¡Ladies and gentleman, se acabó lo que se daba! Ahora que el compañero Trump acaba de botar a Bolton, nosotros tenemos que acostumbrarnos a que de un momento a otro bota también al alfeñique de 44 kilos que nos puso aquí en el país. Bolton, que nos alegró la vida con aquella carpeta donde se veía claramente el número de soldados, unos 5 mil, que venían dispuestos a salvarnos de las hordas chavistas, y uno entusiasmado, y ahora el hombre se secó, se fue, se fue, se fue, como acostumbran a decir los chavistas esos. Lo peor es que ahora el compañero Trump ni podrá escurrir el Bolton, porque lo botó, y ni siquiera se lo consultó a nuestro embajador Carlos –Dólares- Vecchio, quien está allá pendiente de seguir salvándonos de esta dictadura.
Ahora llegó el compañero Charlie Kupperman, que tiene un nombre de comiquita, como ese de Superman y Aquaman y Batman. Eso ayuda mucho a la hora de una invasión, no es lo mismo decir "allá viene Cupertino", que "allá viene Kupperman", esa vaina asusta al más arrecho. Ahora tenemos que empezar de nuevo a conocer a este cuarto hombre de seguridad que tiene el compañero Trump, porque ya a Bolton lo conocíamos tanto que parecía un hombre de la casa, hablaba más de Venezuela que nosotros mismos, un venezolano, pues, ahora se acabó, te juro que es cierto. Nosotros creemos que es una especie de segundo tiempo: sale Bolton y entra Kupperman.
Y ahora que estamos esperando la aplicación del Tiar, Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, es bueno decir qué quieren decir esas siglas, porque nuestro interino o alfeñique, la otra vez se equivocó cuando quiso decir qué significaban esas siglas. Nos dirán vendepatrias y apátridas, pero es lo que nos queda, porque ya las opciones que estaban sobre la mesa como que se acabaron y lo único que nos queda es el Tiar. Y ahora sin Bolton, pero con Kupperman, la vaina puede mejorar. Además, parece que Bolton está bien botao, porque según el compañero Trump, se pasó de la raya con Venezuela, y habría que ver dónde estaba esa raya, porque parece ser que estaba bien lejos de Miraflores, por ahí como que nadie ha visto esa raya.
El papá de Margot se enteró de la botada de Bolton porque un amigo lo llamó y le dijo: "Ya nos botaron a Bolton y parece que PomPeo tiene el rabo entre las manos, porque el próximo puede ser él o Pence, o Abrams. Así que ahí todo el mundo está asustadísimo, y así no se puede salir de la dictadura". El hombre apagó el celular y dijo: "Esta vaina va pa´largo". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió aquel coñazo tan fuerte, que un vecino gritó: "Llegó el Tiar, carajo."
-Ya son las 12 y no llega. – me canta Margot