Comunicación, Política y Covid19

Sábado, 27/06/2020 03:51 PM

La Comunicación Social es una vocación fascinante, trabajo que llena de conciencia cuando se hace con Humanidad, es una labor que requiere de riesgos, sacrificios, comprensión, responsabilidad y fundamentalmente de Valentía y Ética en tiempos dónde defender la verdad puede resultar incómodo tanto para quienes mantienen la Hegemonía corporativa de la información como para la población sujeta a los prejuicios impuestos por el sistema de propaganda imperialista global.

La verdad es una y es un deber ser objetivos y objetivas al informar, precisos al describir los hechos, y apasionados en su difusión. Mientras, la libertad que tenemos para defender el derecho a la expresión no debe hallarnos indiferentes ante quienes con débiles argumentos, A Todas Luces, intenten despojar a cualquiera del derecho a construir, mediante las diversas formas de comunicarnos, una nueva forma de relacionarnos y de transformar la sociedad.

Hoy, conocemos informes que alertan del atentado a la Salud a consecuencia de intoxicación por informaciones falsas y recomiendan disminuir el uso de algunas herramientas que nos articulan.

Contradictoriamente, no son solo las informaciones lo que generan transtornos en el ser humano y a la sociedad en su conjunto, es la indiferencia ante las injusticias, es la reproducción de modelos que promueven y consolidan la descomposición social, son esos silencios que atormentan a quienes sufren de las miserias consecuencia las desigualdades sociales: explotación, impunidad, violencia, hambre, muerte.

No son las denuncias lo que genera una mala gestión, no son las campañas exigiendo justicia, transparencia, lo que daña el sistema de justicia, ni las publicaciones del aumento de violencia de género lo que acarrean más femicidios en todas partes, como tampoco la defensa al campesino, trabajadores y niñas lo que imponen el bloqueo imperialista, la falta de alimentos, hambre o pandemia. Son las formas de como concebimos y actuamos frente al mundo y sus élites, si dejamos o no, que el mundo enfermo por los valores virales del sistema capitalista nos arrastre con furia hasta molernos hasta intentar borrarnos como seres humanos dignos y con garantías en nuestros derechos universales.

Ser sujetos de transformación social es la tarea más difícil hoy de un periodista que asuma los ideales de justicia para una humanidad sin Clases por todos los caminos. ¡Feliz día!

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