Ya hemos escrito parcialmente sobre el costo estimado del supuesto "interinato", CIENTO CINCUENTA MIL MILLONES DE DÓLARES ESTADOUNIDENSES anuales es la suma mínima estimada, atendiendo a lo que sería la diferencia con el producto potencial de la economía venezolana, en ausencia de las "sanciones" que el imperio estadounidense ha impuesto sobre todo el pueblo venezolano. Sigo pensando que, es un deber contribuir a desnudar el inmenso costo que la maniobra del interinato causa entre los venezolanos. Algunas formas adicionales para determinar el costo de esta muy lamentable experiencia histórica, por ejemplo, podrían consistir en ilustrar su efecto en la reducción de la renta de los venezolanos; si bien la renta o producto nacional ha caído como mínimo 85%, las pérdidas del ingreso de los trabajadores y los hogares más pobres se acerca más aún al 100%. La pobreza, medida en términos de ingresos, ha subido como mínimo 100% por lo tanto – a pesar de las políticas gubernamentales orientadas a atenuar este impacto- y ha terminado afectando a millones de hogares venezolanos que se han convertido en nuevos pobres. Otra manera de estimar el costo del "interinato" es el incremento de la informalidad en la economía; muchos trabajadores han tenido que acudir al sector informal de la economía, para poder generar ingresos complementarios con los que poder subsistir, o simplemente porque perdieron o abandonaron su empleo tradicional para convertirse en sus propios "empleadores". A la medida del subempleo, generalmente, la acompaña el crecimiento del desempleo o desocupación abierta de los trabajadores, valor que debe alcanzar igualmente índices históricamente elevados, aunque han sido probablemente atenuados por el derrumbe de los salarios reales. A todos estos indicadores los acompaña igualmente la migración de una porción importante de la fuerza laboral, buscando mejores condiciones en el exterior, lo cual ha ocurrido, además, en condiciones muy duras, por ser repentina y porque está acompañada de una disminución del crecimiento económico o la actividad productiva también en el resto del mundo, en parte, por la crisis generada por la epidemia de COVID. Esta misma epidemia de COVID ha contribuido a hacer más dura y difícil la situación de los venezolanos, dentro y fuera del país. Igualmente, han contribuido a hacer más difícil la situación de los venezolanos migrantes, las políticas migratorias aplicadas por Estados Unidos y gobiernos vecinos administrados por sectores de derecha, en los cuales se alimenta además la xenofobia e ignorancia entre las masas. Es importante destacar de esta migración de venezolanos al exterior, la composición predominante de la misma por jóvenes y profesionales, lo que constituye una pérdida importantísima para las posibilidades futuras de crecimiento económico de una sociedad o país, pues mientras más se prolonga en el tiempo, termina por romper sus vínculos nacionales, y amenaza con hacerse permanente y perderse definitivamente. A estas situaciones hay que agregar también el efecto sobre el deterioro de los indicadores sociales y las políticas asistenciales para la población, sobre todo para la población necesitada, que como hemos visto en nuestras reflexiones previas, aumenta por el significativo deterioro de las condiciones nacionales de existencia.
No hay, por todo esto, gloria ninguna en el "interinato" y la extensión de la duración de éste sólo hace más pesado su costo sobre el bienestar de los venezolanos. Una actitud digna de Guaidó, renunciando a cualquier reivindicación del mismo y ofreciendo su concurso a favor de la reconciliación de Venezuela y la recuperación del país, es lo que correspondería hacer y contribuiría a dar un cambio significativo a las actuales circunstancias. El bienestar del pueblo debe ser siempre el objeto central de la política democrática, cuándo esto no ocurre claramente y, al contrario, es el pueblo la principal víctima de nuestros actos, es difícil aceptar que nuestra conducta política pueda calificarse válidamente como democrática.