Después de unas merecidas vacaciones navideñas hoy presentamos esta nueva entrega, no sin antes desearles a todos nuestros lectores un feliz año nuevo y que el futuro les depare grandes logros y éxitos, junto al resto del país.
Sin duda el tema a abordar en esta nueva presentación gira en torno al desenlace que acaba de vivir la Asamblea Nacional (AN) este domingo, en donde se escogió la nueva junta directiva que la regirá durante el nuevo año, resultando electo, como presidente, el diputado de Yaracuy, Luis Parra, venido de las filas de Primero Justicia. Desde luego, a pesar de la derrota que sufrió el diputado Juan Guaidó, al menos por ahora, sigue siendo el protagonista de toda esta polarización que se ha gestado desde la AN, que al parecer y para bien del país comenzó a llegar a su fin.
Ya antes, casi al cierre de año, a través de nuestro último artículo, titulado "Entérese porque Guaidó no será reelecto el 5E", ante la AN, presagiábamos lo que hoy es un hecho consumado.
En la anterior entrega señalamos una serie de razonamientos que hoy nos dan la razón del por qué Guaidó no podía repetir en la presidencia de la AN, por demás calificada por el TSJ en desacato, como hasta ahora se ha mantenido desde hace más de 4 años.
Recordemos que a Guaidó se le imputan una serie de delitos que van desde el robo, el saqueo a empresas petroleras venezolanas, hasta de traidor a la patria, incluyendo incluso estar vinculado a grupos paramilitares y del narcotráfico de Colombia. Hay quienes aseguran que se volvió millonario, al extremo que ha adquirido propiedades en Colombia y España, como de hecho le financió a su padre, en este último país, la creación de una línea de taxis, con una flota de vehículos completa.
Vale destacar que una vez que se generó la diatriba entre los mismos diputados opositores que respaldaban a Guaidó, producto de que los acusó de corruptos, con poco tino, dijimos que al final de este episodio esos parlamentarios, más temprano que tarde, le retirarían el apoyo definitivo al autoproclamado, por cuanto necesitaban, entre otras cosas, aclarar su situación y reivindicarse al mismo tiempo ante el país, como al parecer -oyendo su discurso- comenzó hacerlo el nuevo presidente de la AN, Luis Parra.
Además de cuestionársele a Guaidó los infinitos hechos antes señalados, ahora surge otro hecho irregular como es el haberse reelegido como presidente de la AN, en una sesión que pudiéramos considerar chucuta, írrita y carente de toda validez, celebrada después de cumplido el acto formal, en la sede del Diario El Nacional, por cierto el medio de prensa escrita más conspicuo y opositor en contra del gobierno del presidente Maduro.
Guaidó, con este último paso que ha dado, demuestra sin miramientos y sin ningún tipo de vergüenza que le consiguió el gustico al poder, pero con el agravante que se ha inclinado por estar fuera del marco legal.
El país sigue preguntándose hasta cuándo a Guaidó se le toleran todos estos hechos irregulares, que en otro país, incluyendo al imperio, que le ha dado todo su respaldo, es para que ya hubiese sido procesado y encarcelado.
Según el propio presidente Nicolás Maduro más temprano que tarde Guaidó deberá ir a la cárcel. Hasta ahora esa posibilidad la hemos visto alejada, no obstante en estos momentos que deja forzosamente la presidencia de la AN vemos que un mal presagio se cierne sobre su cabeza, por ello agregamos que a Guaidó la justicia al parecer y solo al parecer ahora si lo tiene en la mira ante lo cual solo le queda salir "volando", y no alto, precisamente, porque vemos que por el contrario viene de gran altura en picada irreversible.
Por cierto, esta vez no creemos que a Guaidó, como ha ocurrido con otros afamados políticos, le dejen la puerta de la jaula abierta, pues el país está atento, observa, porque está ávido o ansioso de justicia.