La discusión se ha abierto en el ambiente político, no es nuevo, pero los sucesos recientes los han traído a la palestra nuevamente. Es una vieja discusión en diferentes países, en el caso del Reino Unido de Gran Bretaña, luego de los violentos sucesos en días recientes, la discusión volvió a tomar forma. Su impacto se sintió desmesuradamente en la opinión pública Británica.
SE hizo demasiada real la amenaza para el Reino, que hasta una declaración de pedir la extradición de Elon Musk apareció en el ambiente. Quien, tal parece, se ha creído con el derecho y el deber de interferir en asuntos internos de otros países. Por supuesto, una cosa es que interfiera en Venezuela y descargue su odio contra el Gobierno Venezolano, ya que este odio es compartido por algunas elites regionales y nacionales, algunos incluso aplauden su coraje. Y otra cosa es que interfiera con sus posiciones ultra derechistas en los sucesos Británicos. Como siempre. El doble standard.
Pero la verdad es que las redes sociales fueron el vehículo por donde se manejó la distribución del odio racial y creó las condiciones para lo que sucedió después. Tal como sucedió en Venezuela con mucha saña política. Por supuesto; los que se benefician de estas acciones, que no dudo de llamar "terroristas", no solo aplauden sino animan a que se incremente. He aquí lo Maquiavélico, en donde el fin justifica los medios.
Tal como sucederá en Reino Unido, en Venezuela se tomará medidas para contrarrestar esos efectos nocivos. Aunque la propaganda anti gobierno, como siempre, intentará hacer de esto una campaña de atentados a la libertad de expresión e información, aunque en otros países hagan lo mismo.
En Venezuela es quitarles un medio de influir en sus planes. Eso se espera.
El punto nodal, el pivote por donde se debe complementar la legislación que viene debe ser de manera inequívoca en el hecho de que Las redes sociales se han convertido (y han sustituido) en medios de comunicación, por lo tanto, los deberes y regulaciones de estos deben aplicarse a ellos también.
Crean contenidos, cuyos productores son "productores independientes" que monetizan sus canales (programas), se publicitan empresas y compañías de la misma manera como se publicitan en la televisión convencional. Y aunque los algoritmos hagan que se muestren contenidos según tu gusto; no es menos cierto que se te presentan otros contenidos que no tienen esas limitaciones algorítmicas y no guardan relación con tus gustos; así como las televisoras antes aplicaban la "regionalización" de la publicidad (en la radio sigue funcionando también) te insertaban publicidad que no has pedido ni has querido.
Son Medios de comunicación cuyos contenidos son distribuidos de manera diferente que los medios convencionales, pero en la realidad tienen el mismo fin. PUBLICITAR Y MERCANTILIZAR los contenidos. La diferencia está en que en vez de películas, novelas o shows; las redes crean contenidos más dinámicos, menos adornados y mayor cantidad.
Pero en esencia son lo mismo. NO solo en entretenimiento, sino también en información y noticias. Y como no responden a las regulaciones normales de los medios convencionales, se han desatado un sinfín de "informadores" que valiéndose de esta falencia, han convertido la información y las noticias en entretenimiento también.
"La veracidad y objetividad ya no es un umbral a alcanzar, sino un obstáculo a esquivar".
Por eso, el devenir de estas redes ha sido la transformación de las fuentes de entretenimiento e información. Por eso es más que importante que estas se regulen, ya que dar y recibir información depara responsabilidad. Crear contenidos para el entretenimiento tiene sus responsabilidades también, menos que brindar información, pero con las mismas limitaciones.
"Tiene que privar la máxima que no habrá censura previa, pero sí responsabilidad ulterior".
También, debe plasmarse la Máxima constitucional de "la primacía de la realidad", para contrarrestar el posible uso como medio de propaganda para torcer la realidad y tratar imponer otra. Y el derecho de mantener la paz social y hacer uso de ese derecho, suprimiendo al medio del espacio nacional. Podrá hacerlo fuera del país, pero no dentro.
Por una razón especial. Hasta ahora estas redes han actuado como entes supranacionales sin restricciones. Y se han aprovechado, precisamente, de este vacío legislativo para hacer a sus anchas.
Llegó la hora.
Joel Romero.