Crítica ácida
Guerra sucia o inmundo proceder personal
Por: Luis Sánchez Ibarra
Martes, 03/12/2019 06:40 AM
Más torpes que un elefante atravesando una cristalería, dirigentes de oposición justifican día a día que no eran inventos del gobierno las incursiones en múltiples malos manejos de ayudas humanitarias, la desaparición de fondos enviados por organizaciones no gubernamentales, aprovechar obsequios disímiles y ayudas internacionales para derrocar la revolución venezolana con la disimulocracia de pedir y pedir, porque “los venezolanos nos estamos muriendo de hambre”. Quedan desnudos estos pandilleros politiqueros contras, que se insultan y se averiguan entre sí, llenos de desconfianza mutua cual mafia en desbandada.
Dentro y fuera de Venezuela vemos las mismas caras de ponchados y sobrados a la vez, jefes políticos de la derecha enchufados con capitalistas ladrones del gobierno de Donald “Tío Rico” Trump, no alcanzan confianza ni de sus más radicales solicitantes de bombardeos a la cuadra donde está la residencia de sus padres, confiando que las “bombas solo mata chavistas”, van a pasarle por encima a su progenitora y familia, si ponen una pancarta en el techo de la casa o edificio que diga “Kisses”.
El remate en la desesperanza en que viven opositores de toda condición social, es verse sin verdaderos líderes confiables, e ir dejando de creer en los dirigentes connotados que están cada vez más desprestigiados, por sus acciones comprobadas incursas en situaciones que van de la ilegalidad hasta la desenfadada anormalidad, que les amarga el carácter y conducta, justo cuando la humanidad llega al umbral de una nueva navidad, tiempo de paz y armonía, con naturales deseos de unión y año nuevo de felicidad.
Pasan los años, ya no alardean aquellos que juraron no comer hallacas si no se iba Chávez, tampoco prometen pasar sin hallacas si no se va Maduro. Nos escandalizan los precios dolarizados y responsabilizan al modelo socialista, olvidando que los mismos opositores en campañas electorales prometían “dolarizar esta política económica comunistoide”. Diciembre 2019 y el inicio del 2020, confunden a los provocadores malsanos y mañosos, sin oficio.
Cobijados en la corrupción porque “no hay que dejar pasar la oportunidad…”, saben que luego se asilan declarándose perseguidos políticos a la espera del pronto olvido. Llenos sus bolsillos y los de sus testaferros, afirman ser víctimas de una componenda entre el gobierno socialista maluco y sus propios compañeros Diputados de oposición, permitiéndonos en realidad observar la claridad de su asquerosidad personal de pandilleros políticos.