia de pescadores” y, estamos seguros, que también puede existir mucho “quinta columna” en el Congreso Internacional de la Comunicación: ¡Ahora hablan los pueblos!
Ya es hora de que aprendamos de las derrotas y por esos sostenemos: - para el capitalismo “ni tantico así”…
¡Amanecerá y veremos!
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