El impostor autoproclamado

Jueves, 17/11/2022 03:50 PM

En estos días sucedió algo que llamó la atención y fue a nivel nacional e internacional sobre un personaje que muchos llaman el Interino. Sin embargo, está postura es de un personaje alimentado por el Tío Sam que hace muestra empecinada de que es un mandatario reconocido por la Sala Oval de la White House Made in USA. Para ahondar más sobre dicha marioneta, estudios revelaron que quienes sufren este trastorno se niegan a valorar sus propios méritos, es decir son como un barco a la deriva y más aún sí están en el campo político, muchos le llamarían Bipolares, con el permiso del Lorenzo Mendoza otro más del circo. De tal manera, dicen que el síndrome del impostor es "un proceso psicológico por el cual la persona que lo desarrolla no reconoce el propio éxito en el ámbito profesional". El término fue acuñado por Pauline Clance y Suzanne Imes, psicólogas, que en 1978, hicieron dicho estudio no de estos personajes sino en el campo clínico experimental.

En nuestro país tenemos a un personaje de la caterva opositora que padece del tan nombrado síndrome del "Impostor Autoproclamado" el cuál suele pensar que no son merecedores de ninguno de los reconocimientos o triunfos a causa de su desempeño laboral o político, de acuerdo con investigaciones en el área de la Psicología. Según estudio reveló que la persona vive permanentemente con el sentimiento y la idea de que no vale para ello, de que es un fraude y que está engañando a todo su entorno. No tienen la capacidad de valorar sus propios méritos, es decir son un cero a la izquierda.

Esto suele suceder especialmente en el ámbito político y se ha evidenciado alrededor del mundo, mayoritariamente en individuos que se hacen de la idea de que son los elegidos. En nuestro país no escapa de ello con un experimento del Departamento de Estado Norteamericano. Nos hacemos está interrogante; ¿Cómo afecta el síndrome del impostor en el ámbito laboral y político? Es un hecho que en el ambiente en el que más se evidencia el síndrome del impostor es en el trabajo político, pero ¿de qué manera? Ansiedad por un nivel elevado de autoexigencia, por supuesto cómo no va a lograr nada hay periodos de frustración constante. Las personas que son demasiado "exigentes" consigo mismas nunca se sienten satisfechas con el resultado de sus proyectos, tomando en cuenta de que el mérito sea propio. Tanto así que pueden revisarlo y rehacerlos una y otra vez en un solo día, porque creen que nunca están lo más perfectos posible, lo cual no sucede con el autoproclamado, que sin duda no va cumplir con dichas expectativas.

Los sentimientos que suelen sentir hacia sus trabajos son de frustración y pesimismo. Estos individuos piensan que lo que hicieron no vale de nada y, por ende, rechazan los halagos que puedan hacer los demás en su ambiente laboral, si el personaje ha probado cualquier inventiva para lograr su objetivo de ser presidente de cualquier forma tendrá que conformarse de lo que es y aceptarse que es un error ambulante.

Esto, por supuesto, puede generar mucho estrés y ansiedad, lo que puede perjudicar el desempeño "profesional" de este personaje salido de los cuentos de los laboratorios del país de las Hamburguesas. El que no haya notado la Baja autoestima del personaje que padece del síndrome del impostor tienden a estar pendientes del trabajo de los demás, comparándose frecuentemente con sus compañeros la ralea opositora y enfocándose en esos detalles que, por pequeños que sean, no hicieron bien y los demás sí, bueno quien sabe hasta que punto. Esta constante comparación suele alimentar la creencia de que los demás merecen sus logros y los autoproclamado no.

Está atribución disfuncional las personas con síndrome del impostor suelen atribuir sus logros y a factores externos en lugar de pensar que se deben a consecuencia del trabajo propio, la habilidad y dedicación, sabiendo de antemano que son un ensayo de laboratorio. Otro es la suerte, circunstancias del entorno o, incluso, a la acción de terceros son los principales pensamientos cuando obtienen algún mérito, si lo lograsen cumplir.

Sin embargo, esto afecta a la persona a nivel psicológico y emocional, haciendo que se sienta deprimida al pensar que lo bueno que le sucede se debe a factores de los que no tiene control, y que lo malo que le ocurre es únicamente por su culpa, por supuesto que el individuo debe notar antes de que sea tarde y remediar el error. De tal forma, que Rumiar cómo las vacas es un fenómeno en el que no se puede dejar de dar vueltas a un mismo pensamiento o idea negativa, provocando ansiedad y angustia por tanto contenido negativo por no tener el control sobre el pensamiento propio, ya que un individuo sin personalidad está en esa diatriba.

Esto puede llegar a ocasionar una obsesión en la persona que lo padece y no puede abandonar esa idea constante. Los pensamientos rumiantes suelen estar relacionados con la idea de no valer para el puesto de trabajo político. De no merecer los éxitos que han alcanzado o creer que los demás son mejores y que, además, constantemente los juzgan, y le serán juzgados.

Ahora la falta de asertividad de esta personas suelen tener más ser más asertivas a medida que tengan una buena autoestima y tengan una imagen positiva de sí mismos (imposible). Pero, las personas con baja autoestima y que se perciben como personas no poco eficaces, suelen ser menos asertivos a la hora de dar su punto de vista o comunicar sus sentimientos adecuadamente, que por cierto, el único que tiene un buen concepto es un portales palangristas cómo todos sabemos quiénes son y como son administrados.

Otro punto importante es su autoaislamiento social, estás personas que padecen del síndrome del impostor interpretan los halagos y las muestras de reconocimiento "profesional de la mentira" de forma negativa, a modo de burlas o de falsas expectativas. Esto puede causar que se aíslen más que los demás, interpretan cualquier interacción con las personas de su entorno como una amenaza de quedarse solos.

Estos individuos tienen un aferramiento a la zona de confort normalmente, las personas que se sienten como impostoras en su vida evitan los retos y no suelen salir de su zona de confort. Este es uno de los indicativos más fiables para identificar si alguien es víctima de este síndrome. Otro indicativo es que la persona le teme al fracaso, algo que es inevitable cuando debe realizar tareas nuevas y no cree poseer ni el conocimiento ni la experiencia necesaria para poder hacerla de forma correcta, aquí es donde se le enreda la cometa al "Pseudo" líder opositor.

Finalmente la falta de motivación por parte de los gringos, estás o la persona cree que el éxito que puede tener en su trabajo político no es debido a ella, por lo que va perdiendo poco a poco las ganas y el interés por expandir sus conocimientos y habilidades. De tal manera que la Inseguridad es su tormento, porque lo mencionado anteriormente está íntimamente relacionado con la inseguridad, pues está persona no considera que el trabajo político que hace no es de suficiente calidad. Además, la sensación de que las cosas saldrán mal debido a la inseguridad trae como resultado que, efectivamente, salga mal, dándose el fenómeno de la profecía autocumplida. La pregunta es; que inventiva saldrá de los laboratorios del Departamento de Estado porque este experimento con el Personaje Autoproclamado no funcionó ni funcionará.

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