Empecé a ver el programa Desde Donde Sea, cuando en plena cuarentena, DIRECTV nos quitó a los venezolanos la posibilidad de ver televisión por cable. Así comencé a conocer you tube y me topé con Pérez Pirela y su programa. Por supuesto ¡le di click! Lo conocía desde su programa en el canal 8, Cayendo y Corriendo, que se trasmitía cada noche, luego en algún momento, pasó a cuatro veces semanales, tres y hasta que un buen día, el filósofo maracucho decidió no tolerar más irrespetos a su trabajo y formación. Esto último lo deduzco yo pues unas semanas antes de cerrar definitivamente con la pantalla de televisión, se le interrumpía su programa a cada rato, muchos de los días en que salía al aire, pocas veces por información importante del gobierno bolivariano, pero muchas otras que podían ser evitadas y pasadas a otra hora, sin necesidad de cortar abruptamente el programa, impidiendo que finalizara.
Imagino que con todo el trabajo que daba la preparación de cada salida al aire, esas interrupciones tan frecuentes, causaban una sensación de frustración, no sólo a Pérez Pirela, sino a todo su equipo. Pues fue inevitable negar su disponibilidad futura.
Fue una lástima: Pérez Pirela tenía un programa que revisaba concienzudamente los aconteceres en un país como el nuestro, en guerra constante, en resistencia perenne, en defensa de nuestra soberanía. Nadie como él para ilustrar lo que verdaderamente estaba aconteciendo detrás de cada noticia. No sólo por su altísima preparación como filósofo con varios doctorados en Europa, sino por su extraordinaria gestualidad, expresividad, y pasión, dotes histriónicas que debe traer desde cuando fue un niño de los Cantores del Zulia, lo cual lo favoreció, entre muchos otros, con la beca para viajar a seguir cursos universitarios en Roma.
También fue muy lamentable pues era uno de los pocos, o el único, programas que interpelaban a chavistas, opositores y nini. Siendo trasmitido por el canal 8, canal estatal, lo veían muchos opositores, y desde ahí, todos, también chavistas y ninis, nos orientábamos con seriedad sobre el panorama político y social que nos rodeaba. En algún momento fui muy crítica a su postura y así lo expuse cuando acusaba al Gobierno de haber perdido unas elecciones, por manejarse con un simple cambio de sillas, al remover ministros que no funcionaban.
Después de eso, su programa Desde Donde Sea, en el canal de you tube con La IguanaTV, sigue trasmitiendo y regalando esa vocación genial para informar sin aburrimiento, sin que nunca ni de lejos haya parecido, un soso programa de contenido político.
Pero es que ése Desde Donde Sea, que pensaba su autor sería referido al lugar desde donde trasmitiría sus investigaciones, se convirtió en un Desde Donde Sea de los fieles oyentes, dispersos en todo el mundo, que lo acompañan, noche tras noche, a las 7, apareciendo por las pantallas de nuestras computadoras, sin interrupciones de ningún tipo, como no sean las raras y ocasionales, de falta de internet y mala conexión. Que por cierto algunos de los compañeros del chat, con suspicacia, atribuyen al sabotaje del canal.
Y gracias al chat que acompaña este interesante programa, podemos entender que muchos lo seguimos desde distintos lugares de Venezuela, pero también de la Patria Grande, Colombia, Brasil Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, de Centroamérica, de ambos extremos de los Estados Unidos, Canadá, desde varios países de Europa, hasta de Australia, África, Asia, y ¡oh, sorpresa! hasta un venezolano desde las islas Seychelles que nos saluda.
Desde Donde Sea es un programa informativo que se apoya en un minucioso y preciso trabajo de investigación. Nos plantea de los varios conflictos y situaciones geopolíticas que suceden en Venezuela y en otros lugares. Nos abre los ojos y la mente en cuanto casi siempre se trata de contenido no disponible por los grandes canales que monopolizan la verdad a su gusto y criterio, defendiendo al imperialismo, y al gran capital que representan.
Desde Donde Sea desenmascara a los portadores de la falsedad y maldad alrededor del mundo, pero siempre haciendo énfasis en nuestra realidad latinoamericana.
¿Qué me les parece? Es una pregunta preciosa que Pérez Pirela nos hace con frecuencia, incluyéndonos a todos sus oyentes como parte esencial de su humanidad e intelecto. Nos abraza de esta manera, haciéndonos partícipes de sus angustias, de sus verdades, de los asombros que compartimos al conocer lo que otros seres humanos, agrupados y respaldados por las trasnacionales, (incluso de la droga), ya sin alguna careta ni escrúpulos, son capaces de realizar.
Y por si toda esta maravilla fuese poco, el último día de la semana, en Desde Donde Sea, se estudia filosofía, para entender la vida, el mundo, la historia, las situaciones y el origen del bien y del mal. Para tener bases profundas que nos ayudarán a comprender lo que está sucediendo en la humanidad, destruyéndose bajo este estado catastrófico de cosas, salpicadas y acentuadas con la pandemia, que no todos comprenden, pues no se vislumbra posibilidad de rectificación alguna.
Dulcis in fundo, nuestro Miguel Ángel Pérez Pirela también es poeta y declama haciéndose acompañar con música de jazz por su Maestro Manuel Barrios, igualmente compañero del chat.
Tal vez justo por todo esto, este interesante programa es muy seguido por emigrantes venezolanos dispersos en el mundo. Para ellos debe de representar el hilo comunicacional con su país de origen, divertido, real, certero, que los mantiene, nostálgicamente atados, a sus raíces. Y así no dudan en usar el chat para exprimirse, e incluso pedirle, ansiosos, que interceda por ellos en el regreso, con los vuelos del plan Vuelta a la Patria.
Y Miguel Ángel Pérez Pirela debiera acoger este papel que le piden, casi con desesperación. Aprovechar su figura mediática, juvenil, asociada al chavismo bueno, respetuoso del Gobierno actual, usar sus influencias y sus virtudes para apoyar a esta población que muchos deseamos regrese. El mismo filósofo los anima a regresar contándole que estamos trabajando para ello, para tener un país vivible, donde se puedan disfrutar de todos sus encantos y oportunidades.
Desde Donde Sea, es un programa necesario, ameno, verdadero, que nos muestra la cruda realidad aconteciendo en nuestro planeta, con énfasis en nuestro Continente. Sólo nos queda la esperanza que todo ese significativo conocimiento que recibimos, pueda traducirse, no sólo en sentimientos y emociones (que ya lo hace), sino también en soluciones concretas que aporten y contribuyan a la paz mundial y al amor entre todos los seres humanos.