Esa cosa que llaman “dirigencia” opositora venezolana: un indigno caso de estudio

Viernes, 19/11/2021 12:44 PM

"Cuando el Sr. Mediocre pierde, hasta se olvida de aprender"

Mario Briceño Iragorry

"El grupalismo político consiste en una asociación, donde las exaltaciones perversas de individualidades persiguen fines meramente económicos y clientelares"

Silver Gutiérrez Araque

No es que desee que llueva sobre mojado; o que me precipite en caer en la necia retórica de la redundancia, pero hablar de esta VAINA (…) que llaman "dirigencia" opositora es francamente un absurdo reiterativo, por lo ampliamente trillado que resulta el tema. ¿Con qué se come eso? ¿Cómo se lidia con eso? ¿A que formula o teorema apelamos para entender esto? Descifrar los enigmas de esta fauna política equivale a tratar de comprender la existencia del trazado de las líneas de Nazca en el Perú o de dilucidar la teoría de Stephen Hawkins sobre el agujero negro, o peor aún desentrañar los oscuros misterios que rodean los actos de barbarie y aberraciones en los que vergonzosamente ha transitado la iglesia católica como institución a lo largo de la historia.

Este rosario por demás interminable de incompresibles y catastróficas situaciones son las que reinan actualmente en la oposición venezolana. Sin ánimos de querer generalizar, pero es que ya sus escasos e incautos seguidores y fanáticos aduladores, amén, de los sesudos analistas, sabiondos, lumbreras y eruditos que comulgan, simpatizan y apoyan a estos especímenes de la derecha venezolana, se han convertido inexorablemente en presas y víctimas de la enorme jungla de torpezas en la que han convivido durante más de dos décadas esta menguada clase política.

Muy sombrío luce el panorama, lleno de nubarrones de incertidumbre, arando infelizmente en un agitado mar de contradicciones, manteniendo dubitativas posturas, inmersos en una guerra fratricida, visceral sin cuartel (…) donde crepitan las pasiones y una brutal competencia de EGOS serán la nueva temporada de (Game of Thrones) para los furibundos amantes de la era digital, en la que disfrutaran de una colosal batalla de tronos: el trono de la arrogancia, el trono de la frivolidad, el trono del jalabolismo imperial, el trono de la opulencia, en fin, Netflix adelanta los multimillonarios contratos para con los más connotados pseudo-dirigentes de la oposición quienes serán los flamantes protagonistas de esta tragicomedia mediática.

Mi poca capacidad de asombro (casi por extinguirse) se reduce a su mínima expresión cuando observo las múltiples variantes de esta nefasta virulencia en la que ha devenido la "dirigencia" opositora. Lo que comenzó con un reacomodo de un chiripero remasterizado (1era variante) a finales de los años noventa, como resultados de los dispersos escombros de un bipartidismo (AD-COPEI) caduco. Ya en los albores del siglo XXI constituyeron la inefable Coordinadora Democrática (2da variante) que tenía como slogan o más bien como grito de guerra ¡Chávez vete yá! paradójicamente muchos de los integrantes de esa variante se fueron al estercolero de la historia. Luego se agruparon en una logia que llamaron mesa de la unidad democrática (MUD) que ni era mesa, ni existía la supuesta unidad ni mucho menos era democrática, con la que obtuvieron una pírrica victoria (2007) pero como uno es hijo del pueblo vamos a decirlo con Chávez; fue una victoria de mierrrda… que afortunadamente NO supieron administrar, ni tan siquiera con las parlamentarias del 2015.

Posteriormente surge de la nada el showman de Juanito Alimaña; va"la fechoría se toma su caña fabrica su orgia, la gente le teme porque es de cuidado, pa´ meterle mano hay que ser un bravo (…) así nos las interpreta el más grande, el poeta callejero don Héctor Lavoe. Volviendo a Juanito Alimaña: alias Juan Guaidomeros decreta la creación de la República de Narnia y entre sus avatares de ciencia ficción establece un gobierno paralelo (3ra variante), tal cual, una entelequia, como entelequia es quién la preside con su rimbombante lema: cese la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Este muñequito e´ torta el hijo adoptado y tempranamente desechado por el mentalmente trastornado magnate neoyorkino el lechuguino de Trump, tiene este señorito en su coco seco (atrofiado cerebro) una sobredosis de insensatez que colinda con la abundancia de su estupidez y juntas permanecen confinadas en un área contigua de contagiosa mediocridad.

Para completar esta retahíla de variantes que supera con creces las del SARS-COV-2 (Coronavirus). Las fuerzas que adversan al gobierno del Presidente Maduro, están generando otra variante del virus oposicionista que no deja de ser nociva y que tampoco hay que subestimar y es la plataforma "unitaria" y/o "alianza" democrática, así llamada, que no es más que la depauperada mutación de ese engendro viral llamado G-4. Pero como el pueblo ya está vacunado e inmunizado en un 80% contra esta plaga política que le ha causado un daño terrible a la república sin parangón, donde el torrente de arrechera aún sigue drenando en las confundidas mentes, los corazones amargos y oprimidos de muchos compatriotas: conocidos, amigos y hasta familiares - duele decirlo – que aun abrazan las efímeras y remotas esperanzas de ver a sus dizque "lideres" convertirse en una real y verdadera alternativa a esta tragedia que hoy vivimos los venezolanos (Sin Oposición)

No logro visualizar en el corto y mediano plazo en ese expectante horizonte a una figura política (El Outsider) capaz de aglutinar todo ese conglomerado opositor, que en su mayoría residen fuera del país, en torno a un prometedor y viable proyecto de Nación que incluya a TODOS sin excepción. Las corrientes opositoras han perdido su musculo combativo (mas no así su musculo financiero y mediático) sus propuestas cortoplacistas e inmediatistas se ahogan en el caos sobrevenido, producto de sus alocadas e infantiles acciones que han hecho que Maduro se atornille con más fuerzas en Miraflores.

Siempre hemos lamentado que en Venezuela no haya una oposición seria, responsable, identificada con las legítimas aspiraciones de un pueblo manipulado y subyugado, que estuviese a la altura del momento histórico, siempre sucumbió a las salidas intempestivas, a las aventuras del golpismo a cuentagotas y, lo que desgraciadamente condenamos con mayor rigor es la posición lacaya y rastrera a intereses foráneos bastardos, que de manera abierta y solapada siguen acechando a la patria de Bolívar.

Es aquí cuando resultan oportunas y apropiadas las palabras del Dr. Alirio Liscano cito: "La unidad es un propósito de patria, clave para ganar. Como humanidad poseemos diversidad, singularidad y complejidad; pero necesitamos vitalmente estar unidas y unidos ¿Cómo lo logramos? Respetándonos, reconociéndonos, asumiéndonos como seres falibles y erráticos y procesando con los mejores métodos nuestras diferencias más difíciles"

A todas luces la oposición venezolana obtendría una abrumadora y contundente derrota en las urnas electorales, lo que viene a confirmar el estado crítico de salud de las fuerzas que se oponen al gobierno, por lo fragmentada, atomizada en su estructura organizativa y con la ausencia notable de una conducción confiable, aparatosamente desprestigiada que la han convertido en una osamenta ambulante de mentes huecas, carcomida por sus incoherencias y errores, carente de cultura política y dotada de un atroz servilismo que se pierde de vista.

Finalmente, este venidero 21 de noviembre del año en curso, fecha memorable que nos recuerda la heroica gesta de los jóvenes estudiantes que libraron una ardua lucha contra el régimen opresor del Gral. Pérez Jiménez en 1957 y que abrió las compuertas a la era democráticas que tuvo desde sus comienzos innumerables entuertos y desviaciones signadas por una criminal política de estado que conculcó derechos fundamentales. Los venezolanos estamos convocados nuevamente a una contienda electoral – mega elecciones – donde todo parece indicar que la apatía, la abstención y los efectos aún vigentes de la pandemia sean los que predominen el día festivo del estudiante.

Concluyo con esta frase magistral de uno de los intelectuales orgánicos y comprometidos más sobresalientes de la segunda mitad del siglo XX, me refiero orgullosamente a mi paisano el tovareño Dr. Domingo Alberto Rangel Bourgoin, del quien pronto conmemoraremos su digno centenario, cuando en una oportunidad manifestase: Hay algo que se nos ha perdido en Venezuela, es ese decoro patriótico del servicio colectivo, de la solidaridad y del deber.

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