Guaidó, ahora planifica su funeral

Miércoles, 09/12/2020 07:55 AM

"La gente siempre decía que el pueblo estaba muerto, pero en realidad cuando había un funeral era cuando más se animaba". ALICE MUNRO.

Que alguien le avise a Juan Guaidó que el parlamento que preside, y el interinato ilusorio que ‘dirige’ están heridos de muerte, que requiere cirugía mayor, y autopsia del siglo XXI, para cadáveres insepultos del siglo XXI. El señor Guaido sigue sostenido al parapeto legislativo, que será desconectado el 4 de enero del 2021 a las 11 y 59 de la noche, en la Republica Bolivariana de Venezuela, este payaso de la política que disfruta las mieles del financiamiento de instituciones propiedad del estado venezolano, y las ayudas humanitarias desde las postrimerías del 23 de enero del año 2019.

La dirigencia opositora, la falsaria, y la colaboracionista (la mesita de noche, que no llegó ni a taburete) este 6D del 2020 ha sido arrasada, y arrastrada en las elecciones parlamentarias, y qué cree usted, querido lector, siguen convocando, y sembrando falsas esperanzas a los mismos ciudadanos de siempre, que se abstuvieron de votar por las penurias, y miserias, al que han sido sometidos por el gobierno de Nicolás Maduro, con la ruina de nuestra economía. Si hubiera nocaut técnico en la política, este sería el caso de la falsaria convocatoria de Guaidó entre el 5 y el 12 de diciembre del 2020.

A pesar de todo ello, Guaidó, avala los métodos fraudulentos del gobierno de Nicolás Maduro que dice combatir, Junto a Claudio Fermín, Luis Parra, Timoteo Zambrano, Henry Falcón, Felipe Mujica, entre otros dirigentes dinosaurios opositores de la Venezuela agonizante, quienes desde hace 22 años son corresponsables de la extinción de la economía en el país.

Hay voces, como la del mayoritario pueblo venezolano el pasado 6D, que han dejado sus testimonios ante la nomenklatura política de la revolución, y las autoridades electorales por lo viciado de este proceso electoral para renovar el parlamento venezolano. Dicho proceso previsiblemente será invalidado por la comunidad internacional.

Guaido ahora con esa estupidez de esta consulta, y que vinculante, apareció de nuevo en botella vieja, reproduciendo la peor corrupción, y el más alto autoritarismo del PSUV en estos tiempos de crisis política, y sanitaria. Nada más como aquel, que ganaba elecciones con trampas.

El señor Juan Guaido con finos gustos por la moda, y el buen vivir, como su maestro Leopoldo López, disfrutando de la dolce vita en Madrid, literalmente mandó a la oposición a la basura.

Guaidó de corazón y apellido, no entiende que cobijando a las mafias de alacranes anquilosadas en las dirigencias de los partidos del G4, no podrá volver atractivo a su decadente convocatoria nuevamente, la oposición falsaria y putrefacta está condenada de no renovarse, a ocupar espacios marginales, en el corazón político del país, todo esto al parecer le tiene sin cuidado.

En la planificación de su propio funeral se encuentra Guaidó con esa nueva consulta cuando nadie le va a parar bolas a esa soberana idiotez, cada vez hay más personas que planifican su propio funeral, designando sus preferencias y, en algunas ocasiones, pagándolo por adelantado para aliviar a sus compinches de algunas de estas decisiones. Estas personas ven la planificación de su funeral como una extensión de la planificación de la estupidez como testamento.

Pensar por adelantado en lo que inevitablemente sucederá en las fechas de esas consultas alocadas, es para a tomar la decisión bien informada, y meditada respecto a la planificación de los preparativos de su fuga del país el 5 de enero del 2021 a disfrutar de los dineros mal habidos.

Cuando subió a la escena nacional el año 2019, Juan Guaidó llenó de expectativas a los venezolanos. Ya que era una cara nueva en un país con problemas políticos, y económicos crónicos. Con los principales líderes de la oposición en prisión, o en el exilio, Guaidó con el apoyo, y poder internacional, siendo el mas visible el de Donald Trump, en una aparente lucha por restaurar la dañada democracia de la nación, botó todo por la borda.

Dos años después 2020, la estrella de Guaidó se ha atenuado. Se hace llamar presidente interino de un Gobierno en la sombra sin prestigio moral, y sin ningún poder real. Unos 5 millones de venezolanos han abandonado el país, donde el presidente, Nicolás Maduro, no avanza hacia ninguna parte, empeorando la economía, y ahora con la pandemia todo se ha agravado, pero Maduro controla el poder real, con una economía destrozada ha ganado las elecciones de la Asamblea Nacional del 6 de diciembre y, por lo tanto, va a sacar a Guaidó en enero del 2021 de ese parlamento.

Guaidó, respaldado por Estados Unidos, la mayor parte de Europa, y la Organización de Estados Americanos, desperdició todos esos apoyos. En su lugar, ahora está promoviendo una consulta loca nacional que comenzará en línea el 5 de diciembre, y se extenderá hasta el día 12.

La reciente elección de la nueva Asamblea Nacional, será el punto muerto que generará un problema para el sufrido pueblo de Venezuela, que había puestas sus esperanzas en Guaidó. El no haber logrado sacar a Maduro del poder, los ineptos de la oposición han ayudado a perpetuar una severa parálisis terminal política, económica, y social.

Hoy Venezuela con el dólar paralelo rompiendo la barrera del sonido por sobre el millón de bolívares, está en el colapso, muy lejos de la democracia. El producto interno bruto ha caído 70% desde el 2015, una de las mayores contracciones económicas de la historia, según expertos en la materia consultados. La producción de petróleo, la principal fuente de divisas, se ha desplomado de 1,1 millones de barriles por día desde enero de 2019, a unos 300.000 barriles diarios (aproximadamente). La emigración venezolana se ha convertido en la peor crisis humanitaria de refugiados que el hemisferio occidental haya conocido.

Todas estas miserias y, su persistencia se reflejan en la debacle táctica y política que ha socavado la fe del pueblo venezolano en Guaidó. El reconocimiento internacional de Guaidó fue algo estratégico, de esa comunidad basado en un Gobierno alternativo con cimientos en un reclamo de legitimidad, que conduciría a un colapso del gobierno de Maduro, y una transición democrática, pero lastimosamente no fue así, hoy existe la posibilidad de que la comunidad internacional reconsidere que no habrá un Gobierno legítimo el próximo año en Venezuela.

Washington con su implacable política de "máxima presión", que combinaba sanciones individuales y sectoriales, empujó al alto mando bolivariano a aliarse con el llamado eje del mal. Los tanquero iraníes traen gasolina, y alimentos a Venezuela a cambio de petróleo de contrabando, y Turquía compra oro venezolano de forma ilegal, criterio sostenido por el gobierno de Donald Trump.

Maduro, claramente, está buscando algún tipo de acuerdo con la nueva administración que se instale en USA en enero 2021. Las últimas declaraciones de Maduro son una señal para lograr un acuerdo. Trump, y ahora Biden lo que buscaran de continuar las sanciones es que Maduro, y su cúpula se hagan a un lado para dar paso a un Gobierno de transición con garantías para el papel del chavismo en la política. Por ahora no está claro cuán convincente será el desastre de Venezuela para una nueva administración en Washington que enfrenta emergencias competitivas, y una pandemia.

Lo que es muy previsible, sin embargo, es que cualquier solución política a la crisis en Venezuela requerirá paciencia, y compromiso, Venezuela esperó lo suficiente a Guaidó, y no hubo resultados. Ahora lo que se ve son los últimos clavos, que colocaran sobre su ataúd.

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