El sacrificado

Jueves, 09/12/2021 01:19 PM

La derecha habla de "sacrificado" cuando se refiere al candidato de la revolución al estado Barinas, Jorge Arreaza; como expertos en el casquillo politiquero expresan sus criterios al respecto y no hacen otra cosa que mostrar con creces su ignorancia total en la diferenciación en el ejercicio de la política revolucionaria y la que ellos practican. Un cadáver insepulto como Rafael Simón Jimenez, chavista como viceministro del interior, apartado del cargo antichavista fanático, para ver qué le tiran sale de "analista" sobre el particular... ¡qué poco saben, qué poca imaginación!. La práctica de este personaje nos aclara su visión del ejercicio de la política y la diferencia abismal entre la concepción revolucionaria y la capitalista en el hacer político. El revolucionario practica la política como entrega al prójimo, con implicaciones de sacrificio siempre presentes; se lucha por el poder para entregar poder a quienes no lo tienen, se hace política en aras de la justicia y el cumplimiento de principios de equidad e igualdad. Los principios revolucionarios dejan muy claro el objetivo que se persigue en una revolución verdadera, y la chavista la es... que, como es normal, surjan en determinados momentos el oportunismo, el mismo es propio del capitalismo, no de la revolución, así que la compañera o compañero que caiga en estas fallas, no se sigan engañando ni sigan engañando, serán cualquier cosa, pero chavistas nunca. Lógicamente este proceso, como muchos otros, no es, "químicamente puro", es inocente y absurdo pensarlo, por ello el que analiza la política desde la óptica de la derecha cree inconcebible que los revolucionarios entendemos el sacrificio como parte de la lucha misma y esencia de nuestra existencia propia, lo contrario es "andar al filo de la navaja" y confundir la chicha con la limonada.

Por supuesto que para la derecha, que todo lo mide en función de sus intereses personales o grupales, el sacrificio de un revolucionario no está en su diccionario, todo lo miden en función de lo individual, pero veamos el supuesto sacrificio que la derecha quiere endilgarle al candidato de la revolución y seguro gobernador, políticamente hablando: Jorge Arreaza es un cuadro formado de la revolución que consolidó su formación revolucionaria al lado del comandante Chávez, ha demostrado lealtad, competencia y honestidad. No es fácil ser Vicepresidente de una revolución, luego canciller, enfrentar al imperio, defender con dignidad y coherencia la patria y lograr estar en la cúspide directiva de la revolución bolivariana en los momentos más peligrosos de la misma, lo que para un político de la derecha es oportunidad individual, para un revolucionario es compromiso y sacrificio, son dos visiones antagónicas del poder; el revolucionario es distribuidor del poder, el capitalista es concentrador de poder para su beneficio o de su grupo. Para Arreaza, su compromiso con el chavismo está a prueba y chavismo más que teoría para la acción revolucionaria es un compromiso de vida con una idea libertaria, de justicia y de compromiso con los desvalidos de una sociedad. El principio chavista señala y coloca el tema del poder como la palanca para hacer y construir la nueva sociedad. Poder o no poder decía Chávez, entonces la figura individual pasa a un segundo plano y se convierte su acción en lo colectivo. Por eso Chávez señaló más de una vez aquello de, "yo ya no soy yo, soy un pueblo"; eso es algo más que una consigna, es un sentimiento espiritual y un compromiso cuyas raíces vienen desde lejos: el Cristo redentor, Bolívar, Róbinson, Zamora y tantos que se han sacrificado por la libertad de este pueblo y de los pueblos del mundo. A veces sin tenerlo teóricamente definido, el instinto caribe de este pueblo siempre lo coloca del lado de la revolución, los errores de la interpretación de nuestra idiosincrasia, las traiciones y otros males han desviado al pueblo en sus batallas muchas veces, pero el pueblo sigue allí, latente la batalla, rodilla en tierra y dispuesto a dar la pelea, siempre, sin desmayar ni ceder un ápice.

Hemos señalado con anterioridad que el caso de Barinas es un espejo donde se hace radiografía del cuerpo nacional en el proceso de lucha que llevamos a cabo; allí se condensan errores y aciertos, fallas, desviaciones, etc, etc. ¿Qué debe hacer y qué hace correctamente la revolución? ¡Lo acertado políticamente!, colocar al frente un cuadro de las características de Arreaza que impulse la revolución y supere el estancamiento en que cayó lamentablemente Barinas.

El pueblo barinés es revolucionario por antonomasia, allí echaron las primeras raíces la revolución federal de Zamora, traicionada ésta, el ímpetu revolucionario se sumergió para brotar después de más de cien años con el chavismo. Las propias características de este proceso nos ha llevado a cometer errores, además que la derecha también se ha concentrado en dividir el pueblo y desviar los verdaderos objetivos, pero no es el objeto de estas ideas caer en la crítica por la crítica; el error a veces es necesario para entender los tiempos y momentos históricos, pulsar la marcha del mismo y evaluar reflexivamente los pasos posteriores a dar, citando a Trosky, "toda revolución necesita el látigo de la contrarrevolución. En Barinas el pueblo chavista y revolucionario se desactivó peligrosamente y llegó el momento de relanzar el proyecto revolucionario a fondo, esa será la tarea de Arreaza. Pero para lograr este objetivo el pueblo tiene que dar un salto cualitativo en lo político revolucionario, lo organizativo e incrementar su capacidad de poder transformador como masa, más allá de lo individual, más allá de lo que pueda hacer un hombre o una mujer.

Jorge Arreaza hará de Barinas un antes y un después, como viejo ñangara lo percibo así, quizás me equivoque pero es hoy por hoy la mejor carta de la revolución para enderezar los entuertos y las desviaciones en ese estado. La derecha fascista ha invertido y seguirá invirtiendo muchos recursos comprando consciencias y tratando de derrotar las fuerzas revolucionarias en esa plaza, de allí que la revolución designe a un extraordinario cuadro que sabe su misión y no está midiendo riesgos en lo individual porque es un convencido de la esencia espiritual del chavismo que trasciende lo individual y abarca lo colectivo.

Que los problemas del CAAEZ, que las peleas subalternas, que las retaliaciones, que los privilegios, que los desaciertos, que los escuálidos gozando una bola mientras los chavistas se les aparta, todo eso debe ser y será corregido por cuadros con la claridad político-estratégica de un Jorge Arreaza y su equipo, que será el colectivo de Barinas. Creo que llegó la hora del pueblo revolucionario de Barinas, llegó la hora de avanzar en contraataque contra la derecha y la reacción, disfrazada o no.

Yo estoy seguro que el pueblo de Barinas con su sapiencia ubicará a Arreaza en su justa dimensión de la misión que debe cumplir en Barinas, insisto: ningún barinés que sienta en el corazón el palpitar espiritual del comandante debe dejar de votar el próximo 09 de enero por Jorge Arreaza. Es necesario cerrarle el paso a la derecha reaccionaria en ese estado, por la dignidad barinesa, por su tradición rebelde e irreductible, por tanto sacrificio derramado en función de esta revolución, por lo más sagrado del comandante Chávez, su terruño, debe permanecer en manos de revolucionarios y revolucionarias, que esta vez darán un ejemplo al resto del país y echarán las bases sólidas de un impulso definitivo que convierta al pueblo en poder real, no de la boca para afuera, sino en el ejercicio real y efectivo de esta revolución que nos pertenece como colectivo y que no obedece imposiciones ni grupos que pretendan sacarnos del camino de una revolución verdadera.

¿Entenderá la derecha ahora que el sacrificio es parte intrínseca del actuar de un revolucionario? Seguro que no, la mezquindad y el individualismo hace ciegos a quien cree que ve bien...

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