Parece ser que todo en la vida es posible que, hasta lo que pensamos en nuestra juventud se nos da en la vejez (según Goethe) -¿por bien o por mal?- eso depende de lo que hayamos pensado, que lo más posible es por nuestro bien de ser alguien y, lo más seguro que Vladimir haya tenido sus inquietudes de ser un gran periodista sin imitar a nadie y más metido en ese laberinto de ser o no ser comunista que con ambos jugó y le fue bien que no debe quejarse, aunque haya dejado en algún momento de ser honesto supo jugar con el chavismo de Chávez y sacarle el máximo provecho y, después cambiar de opinión como si nada, y más en esta Venezuela que todo se vale.
Pareciera que para él sus mejores tiempo pasaron, porque, Vladimir a la 1 en Globovisión pasó de largo y las entrevistas que eran su pasatiempo favorito para deshuesar oportunidades en contra del gobierno de Maduro como objetivo periodístico, tiene mucho que decir en ese baile de nunca acabar de un pasito para adelante y un pasito para atrás, que quedará muy pronto en el olvido y, remover lo que no se quiere olvidar, pareciera injusto, pero cada quien en lo suyo y, la política como que agota y deja mucho tiempo para el descanso. Los ejemplos sobran, aunque con sus excepciones.
Recordemos que Globovisión en otras manos llegó a ser el canal más opositor y destructor del gobierno de Chávez en todos los aspectos emocionales fueron inclemente y apoyados en su ánimo de ayudar a sacarlo de la presidencia jugaron con todas las cartas posibles y fallaron para luego ser vendido que le dio la oportunidad a Vladimir de entrar por la puerta grande de la comunicación de hacer oposición como quería y, ahora nos suelta quizás, con cierta tristeza evaporado de emoción que:
"Hace dos años salí de Globovisión contra mi voluntad. El canal fue sometido a presiones por parte del gobierno nacional, estuve seis meses fuera del aire y volví. Sin embargo debo confesar que mi regreso se hizo en condiciones difíciles. Siempre pensé que era una decisión errada, pero mantuve mi compromiso con la audiencia".
Es decir, lo sacaron del canal y seis meses después volvió a cumplir con las condiciones expuestas y como estaba entregado a ese medio y podía hacer lo que quería -a lo mejor sí, a lo mejor no- pero el aceptó quizás no como otro Vladimir. ¿Se pervirtió, cambió su modo de actuar, qué pasó? Pero, pasó, y ahora sale por renuncia ¿con la frente en alto? O medio aturdido, algo lo hirió y no aguantó, pero la vida continúa y Maduro también, se dice que en el camino se emparejan las cargas.
Ahora nos comunica que algo hay que hacer y, "pensando en la necesidad de hacer una reingeniería de su planteamiento comunicacional." Es decir, no sale a quedarse tranquilo, ni a darse la gran vida, ni le da por pensar que, no sabiendo que quien confronta a su familia le va mal, aunque no hay mal que por bien no venga, aunque lo más probable -según él- es "tomarse un respiro", que posible es pudiéramos pensar que, hace rato estaba fastidiando a la su audiencia con más de lo mismo del mismo embutido y bueno sería que repase el principio de Peter y si piensa cambiar que se remonte bien alto y que critique todo lo malo sin mirar a quien.
Y él parece que tiene bien claro como lo dijo que, "existen condiciones en el país que hacen que uno se canse un poco, del ambiente no pleno de libertades para hacer el trabajo que se quiere hacer con la mayor calidad a la audiencia." Bueno el pataleo en este país todavía no se ha perdido y, él más que nadie conoce el ambiente, lo que pasa que pareciera ser que la política como que no le encaja bien que, estuvo con Chávez y se alejó de él y, jamás ha dicho por qué, ¿acaso no lo dejaron hacer su trabajo?
Ahora bien como lo afirma: "Básicamente es una decisión que yo venía postergando hace mucho tiempo", aunque según él como lo precisó: "no es una decisión que tomo motivado por algún episodio en particular, sino que digamos que es un acumulado de situaciones." Bueno pajarito, que tarde piaste. Pero Vladimir a la 1 se acabó y a llorar al Valle.