La oposición terrorista que nos ha tocado sobrellevar durante nuestra Revolución Bolivariana, acaba de colapsar, está herida de muerte, lo que la hace más errática y mucho más peligrosa. Entre las razones de dicho colapso tenemos:
1) Su conducta totalmente apátrida y transnacionalizada, al servir por completo a los intereses políticos y económicos de Norteamérica, Inglaterra, Guyana y Colombia, no importando más nada.
2) El predominio de sus intereses personales y grupales.
3) La carencia de un Proyecto Político viable, el cual pueda ser analizado y discutido por las grandes mayorías de nuestro país.
4) La completa ausencia de estrategias adecuadas para enfrentar la severa crisis que padecemos.
5) Su conducta terrorista mil por 100%, al propiciar y llevar a cabo innumerables actos de sabotaje, asesinatos, intentos de Golpes de Estado, invasiones, etc.
6) La avidez desmedida por robar el dinero y otros recursos de todos los venezolanos.
7) El marcado desprecio por los pobres y los desposeídos de nuestro pueblo.
8) Su claro compromiso de ceder a los intereses extranjeros el control de nuestros valiosos recursos energéticos y minerales, de variada riqueza y usos.
9) La profunda subestimación de las capacidades y potencialidades de nuestro pueblo, demostrado por la forma como este ha logrado manejar esta severa y aberrante crisis, impuesta y gerenciada por los gobiernos estadounidenses para doblegarnos, siendo totalmente infructuosos los resultados obtenidos.
En fin, esta oposición venezolana se convirtió en un profundo fracaso, el cual ha facilitado su curso sin rumbo fijo, con un discurso y una práctica antidemocrática, insensata y con una completa falta de coherencia, cuyo destino estaba condenado a fracasar.
Si hacemos un breve análisis del proceder y de la conducta de los principales líderes de esta oposición terrorista y pícara que nos agobia, y cuyo ritmo principesco de vida en el exterior es un mensaje bien claro de sus verdaderas intenciones, diremos sin temor a equivocarnos, que lo mejor que pueden hacer es que sigan viviendo afuera la vida loca.
Mientras tanto, cada uno de nosotros seguimos luchando aquí, sobreviviendo y amando, para hacer posible este gran sueño de ser libres y capaces de decidir nuestro destino sin el férreo control del que se considera nuestro dueño, y peor aún, el poseedor de la verdad, pero con un gran garrote, porsia nos desviamos de su muy clara guia.
Finalmente, le auguro a esta oposición venezolana, un final lamentable, pues jamás alcanzarán sus objetivos. No tienen, ni tendrán vida, mientras el espíritu de lucha llene nuestras mentes y nuestros corazones. En consecuencia, resistir es nuestro norte, y por supuesto para variar, No Pasarán!!