Cuesta abajo en su rodada, la OEA de Almagro y sus secuaces, al ratificar la presencia de Gustavo Tarre como representante de Venezuela ante ese foro continental, derrumba los cimientos legales de dicha organización y se burla de la institucionalidad de los Estados allí acreditados.
En ese orden de ideas, es menester dejar claro que no es Venezuela quien desestabiliza al devaluado foro continental, todo lo contrario, durante los últimos 20 años, nuestra cancillería revolucionaria hizo lo posible por "salvar" la buena praxis diplomática de dicha organización y en acto supremo de resistencia, mantuvo la membrecía del Estado Bolivariano, a pesar de los desmanes de sus directivas, las cuales, contrario a los objetivos de la carta fundacional de la OEA, "exterminaron cualquier posibilidad democrática institucional" al reconocer a un hombre y una parcialidad política golpista, como representante de la RBV, en contraposición a los designios legítimos de un Estado y un Gobierno que de pleno derecho, ejerce su autodeterminación.
Es importante destacar, que si bien Venezuela ya no es miembro de esa organización y por tanto no tenemos ningún representante, ni nada que nos ligue a ella; el devaluado órgano multilateral, no deja de ser un peligro para todas las naciones Americana, pues los excesos de poder auto adjudicados por su Secretario General y apoyados por gobiernos lacayos del imperio, son contrarios a la Paz en el Continente.
Por ese motivo, la delegación uruguaya ante la Organización de Estados Americanos, se retiró de la plenaria de la 49° Asamblea General y los representantes 10 naciones, manifestaron su rechazo a los actos antidemocráticos cometidos por dicha organización.
Pero el problema no es que tan descarado y arrastrado sea el Sr. Almagro y sus amigos, ante sus amos imperiales, sino lo que representa su nefasto ejercicio para el sano equilibrio político y paz social que requiere la región.
En esa OEA, al parecer poco importa lo que digan las naciones no alineadas al mando de EEUU, de allí su desgraciado papel en todas las agresiones sufridas en la región. Pues tal como la denomino el Comandante Fidel, ella no es un organismo multilateral, sino un Ministerio de Colonias, y por tanto, debe asegurar la preponderancia del poder hegemónico supremacista de los EEUU.
En su seno se expresa las injusticias y se conjura las detestables omisiones que de ordinario dispensan a los criminales acto cometidos por la derecha arrastrada que injuria, sacrifica y mata a sus pueblos para tributar los beneficios al poder imperial.
Salvo los líderes de los gobiernos progresistas de la región, los demás, son celosamente formados en los centros ideológicos norte americanos, donde en nombre de la "democracias y libertad" se les inocula el odio al pensamiento alternativo y al amor a su origen étnico, racial, político y religioso.
Así, a la "dirigencia militar" se le forma como esbirro y asesino en la Escuela de las Américas y en West Point, mientras que a la "burguesía" no nacionalista, improductiva y parasitaria; se le "educa" en Harvard, Yale, Princeton o Stanford y demás centros de control dogmático ideológico. Todo en nombre de la libertad pero en contra de quien se atreva a pensar distinto.
A los revolucionarios "La historia nos adsorberá" ojala a la derecha algún día le llegue la sensatez. Sigamos en Batalla, sigamos Juntos.