Situaciones como la que acabamos de vivir con el intento de golpe de estado de las basuras Juan Guaidó y Leopoldo López o, mejor dicho, la desestabilización permanente en Venezuela, porque las acciones en contra del conductor de victorias, Nicolás Maduro Moros, son permanentes y generalmente de gran intensidad que devienen en una lluvia de hipótesis, rumores y mentiras.
Y no es fácil establecer de buenas a primera una premisa, cuando en un hecho como el que lamentablemente nos aconteció a todos los venezolanos, hay involucrados actores de la dimensión criminal del imperio gringo encabezado, actualmente, por un psicópata como Donald Trump, y una camada de traidores perversos, que forman parte de la oposición venezolana, principalmente de los grupos terroristas Voluntad Popular y Primero Justicia, quienes constantemente están innovando sus métodos y estrategias delictivas.
Ahora, hay una versión que se dice a veces en serio, otras en broma, la cual tiene que ver con la posibilidad de que un rastrero como el delincuente Juan Guaidó engañe a los gringos, me refiero a Trump y a su combo de homicidas encargados ya directamente de liderar la desestabilización en Venezuela: Mike Pence, Mike Pompeo, John Bolton y Elliott Abrams.
De allí que me planteo estas interrogantes y me permito compartirlas con ustedes camarada lector, camarada lectora: ¿Creerán los gringos que el hampón Guaidó es un líder de verdad porque lo formaron ellos como terrorista y lo pregona la canalla mediática? ¿Creerán los gringos que esa gente que va a las concentraciones de Guaidó se siente representada en él? ¿Creerán los gringos realmente que esas personas que acuden a las marchas de Guaidó están dispuesta a dar la vida por él, como aquel 13 de Abril de 2002 cuando bajó el pueblo dispuesto a todo pidiendo el regreso del comandante Chávez?
No creo, aunque hicieran dudar porque Pence, Pompeo, Bolton y Abram en esta intentona golpista, desempeñaron púbicamente el papel de imbéciles; hombres expertos en invadir pueblos, matar, desmembrar mujeres niños y niñas, lanzar misiles, bombas atómicas, planificar y derrocar gobiernos y, en el desarrollo de los eventos terroristas en Venezuela, se dedicaron a la ridiculez de mentir mediante la canalla mediática internacional. Cuando la gente los imaginaba en un laboratorio, en una planificación macabra, minuciosa, novedosa, los tipos estaban de hablachentos, cayéndoles a coba a los periodistas.
De manera insólita, pretendían que les creyeran en Venezuela que Maduro se estaba preparando para salir del país, pero los rusos lo disuadieron, que tomaron la base militar de La Carlota, que el entorno de Maduro negociaba y apagaron los celulares, que estaban en conversaciones con el cobarde Leopoldo López, en fin…
Posiblemente, viendo la derrota tan estrepitosa, intentaron a última hora crear confusión y salvar algo del aplastante revés con burdas mentiras, de todas maneras, les comento algunas lecturas que me he hecho al respecto, por encima de las rivalidades que puedan haber surgido entre los facinerosos Leopoldo López y Juan Guaidó, sabemos que estos granujas por el dinero, el poder y el protagonismo, son capaces de matar hasta la madre; también sabemos que si se les convierten en un problema a los gringos, les bajan los pantalones y les propinas una pela a cada uno y les suspenden la Perrarina como acostumbran con todos sus arrastrados de Venezuela y del mundo.
La primera lectura es que no hay un solo gringo que crea en Guaidó; pienso que esos asesinos a pesar de lo criminales son imbéciles, pero no tanto, muchos menos Trump, Pence, Pompeo, Bolton y Abrams.
A mi juicio, esos bandidos sabían de antemano que el golpe de estado encabezado por Guaidó y López, era un fracaso, pero apostaron a que, por lo menos, un llamado de esos apátridas a la desobediencia, provocara algunos enfrenamientos entre la población civil o entre los miembros de nuestra gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que no derrocarían a Maduro, por supuesto, pero que les podría permitir actuar de inmediato y ganar algo de tiempo, para invadirnos con la excusa de frenar un mayor derramamiento de sangre.
Nunca se pasearon por la idea de llevarse esa mayúscula sorpresa, viendo que ese montón de gente que ven en las marchas de su mercenario Guaidó, no salió, y no salió porque en realidad no apoya a ese delincuente y menos los militares. Trato de explicarme mejor: imagino que Pence, Pompeo, Bolton, Abrams, saben que los bandoleros López y Guaidó son unos bates quebrados, pero no tanto como para quedar íngrimos y solos tan rápido en la peligrosa aventura. Necesitaban nada más que una llamita, y que va, apenas surgió una chispita, se las apagaron con un pequeño soplido de asmático. No tienen fuerza, no tiene calle, no tienen pueblo.
La segunda lectura que me formulo es que eso pudo haber sido una especie de globo de ensayo de los gringos, para medir, ver que tanto han avanzado en su plan golpista en Venezuela, total, ellos con los vendepatrias venezolanos no ponen los muertos ni el dinero; ahora financian sus acciones con los recursos que nos roban a nosotros mismos de la empresa Citgo. Y muertos generalmente caen los venezolanos que engañados acuden a sus perversas aventuras. Muy difícil cae un gringo.
Y en una tercera lectura no descarto que ante el desinfle evidente de Guaidó que no dejaba dudas de su fracaso en la marcha del 1 de Mayo, los gringos se lanzaran en este golpe de estado, buscando de alguna manera reflotarlo y direccionar las acciones en función de seguir adelante su conspiración. La basura de Guaidó se entrampó en las fechas del cese de usurpación y la gente progresivamente descubrió sus mentiras y se fue desencantando. Ramos Allup cuando llegó a la Asamblea Nacional también puso fecha, le dio al presidente Maduro tres meses en el poder y se secó. Y lo mismo le está ocurriendo al cobarde de Guaidó.
Así las cosas, los gringos siguen la batalla mediática mientras supongo que evalúan la situación; con el fin de continuar fomentando las amenazas, los rumores, las mentiras, las acusaciones, las intrigas en contra de nuestro conductor de victorias, pero aquí los seguimos esperando y los seguiremos derrotando como este martes 30 de abril, otro día histórico de triunfo para la revolución representada en nuestra grandiosa y bendita unión cívico militar.
Leopoldo López si no tengo dudas que estaba consciente de todo; sabía de la derrota, conoce la situación política en Venezuela y del escuálido apoyo a Guaidó pero, en realidad, él no tenía ningún problema, todo para él era ganancia, en último caso, derrotado, hizo lo que pienso tenía previsto hacer, huir a la embajada de España, uno de las misiones diplomática en Venezuela que sirven de madriguera de terroristas asesinos como la de todos los países que integran el Cartel de Lima y la Unión Europea, para en libertad decir que Guaidó es un pelele y el jefe es él, aunque nosotros también sabemos que el jefe es el que decidan los gringos, pero estos terroristas títeres son así de fanfarrones y bocones tanto como lo son de asesinos y criminales.