Opinar sobre la salida de Juan Guaidó de la Asamblea Nacional, es darle publicidad a un inútil, ya lo hacen sus colegas parlamentarios de la derecha, gente de oposición racional que se quitó de encima semejante individuo de infinitas torpezas. Sería preferible dar alerta de actualidad al problema de hiperprecios que nos tienen locos en el diario vivir, por quienes buscan traicionando la estabilidad y la paz, que se nos venga un bolivianazo militar-religioso-fascista, y salvar a la brava las múltiples incorrecciones del capitalismo salvaje estadounidense e internacional que disfraza sus fracasos.
Un mero alerta sobre el tema de la amenaza mundial bélica, provocada por el magnate orate energúmeno de la Casa Blanca, que en sus dislates utiliza el poderío militar para transgredir la Carta de las Naciones Unidas, atacar naciones y catalogar quiénes son buenos o malos para la humanidad, creyéndose un James Bond con licencia para matar. Debe preocuparnos, sabiendo que para esa potencia en este lado del mundo Venezuela con su revolución socialista participativa y humanitaria, está catalogada "amenaza inusual y extraordinaria"
Inconcebible que venezolanos pidan intervención extranjera al suelo patrio. Son escasos y con mente de pollo en política, guardando arrastrados el interés de mantenerse en cargos ficticios de un gobierno paralelo en el exilio, con toda razón les cayó el rechazo de Diputados de la propia oposición, avergonzados por la conducta de los radicales que en la A N aun en desacato, iban a reelegirse por órdenes foráneas. Prueba que los delata es su confesa continuidad al aceptar apropiarse de lo que han robado a empresas venezolanas confiscadas en EE UU, Colombia, Costa Rica y otros lares, además de cuentas bancarias nuestras en el exterior.
Una pregunta clave y sencilla para la nueva directiva "racional" de opositores en la Asamblea Nacional, militantes de Voluntad Popular, Copei, Primero Justicia y AD es, ¿dictarán disposiciones para obligar a disminuir la hiperinflación?, la interrogante es también válida para la oficialista Asamblea Nacional Constituyente ANC, que poco ha demostrado su efectividad en el combate a especuladores bachaqueros más "regados que estornudo de chingo", según lo he oído entre el pueblo llano y paciente.