"Las mentiras se construyen,
las verdades se descubren"
Jorge Wagensberg
El que se monta en ruta equivocada, al darse cuenta es mucha la bulla que hace para que lo ayuden a detener el vehículo. Algunos terminan muy agobiados y desesperados; al bajarse quedan viendo para todos lados. En ese momento de agitación se encuentra el interino; ahora salió con una del fallecido Ex Presidente Jaime Lusinchi, cuando le hacían una entrevista relámpago, y lo único destacado en lo poco que le entendieron: "Tú a mí no me jodes"
La palabra –joder– tiene algunas definiciones muy contrarias a las usadas en los arrebatos descontrolados de muchas personas. La coincidencia en la expresión entre Lusinchi, y el interino, casi los une en el objetivo trazado–fidelidad al capitalismo, sumisión al imperialismo– pero los separa el tiempo, y además el punto de partida, como del cielo a la tierra: uno elegido en una votación popular; el otro autoproclamado en una tarima en plena vía pública, como un perfecto guasón. Al estilo de los vendedores ambulantes, quienes megáfonos en mano, aglutinan un número de transeúntes, curiosos, y algunos seguidores preparados para la función, y así terminan ofreciendo la mercancía de mala calidad, y en la mayoría de los casos adulterada.
Desde el mismo momento del autoproclamado salir a la escena; los medios publicitarios del capitalismo, lo exaltaron, con toda la sutileza empleada por las compañías cigarreras al promocionar sus productos; sabiendo que al pescar a los consumidores los convierten en unos adictos, aún, cuando estos saben que se están matando al inhalar por lo menos un cigarrillo al día. Es tanta la frustración del interino en sus últimas y escuálidas intervenciones en público, que al no despertar ningún interés, ahora lanzó casi un grito desesperado: "Nos quisieron engañar con un diálogo... no nos van a joder " *
¿Quién o quienes los quiere joder? Nadie lo estaba interrogando; pero los nervios en la mayoría de los casos traicionan, De ahora en adelante buscará tapar sus errores culpando a los contrarios. No sé, si la palabra utilizada en la escuálida concurrencia por los lados de Guatire; la cuna de uno de los que le abrieron las puertas al imperialismo: Rómulo Betancourt, es miedo después del fallido golpe estado del 30 de abril, o está disimulando otra descomunal cagada al pedir encarecidamente una intervención militar yanqui; aparte de las innumerables medidas criminales contra nuestro país, al no poder romper la resistencia antimperialista del pueblo venezolano. La solidaridad crece con el bravo ejercito bolivarinao–en la misma casa del imperio– mientras los traidores, y entregados balbucean en medio de sus propias contradicciones.