Los delirios de un usurpador

Viernes, 17/05/2019 08:07 AM

"La estupidez es una enfermedad extraordinaria,

no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás"

Voltaire

El paso del tiempo, va desesperando a todo aquel, que se mete en un callejón sin salida, y al tratar de regresar, o busca salvar el pellejo, es cuando se da cuenta en el tremendo problema en el cual se encuentra enredado. Algunos caen inocentemente, otros por dársela de avispados, y también existen los que son utilizados o se prestan, hasta convertirse en unos verdaderos títeres, pero al querer sobresalir se pasan del libreto, cayendo en unos disparates que espantan a cualquiera persona con cierto sentido del razonamiento, y hasta el titiritero se desconcierta, cuando ve algunas reacciones fuera del plan diseñado, para terminar cortándole la cabuya, a pesar de andar también con los mismos síntomas de la enfermedad.

Las últimas actuaciones del "INTERINO" no dejan duda de los desvaríos del personaje: pedir una intervención militar, no es cosa de juegos; terminó de evacuarse sin pañales, pero además tenemos que agregarle los pequeños toques de irracionalidad, donde nos dice a las clara que está perdiendo el control, cuando tranquilamente expresa, como si estuviera haciendo un comentario farandulero: "Iván Simonovis, fue liberado como parte de la operación Libertad. Recibió un indulto el 30 de abril que no fue ejecutado. Hoy está en justa libertad, aquí no habrá más presos políticos".

¿Quién le dio el indulto? ¿Por qué no se ejecutó? Lo que todo el mundo sabe, es que el pasado 30 de abril, día del fallido golpe de estado, dejó una verdadera estampida de traidores, revueltos con opositores, y todavía algunos no han parado la carrera; otros han aprovechado las influencias en algunas embajadas al servicio de los intereses del gobierno de Trump, y los que no han podido esconderse, o abandonaron el sitio de reclusión, donde pagaban sus cuentas pendientes con la justicia, están más perdido que el hijo de Lindbergh, como el que cree en los jugadores de juego de envite y azar, y le ofrecen algo; al final pierde hasta el modo de andar.

En lo que si estamos claro, es que el interino quiere parecerse a su protector del norte, hasta en las expresiones diarias totalmente fuera de la realidad, nos demuestra reacciones por demás incoherente. Son tantos los disparates en los cuales coinciden, que por ser precisamente unos absurdos, nos damos cuenta de estar frente a unos seres fieles defensores de las peligrosas sacudidas del imperialismo. Antes cualquier "cachazo" del Presidente estadounidense, el autoproclamado venezolano le sigue con serios arrebatos de un verdadero usurpador, para dejar escapar delirios de presidente, como una persona de mala bebida.

Los hechos recientes del 30 de abril, parece que terminaron de ayudar a sacar de sus cabales–si estaban viviendo ese sano momento– a muchos personajes, que no se atrevían a dar el paso definitivo–Ramos Allup– el reguero es tan impresionante, que los incitadores del gabinete de Trump (Pence; Pompeo, Bolton, y el "pepa asomado" de Marco Rubio) entraron en un profundo silencio, y ahora, al reaccionar se dan cuenta que no parece fácil volver a reunir a los lacayos criollos; ni siquiera invitándolos a la Casa Blanca, porque piensan que pueden regresar, como niños regañados.

Total el interino, no pega una, y se mantiene esperando otra fecha apropiada para embarcar a otros desesperados, que no faltan, porque la situación económica, él y su protector la han terminado de ponerla color de hormiga, con las medidas criminales, y de ñapa prohibieron los vuelos entre Estados Unidos y Venezuela. Lo único que falta, es que los opositores enfurecidos le echen la culpa a Maduro, causándole risas al autoproclamado, quien antes cualquier acción contra el gobierno, y el pueblo venezolana estalla en carcajadas, como lo hizo, cuando pusieron presos a unos ejemplos de solidaridad en la embajada de Venezuela en los Estados Unidos.

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