"El que paga para llegar, llega para robar". "Cuando un candidato invierte millones y millones en su campaña. No es un candidato es un empresario y como empresario cuando sea alcalde, sólo pensará en sacar lucro, provecho y en lo que menos pensará… será en la gente". Carlos Gaviria Díaz.
La mal llamada operación Libertad del 30A, ha alertado sobre el riesgo de investir como presidente al líder de Voluntad popular Juan Guaidó, porque demostró ese día que "no tiene ningún proyecto para Venezuela", practicó ese día una "ambigüedad táctica" que los analistas políticos militares no han podido descifrar, demostrando incompetencia, y dejando dudas sobre su actitud futura ante la crisis venezolana. La intervención de Juan Guaidó y Leopoldo López ese día, y que para resolver la grave crisis económica que vive la nación, dejó al desnudo de que el diputado, y auto proclamado, no está en condiciones de formar un gobierno estable, no tiene una idea de país, y es un riesgo peor para la economía, y la nación.
"No puede ser presidente porque no tiene el apoyo de los venezolanos, ya que no lo acompañaron ese día, además que no ha ganado unas elecciones nunca, y de no hablar claro durante estos meses de confrontación". Jerarcas del gobierno bolivariano dixit.
Al respecto, "tan pronto habla de la nación como un estado fallido, de una Venezuela desunida sin el derecho a decidir su destino, de la igualdad de los venezolanos, así como la necesidad de encaje de algunos, y querer cambiar la Constitución sin explicar claramente para qué".
Guaidó piensa que se puede ser ambiguo, pero a Venezuela no le conviene un presidente veleidoso, inconstante, que no habla claro porque sus planes cambian más que el mapa en reclamación de la Guayana Esequiba.
Por eso, hasta ahora no ha manifestado si va a pedir a la Fiscalía que retire las acusaciones contra los" miembros de su gabinete presos" y procesados por el Tribunal Supremo de Justicia "asumiendo posiciones" que le haga al presidente del TSJ, y a los constituyentes que apoyan estas detenciones.
Ya los pocos seguidores que le quedan, le han reclamado si piensa apoyar la intervención militar que le piden algunos.
Ya que en sus sucesivas réplicas Guaidó ha afeado al gobierno, y que no le hayan respondido con detenerlo, y de ahí las dudas sobre la posición que puede mantener en torno a Venezuela ante la ilusoria invasión.
Frente a la petición de dimisión que le ha realizado a Maduro este le ha respondido que quien debe dimitir de manera irrevocable, es el presidente auto nombrado por haber perdido la escaramuza del 30A.
Para Guaidó, se presume que su único objetivo es llegar al poder como sea, y una muestra clara de ello es su anuncio de que gobernaría con los presupuestos del Gobierno Bolivariano actual cuando antes le provocaban "urticaria". Ante esto, ha admitido que puede ser consecuencia de que alguno de sus posibles aliados que le apoyan se lo hayan exigido.
Ha usado en todo momento la ironía para señalar que ha sido la revolución bolivariana, a la cual ha criticado duramente por los derroches del Estado, donde ha dicho que se van a tener: "que comer sus paticas de cochino con frijoles, para verle la peorrera" sus críticas son un acertijo si prospera su autoproclamación.
Guaido ha acusado también a Maduro de camuflar sus intenciones porque logró desmantelar toda la tarea del Gobierno actual, y emprender el camino hacia la "ruina" de la que salió Venezuela rural hace 60 años, y de no convocar elecciones hasta que los sondeos mejoren si es que eso ocurre.
Para el presidente autoproclamado, los propósitos de Maduro en Venezuela se resumen a la regla de: "las tres D, desmantelamiento, demagogia y despilfarro".
Guaidó Pretende poner a Venezuela al servicio de su campaña electoral, no ha resaltado aun el contenido de su programa de gobierno, y si depende, o no depende de él, ya que por sus continuos errores tácticos pareciera sufrir de: "daltonismo político".
Guaidó ha reiterado que Maduro está intentando un chantaje con el lema: "Lealtad siempre, traidores nunca": y ha enumerado un sinnúmero de razones para rechazar que le convenga a Venezuela el que siga como presidente.
Así, ha destacado su "conducta irreflexiva" con la insípida exhibición militar del 30A, su "irresponsabilidad" al no medir las consecuencias de esa "exhibición" y sus continuos "ejercicios tenaces llenos de imprudencia, inoportunidad e indiferencia" para el pueblo venezolano.
Es imposible saber a qué atenerse con una persona indispuesta con sus continuos llamados a paralizar la vida pública, y poner al país al servicio de intereses no muy claros, ya que su estrategia militar deforma la realidad del Arte de la Guerra.
Y ha proseguido con su cadena de errores: "cuando deforma la realidad de la crisis venezolana para hacerse el indispensable, lo mismo cuando magnifica hasta el delirio la corrupción sin señalamientos precisos para fundamentar su iniciativa purificadora".
Necesita una gran grúa para poder presentarse como un Salvador con el Arpa, y ese es su Sísifo: fabricar un buena grúa, ha añadido antes de insistir con la cantaleta en que la detención del diputado Edgar Zambrano es una mera excusa para presentar sus continuos errores tácticos.
Una excusa que ha asegurado es que lo de Maduro es: "una gran dictadura", un "chantaje" y no va dirigida contra él, sino contra los militares que no lo apoyaron en la guachafita del 30A.
En consecuencia con todos sus argumentos, el presidente "Encargado" del Gobierno Bolivariano ha considerado que sería muy negativo para Venezuela que su comiquita militar del 30A no pudiera prosperar.