Contrariamente a lo que todos desde tiempos históricos esperaban que el desarrollo del conocimiento humano traería grandes beneficios a todos y disminución de las condiciones mas fuertes del trabajo en esta era, está pasando lo contrario al lograr el capitalismo en su etapa post imperialista o de imperialismo extremo, utilizar esos grandes adelantos específicamente de la informática y la comunicación en las cadenas mentales con las que atan a la sumisión y la pobreza a la mayor parte de la humanidad, mediante la manipulación de la información que esa misma humanidad consume.
La proliferación de las tecnologías de la información, especialmente internet y las redes sociales, ha facilitado la rápida difusión de noticias falsas, rumores y contenidos manipulados o transformados en su contenido e intención.
De esta manera la información moderna cumple objetivos diametralmente opuestos a lo que suponíamos sus designios; en vez de unirnos y unir las sociedades la comunicación las fragmenta; en vez de incrementar la confianza y la seguridad en las instituciones la disminuye, nos hace no creer en ellas; en vez acercarnos nos aleja polarizándonos, la comunicación actual en vez de sembrar paz, siembra discordia, los hombres en vez de ser hermanos los vuelve enemigos irreconciliables.
Todo gracias a la desinformación y a no reflejar la verdad o las verdades tal cual son, con sus soportes, sino que reflejan los intereses de personas, empresas o naciones.
De esta situación desinformativa se benefician un conjunto de actores siendo entre ellos los más destacados o los más activos los políticos imperialistas que buscan influir en elecciones, desestabilizar gobiernos o desacreditar a oponentes. Ellos se mancomunan con grupos económicos interesadas en proteger sus intereses aun en contra de sus países. Los países imperialistas usan ampliamente la desinformación como una herramienta de guerra híbrida para desestabilizar a sus adversarios y someter a países debilitados a su voluntad explotadora.
Lo preocupante de esta situación es que deja al contrincante en situación de indefensión por la velocidad de propagación que tienen estas noticias falsas ya que se viralizan, se difunden, con una gran rapidez, superando a menudo la verificación de los hechos.
La desinformación o las noticias falsas tienen un alcance global llegando a audiencias masivas en cuestión de minutos, trascendiendo fronteras e idiomas.
Se utiliza así la desinformación para la polarización de las sociedades ya que al dificultar el dialogo y el entendimiento entre los actores sociales o políticos dificulta el consenso entre ellos, llegando en casos extremos a hacerlos irreconciliables, tal como se ha hecho con la población de Ucrania contra Rusia.
Al igual que la información real la desinformación se difunde a través de diversas plataformas que son las que soportan todo el transito comunicacional en el mundo de hoy siendo villanos del mundo moderno. Plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok son canales principales donde se comparte información y también desinformación.
Estas plataformas permiten o propagan las propias, programas, videos tales como, cuentas falsas, a menudo creadas para parecer reales, pueden amplificar mensajes engañosos y generar la ilusión de consenso, imágenes y videos puede alterar el contexto o el contenido original, haciendo que parezcan auténticos, Clickbait, títulos sensacionalistas engañosos que atraen a los usuarios a hacer clic en enlaces que llevan a contenido poco fiable o engañoso, SEO y Algoritmos, la optimización para motores de búsqueda (SEO) puede ser utilizada para hacer que contenido engañoso aparezca en los primeros resultados de búsqueda, aumentando su visibilidad.
Así que podemos afirmar que vivimos en una era marcada por la desinformación y puedo afirmar que toda ese conocimiento científico, tecnológico, comunicacional de desinformación es usada preferentemente contra los esfuerzos de los pueblos que luchan como Venezuela por su autodeterminación e independencia.