"Algunas personas son tan falsas que ya no son conscientes de que piensan justamente lo contrario de lo que dicen". Marcel Aymé.
Hasta los momentos no se ve una oposición venezolana:"de izquierda, centro, derecha, radical, ni unida". Que pueda revertir este desastre venezolano, en lo social, lo político, y lo económico.
Guaidó, y la oposición venezolana tienen mucho rabo de paja, y muchos negocios con el gobierno de Nicolás Maduro. Este es el gran problema que yo le veo a esta oposición coprófaga, electorera, corrupta, entreguista, y anti unitaria.
Debido a esto la mayoría de los ‘directivos opositores ajuro’ terminaron "comprados", garantizándose su supervivencia frente a un gobierno depredador, y mafioso. Yo he sido muy crítico porque también me afecta esta situación, tanto como ante el gobierno, como ante la mayoría opositora venezolana, pero es que no escuchan a nadie, solo están por sus intereses.
Guaidó pareció en el 2019, ser el Salvador con El Arpa, para unir la oposición, pero lo que unió, y fortaleció fue sus cuentas bancarias en divisas. He visto como el tiempo sigue pasando, y Maduro sigue atornillado en el poder. Con Guaidó, y esta falsa oposición no se acabara el problema.
¿Aja, y ahora que, se preguntaran muchos? Veo a los de Guaidó echando espuma por la jeta, porque perdieron el respaldo popular, viendo al interino firmar su capitulación.
Nadie en la oposición dice cual es el problema a sacar de raíz, y el porque Maduro sigue en el poder. Este sistema de gobierno totalitario consistió en corromperlo todo de tal manera, de hacer a los opositores sus cómplices para que nunca pudieran voltearse, en la Habana saben que todos tienen precio solo había que llegarles, y para eso tenían que aflojarle billetes de los verdes made in USA.
Aquí hay mucho lambucio social, y de aquellos mucho más, pero es que ni siquiera hay que ir a la parte política, para entenderlo. ¿Cuantos opositores de baja ralea, y de albañal, no se han hecho rico con esta crisis? En un país, donde no hay luz, agua, educación, empleos productivos, solo negocitos de bodegones, trafico de oro, drogas, chatarra, y lavado de dólares etc. Todo bien cuadrados estos negocios, con las zodis y redis, para que todas estas corruptelas pasen lisas.
Transformar este sistema político de destrucción nacional significa cambiar el comportamiento de la mayoría de los servidores públicos. Eso es lo que supuestamente se la habría encomendado a Juan Guaidó durante su impostura en el 2019, señalar a los corruptos, y ser un servidor público ejemplar. No obstante, estos 2 años perdidos dejaron ver al ex diputado Guaidó en una situación que él mismo debe repudiar. Un político, y sus compinches con bolsas llenas de dólares, viviendo a todo dar en la paradisiaca Miami.
Es cierto que nuestro país necesita una lucha frontal contra la corrupción. El problema es que varios de los que se han declarado voceros de la anticorrupción tienen rabo de paja. Es el caso de Guaidó, y los alacranes, quien se ha vendido como un mártir de una causa que él no representa.
Como diputado e interino demostró que su pasantía virtual, no era un dulce de lechosa para administrar los dineros públicos. Y mucho menos, cuando Guaidó ha mentido diciendo que su manejo de los dineros públicos fue prístino.
Entiendo que vivimos un momento difícil con las denuncias por presuntos hechos de corrupción que pesan en su contra, y en los alacranes. Es un tema que espero que la Justicia pueda aclarar por el bien de la institucionalidad de la nación. Pero igual importancia tienen que dirigentes opositores señalados en graves hechos de corrupción, sean candidatos a alcaldes, y gobernadores este 21 de noviembre del 2021. Esto también es una amenaza para la institucionalidad en Venezuela.
Han surgido varios testimonios alrededor del CNE, con esto de las elecciones de alcaldes, y gobernadores, ya que esto no va resolver la crisis venezolana, con los fulanos protectores como odiosas figuras inconstitucionales. Para que esas elecciones sean transparentes, constitucionales, y creíbles, los rectores del CNE, y los lideres políticos, deben pedir que eliminen a esos protectores, y a los militares jefes de Zodis y Redis, que están por sobre la autoridad administrativa de alcaldes y gobernadores electos con el voto popular. Sabemos que esto es una caja de Pandora de la que saldrán muchas versiones, difíciles de entender tanto para la opinión pública como para la Justicia. Pero lo que la opinión pública se debe preguntar es: ¿Por qué un político tiene que aceptar que se viole la constitución, y el estado de derecho constantemente, cuando existen las transferencias de competencias?
Las transferencias de competencias existen para que se les pueda hacer un seguimiento al ejercicio del poder de los alcaldes, y gobernadores, y se puedan identificar los logros administrativos. Los gobernadores, y alcaldes tienen que tener control real sobre sus policías, para controlar en sus entidades, el alto movimiento de grandes cantidades de dólares en efectivo, esto es propio del narcotráfico, y del lavado de activos, y la evasión de impuestos municipales, y estadales. Juan Guaidó como político venezolano, y las responsabilidades que esto conlleva, no tuvo interés para manejar esta situación cuando presidió la Asamblea Nacional 2015-2020.
La lucha contra la corrupción es para que el estado venezolano mejore su eficiencia al servicio de los más pobres. Pero los voceros de esta causa deben ser líderes probos, y ejemplares, con su comportamiento, para los ciudadanos. Guaidó ha engañado a los ciudadanos haciéndoles creer que es un perseguido, cuando hace parte de las malas costumbres de la política venezolana.
Respeto, a los políticos opositores del Gobierno Bolivariano que con sensatez han hecho aportes para el rescate de un justo funcionamiento del Estado. Pero también genera indignación que muchos que tienen rabo de paja, ahora pretendan venir a rasgarse las vestiduras en estas nuevas elecciones regionales 2021.