Por mucho que EE UU y el capitalismo hagan para salir como sea de los gobiernos socialistas bolivarianos, que llevan casi 21 años dirigiendo a Venezuela, hay periodistas de esa nación norteña en nuestro continente, que apartando su obvia preferencia por el modelo de la democracia en la potencia mundial, procuran ejercer la comunicación social de manera más inteligente y veraz, investigando lo que sucede en cualquier parte del mundo.
"Washington Post" el más antiguo diario de la capital de Estados Unidos, dedica calificativos positivos como "astuto" y "exuberante", al Presidente de Venezuela Nicolás Alejandro Maduro Moros, reconociendo su reiterada disposición al diálogo, en condiciones de respeto e igualdad con el gobierno de los Estados Unidos. En los años setenta ese diario inició la salida del poder de Richard Nixon, con revelaciones del caso "Watergate", hoy el periódico reconoce la fuerza y liderazgo de Maduro Moros.
La entrevista de The Washington Post al Presidente Constitucional venezolano aplica un duro golpe desde las cercanías de La Casa Blanca, a las intenciones mezquinas y anti democráticas del desesperado Presidente estadounidense, que afronta en el Congreso en Washington una acusación muy seria por su negativo desempeño, y que podría obligarlo a abandonar el cargo en el cual tiene una popularidad altamente disminuida, fruto de sus inconveniencias verbales y actitudes bélicas peligrosísimas.
El redactor admite claramente que "Maduro tiene el control de Venezuela", realidad diametralmente opuesta a la que intentan colocar internacionalmente medios aliados a la derecha mundial y regional, según tuve el gusto de leer en el portal La Iguana. Justo cuando Colombia es sede de la "Cumbre" antiterrorista y se ataca a Venezuela con multiplicidad de fake news, más de 3 mil 300 personas tuvieron que abandonar sus viviendas desde inicios de año nuevo en el suroeste colombiano, por enfrentamientos entre grupos armados ilegales, guerra civil que no le preocupa al Presidente Duque y los perros de la guerra, vendedores de armas obsesionados con Venezuela.