Lo que viene diciendo Guaidó en su discurso que no le estamos parando mucho.

Miércoles, 08/01/2020 08:58 AM

Como ya lo señalamos en artículo anterior, el 2020 empezó muy movido. Tanto a nivel nacional como a nivel internacional, lo que presagia que este año no será en lo absoluto nada aburrido.

Indudablemente, dentro de lo que es la agenda política en Venezuela, la misma se iba a iniciar con la apertura de la sesión del inicio del período de sesiones de la Asamblea Nacional, hoy en desacato. Y donde se iba a observar si el nuevo adlátere del fascismo criollo, Juan Guaidó, era reelegido o no al frente del parlamento. Y observamos la sorpresa de que Luis Parra, del Primero Justicia, fue elegido como nuevo presidente del Poder Legislativo.

Es evidente que dicho movimiento político deja fuera de combate a Juan Guaidó, quien a nuestro juicio ya tenía un plomo en una de sus alas al no acompañar al movimiento estudiantil burgués en la marcha del 21 de noviembre a Fuerte Tiuna. No obstante, el problema es otro, y es algo que nosotros no queremos terminar de entender.

Nos olvidamos que el elemento subjetivo de la Revolución, líder histórico y padre de nuestro actual proceso, Hugo Rafael Chávez Frías, repitió ad nauseam, que nuestra pelea no es con los currutacos de aquí (y eso incluye a Guaidó). Nosotros nos estamos enfrentando a los grandes poderes hegemónicos del mundo que codician nuestras riquezas. Y en especial, con el país que maneja el complejo tecnológico militar industrial.

Así que, de momento, Guaidó aún les es una ficha útil para sus planes de aniquilamiento de la Revolución Bolivariana, por lo que van a exprimirlo hasta que no dé más.

Por ello, el aquelarre del día domingo 5, tanto en horas de la mañana y el vespertino en la sede del diario El Nacional en Los Cortijos. No sólo es parte del guion que le dieron los gringos, es parte del plan de cara al año 2020 que le dieron sus amos para que el mismo fuese ejecutado.

Y de ahí, la reiteración de las acciones de violencia y escaramuzas generadas en la mañana del día de ayer en la puerta oeste de la AN. Al parecer, al existir estas dos directivas en el parlamento, que a todas luces refleja la pelea entre oposiciones (y de lo cual el chavismo no tiene nada que ver ni debe intervenir en lo absoluto en dicho conflicto) será parte de lo que nos corresponderá presenciar en el año 2020 por parte de estos actores políticos.

Y, en nuestro caso como parte de un equipo de analistas políticos, no es que nos complazca escuchar mucho los discursos del pretendido presidente autoproclamado. Pero, hay algunos elementos del mismo que no pueden ser obviados olímpicamente, y que debe tomarse nota de los mismos, porque constituyen advertencia y asomo de los planes que se ciernen sobre la República Bolivariana de Venezuela.

En primer lugar, ha señalado Guaidó en sus comparecencias públicas la supuesta presencia en el país de una Comisión de la ONU para la investigación de violaciones de Derechos Humanos en el país. De ahí las acciones que ha venido provocando, debido al monitoreo que se viene haciendo en la materia, porque con la manipulación del tema de Derechos Humanos, se pretende legitimar las políticas de injerencia y tutelaje sobre Venezuela.

Pero, a modo de aclaratoria, señalamos que eso que señala Guaidó es falso. En Venezuela no hay una comisión de la ONU para la investigación de violaciones de Derechos Humanos, sino que, y ya como lo hemos explicado en artículos anteriores, el equipo de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dirigida por Michelle Bachelet, se encuentra en el país producto de un convenio suscrito con nuestro gobierno, para dar asistencia técnica a instancias del Estado Venezolano para la presentación de los próximos informes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Sobre esta materia ya nos hemos referido ampliamente en artículos anteriores.

También por ello, los recientes hechos de violencia que ha pretendido provocar Guaidó no es algo casual ni fortuito. Ya que bajo la visión hegemónica del tema de Derechos Humanos, hay un ámbito que tiene que ver con los Derechos Civiles y Políticos, y lo que trataba de realizar Guaidó es mostrar y establecer ante la opinión pública internacional es que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que encabeza Nicolás Maduro impide estos derechos “al impedir la ratificación de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, y, por ende, como Presidente (E) de la República”. De ahí lo pernicioso y no tan inocuo de la estrategia que viene desarrollando este sujeto a comienzos de este año 2020.

Pero, el elemento que no se le ha parado mucho, tiene que ver con que Guaidó tomó el relato que realizó en su momento Julio Borges en el año 2017, cuando fungió como “presidente de la AN”, al señalar que trabajan para la activación de nuevas rondas de “sanciones” (es decir la activación de nuevas rondas de medidas coercitivas unilaterales) de nuevas agresiones por parte de EEUU y de la administración contra el país.

Es decir, no podemos esperar de este señor autoproclamado sino el desarrollo, en coordinación con instancias y actores políticos internacionales, del aumento de las presiones diplomáticas, políticas, económicas, comerciales y financieras contra el país. Las cuales indudablemente arreciarán en el año en que se apertura un ciclo electoral que definirá, sin duda alguna, el destino de Venezuela, para los próximos 50 años por lo menos.

Incluso, y con el mayor de los respetos, manifestamos discrepancias con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, así como el ministro del Poder Popular para Industrias y Producción Nacional y Vicepresidente Sectorial del Área Económica, Tareck El Aissami, quienes han señalado que este será el año del “despegue económico”.

Una cosa es que este año se pueda registrar un crecimiento y cierta mejoría económica, que constituya en un cierto alivio a las penurias del venezolano y venezolana de a pie para poder acceder a productos, bienes y servicios que sostengan su calidad de vida; y otra hablar de un despegue económico que se traduzca en un exacerbamiento del consumismo que veníamos registrando desde hace algún tiempo. Hay que tener mucho cuidado con los términos que se emplean, pero sobre todo con las expectativas que se crean.

Y fundamentalmente, en el marco de la estrategia de cerco y asfixia económica y financiera sustentada en la persecución que nos tienen y el bloqueo por parte de la administración Trump, las cuales, lejos de amainar por el año electoral en EEUU, las van a arreciar de cara a minar el respaldo del chavismo de cara a los comicios parlamentarios de este año.

Así que, no se trata de sobreestimar las fuerzas del fascismo criollo en este momento, pero tampoco podemos subestimarlos. Y que sirvan estas líneas como una necesaria advertencia y tomen debida nota a los que les pueda interesar.

Ahí se las dejamos.

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

¡Leales Siempre, Traidores Nunca!.

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