Tengo días rumiando yo sola toda la indignación, coraje, depresión, que me produce el robo descarado que le aplican a Venezuela desde varios frentes. Empezó con Citgo, Monómeros, los ahorros de la nación depositados en bancos del exterior y ¿ahora? Las toneladas de oro que la más rica y rancia monarquía mundial nos pretende robar. Sin olvidar, creo que todavía mucho más grave, el peligro latente, muy grave, de intentar, aprovechando esta situación de vulnerabilidad por los ataques continuos de una parte del mundo, robar nuestro Esequibo.
En realidad, no entiendo cómo han pasado tantos años, desde 1966 y el acuerdo de Ginebra, sin que Venezuela haya podido recuperar lo que es suyo. En la cuarta república podría haber ocurrido, pero ¿desde que llegó Chávez? Recuerdo en algún momento un presidente de la Guyana que se mostraba amigo. ¿No era ahí el mejor momento de atacar? Por supuesto, con las leyes, la historia, los acuerdos. Es probable que con tanta guerra interna por la que pasó la revolución, no hubo tiempo para reparar estos entuertos históricos. ¿Qué opinan los eruditos?
Y me doy cuenta, así como seguramente ustedes, que, desde hace varios años, si no me equivoco desde que llegó Trump a la presidencia de Estados Unidos, ya la maldad no se oculta, así como tampoco los malos deseos de apropiarse de Venezuela, abiertamente, sin tapujo, decretando, antes de que Obama finalizara su segundo período, por ejemplo, que somos, Venezuela es, una amenaza extraordinaria e inusual.
Y todo se destapó, sin pudores, ni sonrojos. Antes, en los primeros años de la Revolución, había que hacer grandes esfuerzos por explicar lo que estaba oculto, las verdaderas intenciones del imperio. Y Chávez lo hacía siempre, exponiendo, alertando. Lo hacían los programas chavistas, Mario Silva, pero también muy egregiamente Pérez Pirela en Cayendo y Corriendo.
Por cierto, ¿ustedes entienden porque una persona tan preparada como Pérez Pirela, seguida incluso por opositores (que queremos conquistar), no está en la plataforma televisa? Desde que se fue DIRECTV he debido adiestrarme con you tube para seguir a Venezolana de Televisión in vivo, pero también Desde Donde Sea, con Pérez Pirela. Siempre muy claro, explícito, agudo, perspicaz. Ah, menos los viernes donde se dedica a clases de filosofía y al final a declamar como todo un poeta. Pero poeta que el viernes pasado se comió un mango en directo, chorreando por la cara su jugo. ¡Qué pérdida de glamour!
Como siempre, me he dispersado, pues debo contarles porque el título de este artículo. La insultante felicitación de Google hoy, Día de la Independencia de nuestra querida Venezuela, es indignante. Y observamos la conjunción de los factores malignos del planeta que unen esfuerzos para destrozar la revolución, matar a Maduro (Dios lo guarde) eliminar el chavismo, y apropiarse nuevamente de nuestros valiosos recursos naturales. Y ¿cómo el mundo tolera, como los venezolanos toleramos, que una tal Vanessa Neumann, escriba un tweet deseando la muerte de un Presidente?
Recuerdo que el famoso Elton Jhon inició una campaña para que nadie en el planeta comprase la ropa producida por los famosos diseñadores Dolce y Gabbana, por haberse manifestado en contra la adopción gay y la maternidad subrogada. Todos ellos son gays. Fue un boicot exitoso y los diseñadores tuvieron que pedir disculpas. ¿Acaso no podríamos hacer algo semejante?
Son las mismas disculpas que yo, como venezolana, espero de la Unión Europea, así como la eliminación de las absurdas sanciones que aplicaron. Sanciones que lesionan nuestra soberanía.
Y respeto la decisión de Nicolás Maduro, estoy segura que será buscando el bien, la mejor salida, la neutralización de la canalla que se prestó para todo lo que nos está aconteciendo. Pero aun teniendo nacionalidad italiana, les confieso que me encantó la dignidad de nuestro Presidente de expulsar a esa embajadora europea de Venezuela.
Hacen falta noches de insomnio, muchas tormentas de ideas, otras diferentes estrategias para hacernos respetar en este mundo desbocado, destapado, descubierto, miserable, que sin ningún honor pretende retrotraernos a otros siglos, los de la piratería y el poder de la fuerza bruta, como decía muy bien el canciller Arreaza.
Estoy segura de que ustedes coincidirán conmigo, lo de Google, justo el día de nuestra Independencia, con su doodle de hoy, ¡NO SE AGUANTA! Luchemos por nuestra plena soberanía, hagamos algo entre todos para evitar este desastre que camina delante de nuestros ojos.
¡El Sol de Venezuela nace en el Esequibo!