"Tiene que ejercerse el poder para beneficio de todos, no para salvaguardar intereses particulares".
Hugo Rafael Chávez Frías
(Aló Presidente No 250, Valles del Tuy, 20 de marzo 2006)
Mucho antes que a Venezuela llegara el Coronavirus ya nos había llegado un virus más contagioso y de alto espectro producido en los laboratorios políticos del Departamento de Estado en Washington.
El virus conocido en los bajos fondos como "Juanito Alimaña", al margen de todo esquema legal de nuestro país, fabricó con la asesoría de USA su propia justificación constitucional, el 23 de enero del 2019.
Cuando ya ha transcurrido más de un año de aquella ópera bufa, recordamos su argumento:
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"Hoy 23 de enero, en mi condición de presidente de la Asamblea Nacional, invocando los artículos 333 y 350 de la Constitución, ante Dios todopoderoso y Venezuela, juro asumir las competencias del Ejecutivo nacional como presidente encargado", afirmó el impostor frente a los simpatizantes de la oposición, concentrados desde la mañana en la plaza Juan Pablo II, en el municipio Chacao, zona opositora de la capital venezolana".
En verdad no ha habido ningún atrevimiento más infame y un hecho más insólito en la historia de la humanidad – aunque ya hemos perdido la capacidad de asombro – como este hecho ocurrido en la Patria de Bolívar y al cual se han sumado todos los males que pudieran recordarnos las siete plagas de Egipto, de un capítulo bíblico que pudieran caer sobre Venezuela.
La farsa tuvo sus antecedentes en un desconocimiento total de nuestra Constitución y al más palurdo estilo norteamericano, el cual ha encontrado su mayor expresión, en el actual huésped de la Casa Blanca, el mismísimo Donald Trump.
Ya el ADN del impostor Juan Guaidó venia marcado y su partida de nacimiento fue descrita desde el mismo momento de su lanzamiento como "presidente interino", al ser calificado por el legítimo y constitucional mandatario venezolano Nicolás Maduro Moros como "un agente de la CIA norteamericana".
Recomendado por un padrino del nuevo stabliment instalado en la Casa Blanca, el senador (mafioso) por el estado de Florida Marcos Rubio, el hijo de La Guaira conocido en los bajos fondos como "Juanito Alimaña", saltó de la noche a la mañana a la palestra pública; primero, con un ínfimo número de votos como diputado y luego, gracias a las maniobras oscuras y lobby de los cipayos del Norte, a presidente de la Asamblea Nacional.
Por arte de magia y con el más insólito método "democrático", fue llamado como "escogido" a autoproclamarse por encima de toda la historia y del estamento legal de la República Bolivariana de Venezuela, con el respaldo del Ministerio de Las Colonias, la OEA y el mismísimo Cartel de Lima. Hoy nos preguntamos: "¿Qué hubiera hecho el Comandante Chávez con este impostor?
La respuesta directa y precisa sobre el futuro del impostor, la dio en las primeras de cambio, el titular del Despacho de la Defensa, el general en jefe Vladimir Padrino López:
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No aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la Ley".
Por arte de magia el presidente "autoproclamado", en poco más de un año de gestión, ha causado los más estruendosos guisos y adefesios jurídicos que nación alguna pudiera experimentar; incluso por encima de hechos del otro autoproclamado que recuerda Venezuela, cuando el Golpe de Estado al Comandante Chávez, el fugaz y vasallo colombiano Pedro Carmona Entanga.
El tiempo transcurre y además de la pandemia, soportamos en carne propia las consecuencias del actuar del impostor, quién "ni con el pétalo de una flor" ha sido tocado.
Están acumulados todos los expedientes y libelos que jamás político venezolano haya acumulado en toda la historia republicana. Igualmente, todos los argumentos legales para un procedimiento están en manos del mismo Fiscal General de la República Tarek William Saab, quien se ha encargado de prepararlos.
Sólo basta pasearse por encuentros secretos (grabados), bajo capucha, los cuales algún día la historia se encargará de revelar. Capítulos por entrega han ido apareciendo con videos reveladores y grabaciones por fragmentos los cuales se han dado a conocer, sin que trasciendan los secretos que guarda el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente Díosdado Cabello y sus testigos, invitados al encuentro de ocasión, Freddy Bernal, entre otros.
Mientras las horas pasan el "impostor" tiene prohibición de salida del país, medida que viola descaradamente al irse por los caminos verdes, escoltado por las más oscuras plagas colombianas de la droga y de la muerte como "Los Rastrojos".
Escenas de vergüenza y de complot de muerte contra el Gobierno venezolano y las más altas autoridades del país, encabezadas por el Primer Mandatario Nacional Nicolás Maduro, se han vivido con desenlaces afortunadamente protegidos por la Divina Providencia. Son magnicidios a flor de piel y a la vista de todos (En cadena de Tv).
Robos de los más descarados que haya vivido una República, ante el asombro de la impotencia hemos soportado en silencio. Capitales y bonos que circulan en el mercado financiero internacional, propiedad de los venezolanos son despojados, así como el oro de bancos de Inglaterra y Portugal.
Empresas orgullo de los años florecientes de nuestra economía (Pdvsa), hoy en bancarrota y amenazadas por sanciones de diferente índole nos apabullan, gracias a maniobras instrumentadas por cerebros de anti-patrias y traidores quienes merecen la peor de las penas por traición a la Patria, con sentencias plasmadas en nuestra Constitución de 1999.
Apagones de gran magnitud, golpes de Estado en los puentes con presencia de traidores como Leopoldo López, Ramos Allup, Edgar Zambrano, etc. y con armas camufladas en plátanos verdes. Empresas secuestradas y asaltadas a la luz del sol con desfile de millones de dólares que desaparecen como por arte de magia.
Es la industria petrolera amenazada y secuestrada como Citgo y Monómeros, siempre con la participación de la mano mafiosa y peluda colombiana, a expensas del imperio norteamericano, extasiado con los más serviles lacayos de Venezuela alojados en Miami y en la decadente España.
Mesas de Diálogo frustradas y violación de Derechos Humanos anunciados por la propia Michelle Bachelet. Amenazas del TIAR junto al envío de la Flota por el Comando Sur a pleno Mar Caribe, dizque para bloquear la droga favorecida y bendecida por la DEA, el mayor cartel de los Estados Unidos unido al de Uribe con su acolito Iván Duque.
Tráfico de armas y formación camuflada de comandos y paramilitares en la Costa oriental colombiana, dirigidos bajo contrato por agentes de Trump y capos como el general Cliver Alcalá Cordones, también en línea con el impostor intocable e ungido de la Casa Blanca, el impostor Juan Guaidó (firmante) y mejor conocido por la farándula como "Juan Guasón".
Es una historia de un guion nunca concebido por los mayores libretistas de las empresas de Hollywood. Es una historia "arrancada de la vida misma" como diría el desaparecido autor de los "Tres Villalobos", el célebre y recordado Arquímedes Rivero.
Clodovaldo Hernández, un respetado periodista venezolano, se ha preguntado y con razón ¿Para qué enumerar tanto los delitos Guaidó si no piensan meterlo preso?
Vaya pregunta de las mil lochas que todos los venezolanos nos hacemos y que trasciende la respuesta de una estrategia basada en la tesis del mismísimo Hugo Chávez, cuando a los esbirros y traidores de Altamira dejó que se "cocinaran en su propia salsa".
Las cifras y los números de las máquinas registradoras – como dice Clodovaldo Hernández – circulan a millón y dejan al descubierto el mayor robo de la historia, en nuestras propias narices, hecho por un grupo de asaltantes y choros (primero justicia y voluntad popular), manejados a control remoto por la Casa Blanca y sus operadores desde Miami y Madrid.
La danza de millones de nuestros activos robados sin desparpajo por el operador a control remoto Juan Guaidó, sólo asoma migajas para una supuesta flota de taxis de su adorado padre en Madrid.
Discotecas y otros negocios asociados a carteles oscuros y amigos sin escrúpulos, desfilan en las cuentas del impostor también formado en la escuela de la CIA para "mentir, robar y matar", como lo declarará sin rubor, el mismísimo Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo.
La fiesta de los puentes y los dólares recabados en el gran concierto de la frontera para la ayuda humanitaria, quedaron en manos sin retorno y para uso de los bajos fondos sin cuentas y sin explicación, como lo describiera el propio y supuesto embajador en Colombia Humberto Calderón Berti.
Al parecer sólo bastará que pase la pandemia para que se desaten los diablos contra el presidente interino de Venezuela, alias "Juanito Alimaña". Esta es una tesis sin hipótesis comprobada.
Los cambios en el Norte ya enfrentan a las huestes de Donald Trump contra los gobernadores de la unión - armados hasta los dientes - por la Asociación de Rifles de los Estados Unidos quienes no tienen piedad con la miseria, cuando de fascismo se trata.
Contra el intocable Juan Guaido - aplaudido por demócratas y republicanos en el propio Congreso de los Estados Unidos - "destinados por la Providencia para plagar de miseria a la América en nombre de la libertad" - ya no hay delito que prescriba.
No debemos esperar que haya cambios de gobierno en la Casa Blanca porque el plan continúa y sabemos que existe un libreto escrito desde mucho antes que Barak Obama declarara a Venezuela como "una amenaza inusual y extraordinaria contra la seguridad de los Estados Unidos".
Juan Guaidó es sólo un instrumento más del imperio incrustado en nuestras propias entrañas. Mientras el tiempo pasa - al parecer - seguimos durmiendo con el enemigo mientras es observado por Dios, dado a que sigue libre y debería estar preso - según palabras del actual presidente de la ANC, Diosdado Cabello - muy a pesar de haber sido escogido por el imperio para salvar a Venezuela pero todavía no se ha quitado la capucha.
¡Amanecerá y veremos!