El fantasma de la libertad. La libertad individual no existe, a menos que sea con un compromiso con o frente a nuestros semejantes o con o frente a la naturaleza. Nadie es libre dentro de una cueva, necesita la cueva. San Antonio el eremita nunca fue libre de sus tentaciones, de sus fantasías. La libertad individual que pregona el liberalismo es una forma de tiranía ideológica, lo cual sus teóricos niegan que exista, que existe una "ideología" en el universo metafísico del liberalismo. Para ellos la libertad individual es "anterior" a toda historia, a la humanidad, flota en el éter, a ellos solo les tocó descubrirla. Y, por supuesto, la descubrieron, pero luego de haberla inventado.
¿Por qué el pensamiento liberal es muy inferior al capitalismo? El capitalismo se impone solo, no necesita de fundamentos teóricos sólidos, solo mentir; la verdad que no necesita de tanques pensantes, de filósofos, porque estos siempre han estado a la zaga de los acontecimientos políticos; no atinan con el futuro, a menos que sea con lo obvio. Es el caso del señor Vargas Llosa vaticinando derrotas políticas en Latinoamérica. Para ellos es fácil calcular una crisis capitalista, sin embargo no es tan sencillo calcular una revolución social, o la aparición de líderes sociales capaces de conmover al planeta.
Ellos los llaman "déspotas": "Ganó Gustavo Petro en Colombia, enarbolando banderas de izquierda. Pero en su nombre, pregonando revoluciones que traería la justicia social y el progreso, se han impuesto las dictaduras más retrógradas y primitivas, negadoras de las conquistas más importantes de la humanidad. Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega y muchos otros déspotas se retratan aquí." https://www.elnacional.com/author/col-hgarcialarralde/, dicho todo esto sin pensar seriamente en el despotismo.
El liberalismo es una forma de despotismo y no se dan cuenta porque forman parte de él, no hay peor déspota que un esclavo manso; el liberalismo como fundamento coloca lo que debe ir adelante atrás, es peor que el evangelio de Pablo…, pero los dos esconden sus intenciones tiránicas, uno detrás de la libertad y el otro detrás de Dios y la iglesia.
Decía Bolívar, que Los Estados Unidos parecen estar destinados por la providencia a plagar de miseria a la América en nombre de la libertad. Pero Bolívar era un hombre de acción, no un diletante a sueldo por el capitalismo, no fue un John Locke o Kant, Rousseau o Popper. Bolívar sabía que la libertad estaba asociada a la voluntad de los pueblos, se conquista, está asociada a la justicia social, a la libertad política y la libertad de la esclavitud en el trabajo, a la educación, a la igualdad "establecida y practicada", lo que resulta un mal ejemplo para enfrentar a los liberales, que consideran a Friedrich Hayek su auténtico libertador.
"La democracia liberal pregona la igualdad de oportunidades para todos, lo que supone leyes y un Estado de Derecho que la aseguren.", dice uno de sus pregoneros, pero lo que no dice es que tales leyes y derechos no caen del cielo, que son inventos de la clase social dominante, que la democracia liberal es burguesa y producto de su historia, no sale de la nada, no es "anterior" a la conciencia humana. Por eso un personaje como Simón Bolívar (o Chávez, o Fidel, etc.) puede ser tan molesto para el liberalismo, porque son hombres de acción que han hecho historia, historia humana, leyes humanas, no han "descubierto" la historia natural o leyes naturales de los hombres.
Marx predijo el fenómeno de la acumulación del capital. Ahora es incuestionable e inocultable. Los liberales solo pueden predecir crisis del sistema financiero y capitalista, …hasta que el mundo se les venga encima y los aplaste.
El 27 de febrero de 1989 nadie calculó el estallido social de Caracas, su intensidad y su descontrol, la ruptura social de las normas, de la ley burguesa. Los capitalistas, los liberales, los empresarios, representados en FEDECÁMARAS (no el gobierno) decretaron asustados de más, un aumento de sueldo general de 2000 bolívares, o algo parecido, descomunal aquel año comparado con los pequeños aumentos que se acordaban cada año dentro de la famosa "alianza social" de la tripartita. No se lo esperaron. Y nunca van a poder calcular la reacción social ante la tiranía de la democracia burguesa y similares, porque ésta se sale de su lógica metafísica, plana, tonta y para tontos. La norma burguesa es precaria delante de las necesidades y demandas humanas.
El 4 de febrero de 1992 pasó lo mismo con Chávez y su victoria electoral de 1999. El "tirano" los tomó a todos desprevenidos, no pudieron imponer su tiranía metafísica, su libertad su democracia; manipularlo, engatusarlo; se les cayó la máscara a Miquelena, a Petkoff, a muchos pícaros… Aun así, tuvieron que matarlo para poder restaurar el pasado con Maduro y el madurismo; la tiranía de la "democracia burguesa" renovada, maquillada de socialismo.
Hoy, en un artículo del El Nacional "¿Cuánto vale una empresa del Estado?", se leen los buenos consejos de un ciudadano recomendando al gobierno en ¡cuánto debe venderse una empresa del Estado!, considerando los nuevos tiempos liberales y la intención franca y clara del gobierno en privatizar las empresas públicas. "El gobierno debe deshacerse de ellas como sea, regalarlas, si es posible"… y lo dice sin burla, sin amargura, de buena voluntad, para que haya una transición armoniosa hacia el capitalismo colonial, que, a las claras, es lo que busca hacer el gobierno (los únicos que no saben los que están haciendo son sus jefes, con una mente dislocada).
Dice Diosdado Cabello, «En el nuevo orden mundial, hay un gran beneficiado de ese nuevo cambio, que deben ser los pueblos, ya basta que el imperialismo siga imponiendo sus órdenes y sus caprichos en el mundo». Como se ve, el problema del mundo, según Diosdado, es el imperialismo, no es el capitalismo. Mi pregunta es ¿Cómo pueden separar a uno del otro? ¿Cómo pueden separar al capitalismo del despotismo, o de la injusticia? ¿Cómo pueden separar al capitalismo de las leyes, de sus normas y de la democracia burguesa, de su lógica? ¿Será que ellos también creen, como los liberales, que esas instituciones vienen dadas del más allá, que no tienen historia, que son un derecho divino? Hay algo de locura en todo esto, una conciencia perturbada.
¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!