La fantasiosa consulta de Guaidó

Jueves, 03/12/2020 12:53 PM

El insulso y fracasado diputado golpista, Juan Guaidó, pretende nuevamente engañar a sus amilanados seguidores, embarcándolos en una nueva "consulta" mística. Las preguntas parecen preparadas por el psiquiatra personal de Guaidó, el cual le aconsejó al atolondrado paciente que las guardara debajo de la almohada a modo de desahogo espiritual. En el horizonte solo se vislumbra otro estruendoso fracaso en el errante y catastrófico camino de estos disociados psicópatas de la política.

No sorprende a nadie que en su famélica y fantasiosa consulta vuelva Guaidó a insistir con su fracasada perorata del "cese de la usurpación". En primer lugar, exige nuevamente "elecciones libres", que entendemos es una en la cual solo participen exclusivamente los candidatos afines a la extrema derecha neofascista venezolana.

En segundo lugar, la fantasiosa consulta de Guaidó, insta a sus despabilados seguidores a desconocer la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pues pretende prescindir de los procesos electorales que allí se encuentran debidamente establecidos, como la elección del 6 de diciembre, para renovar los diputados a la Asamblea Nacional que terminan su período de 5 años.

En tercer lugar, Guaidó y su banda de apátridas, preguntan a su iracunda tribuna si están de acuerdo en "ordenar" que la "Comunidad Internacional" pueda "activar" sus peligrosísimos mecanismos de "asistencia" para "rescatar nuestra democracia", imaginamos mediante el aumento del acoso, la injerencia, el bloqueo económico y la intervención militar. Pues según las alucinaciones de Guaidó, él tiene todas las "opciones sobre la mesa" para asaltar el poder junto a sus cófrades neofascistas. Esta consulta es un nuevo paquete chileno. Ya hasta cansan las meteduras de pata de Guaidó. Al principio daban risa y pena ajena sus atorrantes disparates. Pero la perversidad de sus acciones han puesto en riesgo la integridad de la patria y eso no puede ser tolerado.

La fantasiosa consulta, sin validez, utilidad o pertinencia alguna recogerá a lo sumo la opinión tóxica y por demás negativa de sus huestes. Nada provechoso saldrá de allí. Ni siquiera invitaron a Sumate para hacer el amague de algún tipo de rigurosidad técnica o científica. Mediante el uso de una "aplicación" de redes sociales, Guaidó aspira que una mayoría de trillones de venezolanos residentes en "miles de países" de varios planetas del Sistema Solar le den el visto bueno para instalar su añorado "Gobierno de Emergencia Nacional", dirigido exclusivamente por él y la cúpula eterna del politburó central del G4 (Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo). Todos pichoncitos aventajados de autócratas, que perdieron el gusto de ser elegidos por el voto popular. Son los predilectos perpetuadores del legado del mismísimo monstruo sanguinario Francisco Franco, el "Caudillo de España por la gracia de Dios". Pañuelo en la nariz.

Más allá de que la fantasiosa consulta de Guaidó sea apoyada únicamente por Bots, cuentas fantasmas, empresas de marketing y afines, el rechazo a nivel popular de este personaje y de Leopoldo López es por demás contundente. La calle habla de su fracaso político, del repudio total a sus acciones. Todo producto de un torpe manejo de dos años de conspiraciones, traiciones, saqueos, robos, corruptelas y vejaciones a la patria. Esta derecha es tan rastrera y miserable que ni siquiera tiene sentido de lealtad y a las primeras de cambio abandonaron a su mayor benefactor, el funesto Donald Trump, para que se hundiera solito al timón del Titanic. Pero paciencia. Guaidó ya acumuló un abultado prontuario policial, por el cual deberá enfrentar la justicia más temprano que tarde.

Toda la alharaca por imponer la fantasiosa consulta es claramente un vano intento, soez y descarado, del espurio diputado Guaidó por extender de manera indefinida (para toda la eternidad) el interinato de su etéreo gobierno. Su objetivo principal es mantener encendida la aspiradora de millones de dólares que han sumado para su tenebrosa causa. "Ayuditas" generosas que han caído directo en los voraces bolsillos de estos miserables saqueadores.

Lo que sí tiene fuerza política y validez constitucional es la elección prevista para el próximo 6 de diciembre donde el pueblo venezolano (no Trump) elegirá a los 277 nuevos diputados que nos representarán en la Asamblea Nacional. Este espacio volverá a ser un escenario de creación de leyes y de debate político. Nunca más el epicentro de la agenda golpista y la ignominia en contra de la patria.

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