Mi palabra

Guaidó un delincuente intocable y privilegiado

Sábado, 19/09/2020 08:31 AM

"La justicia, aunque anda cojeando,

rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera"

Horacio

En cualquier sitio, donde usted se detenga para hacer alguna diligencia, siempre se encuentra con alguien tocando el tema del autoproclamado; el cual ha pasado a engrosar la selecta lista de personajes, de esos, que en cierto tiempo aparecían y desaparecían, como verdaderos fantasmas, pero lo único que dejaban era el comentario, en otros el miedo, y la precaución, pero al final se convertían en uno más del folclore venezolano, sin hacer ningún daño; pero el caso de este delincuente ha dejado a más de uno con la boca abierta, y es imposible imaginarse el volumen del expediente.

El interino, es uno de los últimos ensayos del aparato mediático de los gringos. Lo inflaron, como un verdadero globo aerostático, y lo lanzaron en un viaje con un fin muy bien planificado, con el único pasajero: la pareja, quien empezó a cumplir con su función de primera dama del tablero, sin imaginarse en el rollo, que se metía, pero, como su papel es ficticio nada perdía; al final lo único que quedaba en entredicho es la vergüenza, si, es que en verdad tenía. La prueba se va desinflando de manera tan alocada, que los mismos creadores no hayan, como detenerla, y el dilema es muy comprometedor; no saben, dónde está el costo menor, si desampararlo o seguir aparentando un "amor" que no existe.

Muy pocos en estos momentos están de acuerdo, con el autoproclamado, quien ha pasado a ser un estorbo en potencia; porque no es fácil deshacerse de uno de las tantas piezas más utilizadas por el imperialismo en esta nueva etapa, por mantener su dominación. Son tantos los robos por demás descarados y la obediencia para expropiar bienes de la nación, que se necesita no tener sangre en las venas para no reaccionar contra este degenerado, y es tan así, que una opositora de las más rabiosas y comprometidas con el golpe de estado del 2002, Patricia Poleo, lo viene denunciando con pruebas en la mano, para no dejar dudas, y protegerse de la justicia estadounidense.

Las criminales acciones del interino con el apoyo de Donald Trump, contra nuestro país, han golpeado a todos por igual, y esto incita a muchas personas para que suelten incontrolables arrecheras para juzgarlo en público, sin dejar ninguna duda de su culpabilidad directa, porque es imposible ocultar o hacerse el desentendido de la cantidad de tropelías de este farsante, que ha roto todos los moldes, y ni siquiera todos los que se encuentran privados de libertad le han hecho tanto daño al país, como este degenerado.

Desde el día, que se autoproclamo empezó a pisotear la Constitución de la República, para después pasar a una etapa propia de los piratas, que no tienen piedad con nada en su loca obsesión por enriquecerse en sus travesías en el mar. Por cuanta fechoría ha cometido, le han levantado un expediente con sus respectivas amenazas, pero hasta los momentos se quedan en simples amenazas, y el delincuente sigue actuando; ahora bajo las más estrictas precauciones, al saber que no es cualquier aventura la que ha escogido para asaltar el país, cumpliendo con la tarea encomendada por el imperialismo, con la excusa de sacar al Presidente Nicolás Maduro, al culparlo de lo que ellos han venido haciendo de la manera más descarada, amparados en los fusiles, y el negro historial de invasiones de los últimos años.

De nada han valido los razonamientos propios de personas resteadas con el gobierno, y un sector de la oposición que le duele la patria, por ver preso al Juan Guaidó; ni tampoco las pruebas contundentes, que han salido a la luz pública. Parece que la justicia venezolana no funciona antes este descarado, pero ahora las actuaciones fuera de la ley, han agarrado otros matices con las pruebas irrefutables presentadas por Patricia Poleo, y en los Estados Unidos en muchas ocasiones la justicia actúa, como debe ser, y no me sorprendería, que emitan orden de captura contra los compinches de Guaido, en Miami, y no le quede otra a la justicia venezolana: poner preso al facineroso interino, con su numerito en la mano para que termine proclamando la verdad de su asquerosa carrera delincuencial contra la patria. ¿O van a esperar que Trump, de la orden?

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