Han sido 80 años llenos de trabajo, estudios y honestidad. El exministro aún mantiene la misma energía de siempre, en esos tiempos de su trayectoria frente la cartera de Energía y Minas, me correspondió acompañarlo en una visita desde las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche en el estado Anzoátegui los integrantes de la comisión de la cual formé parte, estaban muy cansados de tantas reuniones, conferencias, y él, Calderón Berti fresco como una lechuga.
Uno supone, después que el gobierno de transición le dio el cargo en Colombia, comenzaron a tener miedo de la inteligencia y proyección política del experto petrolero, aunado a eso no pasó la primera prueba de hacerse el loco frente a los hechos de la frontera en la recolección de dinero, pues al conocer de presuntas irregularidades hizo la denuncia respectiva en la fiscalía colombiana.
Las criticas vinieron de muchos miembros de esa nueva generación de dirigentes, quizás el más irrespetuoso fue el que públicamente en una entrevista lo calificó de mal criado, que me parece ser el mismo quien manifestó que una persona al llegar a los cincuenta años debería retirarse por más preparado que fuese para darle paso a la juventud. Calderón lo calificó como un golpe de estado generacional al talento y trayectoria del ser humano.
Esa misma experiencia y conocimientos le hicieron ver el mal manejo de la empresa Monómeros, por lo cual recomendó que no debía ser dirigida por integrantes de los partidos políticos, lo que debían hacerlo técnicos especializados en el área. Leopoldo López quiso unir esta advertencia con lo del evento de la frontera, expresando que la fiscalía desestimó la denuncia. Cuando en realidad en relación a Monómeros, Calderón Berti solo realizó una advertencia, y fíjense lo que pasó.
Leopoldo por cierto que lo amenazó con una demanda, ya que Calderón es de los que cree que el gran culpable de la quiebra de Monómeros fue Leopoldo, Quien según sus palabras llegó a fastidiarlo de tanto llamarlo todos los días, creyéndose el verdadero representante de Guaidó y para colmo dueño de la empresa. Calderón no cree que lo demanden porque se arriesgaría a que salgan otras informaciones.
La honestidad e integridad de Calderón es de tal magnitud que el tiempo que ejerció el cargo en Colombia no recibió sueldo alguno, teniendo en ocasiones que pagar a los empleados de su bolsillo. Cuenta que cuando sacaron a los militares del hotel donde residían en Colombia, tuvo que hacer un cheque personal por ocho mil dólares para pagar la deuda.
Pareciera que realmente sus grandes enemigos son los que dicen ser sus compañeros, cuando fue candidato a gobernador de Anzoátegui, el exalcalde Cheo León, quien decía ser copeyano, tenía una nómina de activistas a los cuales les pagaba por no hacer campaña a favor de Calderón. Qué iba a pensar que esta cuerda de muchachos iba a salir con esa loquera, creyendo que se haría cómplice de irregularidades administrativas.
En la vida y sobre todo en la política nunca se deja de aprender, el mensaje dado el día de su cumpleaños fue una clase magistral de orientación del camino que debemos tomar como país, entendiendo que más que la recuperación de la economía y de la industria petrolera, es fundamental reconstruir el alma de los venezolanos, destrozada ante tantas injusticias y sufrimientos.