Memorias de un escuálido en decadencia

Primarias

Jueves, 27/05/2021 01:34 PM

¡Nos jodimos! Ya el dictador le ordenó al mazo de Cabello que se encargara de hacer las elecciones primarias para elegir a sus candidatos. Una vaina que nosotros no podemos hacer ni que nos lo ordene el compañero Biden, porque no sabemos dónde estamos, ni quiénes somos, ni para dónde carajo vamos. Es decir, que arrancamos perdiendo. Solo esperamos que en esas primarias esos chavistas se maten entre ellos mismos y nos dejen la vaina más tranquila a nosotros que fuimos tan sinceros. A la hora de discutir de dictadura y democracia salimos a caerle a palo al gobierno, y sin embargo, ya el compañero Américo de Grazia se lanzó como candidato a gobernador por el estado Bolívar, sin importarle un carajo si hay o no hay primarias ni que el compañero Biden le haya dado la orden. Y amenazó con ir a Miraflores si el dictador lo invitaba. Dijo así. "¿Si Maduro nos invita a Miraflores? Iremos así sea con un pañuelo en la nariz, en esta esquina no hay patarucos" Así somos nosotros de arrechos. Mientras la dictadura llama a elecciones primarias, nuestra gente empieza a lanzarse sin pararle bolas ni al compañero Biden y mucho menos a James Story, que debe estar cagadísimo en Colombia no lo vaya a confundir Iván Duque con un líder social o con un estudiante jardín de nuestra alegría.

Embajada Radonski anda que no cabe de la alegría porque sabe que el único líder que tiene la oposición en el país es él. Aunque de los que están en el exterior ninguno calza esa marca de líder. Matemático Borges fue a Ecuador a la juramentación de Lasso pero como enviado de los marcianos de júpiter, porque no representa a más nadie. Y el poeta López y su esposa, la musa Tintori, también fueron a la juramentación. Y según cuentan, el poeta le dijo a Lasso que si se ponía a gobernar para los pobres le podía dar un golpe, porque con los pobres de la tierra, nada. Nadita de nada. Además, esa gente no va a dejar esos viajes y esas asistencias a las juramentaciones presidenciales por estar participando en unas elecciones aquí, que más bien le pueden quitar el poder que ahora tienen. Y esas primarias en el PSUV son sospechosas, parece que tuvieron que hacerlas porque ya todo el mundo sabía que la mayoría de los candidatos estaban en la Asamblea Nacional, y que la cosa la sabía hasta el gato que está en la oscuridad, y entonces lo mejor era llamar a unas primarias, pero eso sí, que no dejen de participar esos diputados que quieren ser gobernadores porque están cansados de ser protectores.

La negociación con Embajada Radonski va muy bien según se nota en la calle. De lo que no se sabe nada es de la otra negociación. Lo malo de la negociación con la gente del G4 es que para hablar con ellos hay que viajar al exterior, porque todos están en el exilio dorado, y los que están aquí nadie les quiere hablar, porque sencillamente no mandan un carajo. Allí está Espoleta Allup triste, solitario y final, viendo el retrato de Betancourt y contándole a él las vainas que le están pasando por ponerse a apoyar a los lechuguinos y petimetres. Y con el filósofo Rosales nadie quiere hablar, porque se pierde mucho tiempo explicándole las vainas. Es duro de entendederas, el hombre.

El papá de Margot llegó de la calle diciendo que: "Cómo les encanta votar a esos chavistas. Ya van a votar para elegir a la gente por la que van a volver a votar en las elecciones del 21 de noviembre. Nosotros votamos una sola vez. Lo malo es que los candidatos son los mismos carajos que ya todo el mundo conoce. Ya nosotros hicimos nuestras primarias y eso es lo que hay. Lo que pasa es que, claro, no somos muy democráticos, pero aquí todo el mundo sabe que la dictadura es la que manda". Y se fue para el cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que los vecinos le gritaron: "¿Ganaste las primarias?

-Ven, crucemos el Jordán.- Me canta Margot.

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