La depreciable oposición venezolana

Domingo, 28/05/2023 12:22 AM

Es lamentable la mala suerte que han tenido los países centro y sudamericano desde la ocupación española. A raíz del advenimiento de la conquista y la posterior colonización del nuevo mundo lo que continuó no fue más que un cúmulo de equivocaciones. Todo comenzó, hasta nuestros días, desde el mismo momento que Cristóbal Colón, quien por su ignorancia pensó que había llegado a las Indias Occidentales. Desde ese instante nos encasquetaron el gentilicio de "indio", el cual perdura hasta hoy.

Evidentemente, la reina Isabel la Católica y su consorte, el rey de Aragón, desconocían que la tierra que recién pisó el navegante genovés era muy extensa, comparada con los reinos de Castilla y Aragón juntos. Mucho más inmensa de lo que sería todo el reino de España, así mismo, más enorme que toda Europa. Hoy se conoce que la superficie de Centro y Suramérica es de 20 millones de kilómetros cuadrados, el área de España un poco más de medio millón kilómetros cuadrados y el de Europa sin Rusia, es de 10,5 millones de kilómetros cuadrados. En qué cabeza cabe que el reino de Castilla y Aragón iba a tener suficientes soldados y gente como para colonizar una extensión territorial tan enorme. Aquí comienza los traspiés.

Es conocido por los eruditos y por cualquier lector de historia que las guerras entre los países europeos durante el siglo XVIII nunca paraban y sobre todo, la de los ingleses y franceses contra los españoles, lo cual impedía enviar soldados para vigilar sus territorios de ultramar. Una vez que los criollos centro y sudamericanos se enteran de la invasión francesa contra España por parte de Napoleón, aprovecharon la oportunidad para separarse de la Madre Patria, no por la independencia, únicamente para conseguir los mismas posiciones de los peninsulares en el gobierno, además, alcanzar los beneficios de la aristocracia colonizadora.

Continúa de esta manera la secuencia de errores. Surgen los criollos, quienes ocupaban puestos de segunda categoría en la administración y se apoderan del poder y sacan a los peninsulares de los cargos que ocupaban en el gobierno. Es cuando se da comienzo a la guerra de independencia dirigida por los que se llamarán libertadores, muchos de ellos masones, ignorantes del pensamiento, organización y cultura de los aborígenes de las regiones de américa. Ningún libro de historia narra una conversación de los libertadores con los jefes indígenas de los pueblos originarios. Se sabe que la Ilustración proveniente de la vieja Europa, una doctrina concebida por los burgueses franceses, la cual no tenía nada que ver con la cultura kariña, jirahara, cumanagoto, guajira, inca, pemón, maya, mapuche, guaraní, entre las diversa etnias que poblaban el Nuevo Mundo, que no era tan nuevo. Aborígenes que no sabían nada de independencia, mucho menos de la ilustración francesa y tampoco hablaban castellano para entender aquella jerigonza. Era notorio que quienes forjaron la independencia de los pueblos centro y suramericanos tenían mentalidad occidental y así como también, las teorías traídas del otro lado del charco fueron concebidas por la burguesía europea. Fue tal la equivocación de los criollos centro y suramericanos que las mayorías de las constituciones redactadas fueron un burdo remedo de la Constitución de los Estados de la Unión, hoy EEUU.

Evidentemente los españoles tenían las de perder, una vez que comienza la guerra de independencia en centro y sur América los reinos de Catilla y Aragón no tenían soldados para defender aquellos vastos territorios y los huestes que lucharon en Europa no se había restablecidos de las guerras napoleónicas. Nuestros liberadores, en su afán de ganar la guerra se buscan el peor aliado, la monarquía británica que mantenía una conflagración eterna con los españoles por cuestiones de ambiciones territoriales y de riquezas. Como se sabe, los británicos no son aliados de nadie y contribuyeron con la guerra de independencia americana en la medida de sus beneficios. Nos endeudaron con intereses leoninos, con la venta de armas y alquiler de tropas que se tardó mucho en cancelar, todavía hasta finales del siglo XIX el débito contraído con el Reino Unido no se había pagado.

Ciertamente, se ganó la guerra pero no la independencia, Venezuela quedó sumida en la miseria y dependíamos económicamente de las importaciones. Los ejércitos libertadores triunfaron, mejor dicho los criollos, quienes se convirtieron en los nuevos amos de la tierra. Estos continuaron esclavizando a los pueblos originarios y a los hombres de color, los descendientes de los primeros africanos. Se ganó la guerra y surgió el horror de las montoneras, por ambiciones personales, aquellas tropas asolaron todas etas tierras que ya estaban en la miseria. Aquella ilustración no sirvió de nada, inclusive no sirvió de nada en Europa, tampoco la Constitución, que la interpretaba cada caudillo a su manera. Al igual que los criollos, unos de los grandes beneficiarios fueron los curas hipócritas, ahora aliado con los nuevos gobernantes y antes, cofrades de la aristocracia española.

La cadena de equivocaciones continuó con los gobiernos militares dictatoriales apoyados por EEUU y las viejas potencias europeas, hoy súbditas del gobierno de Washington. Eran tiempos de pánico, hasta cuando llegó el invento capitalista para subyugar a los países centro y suramericano, la conocida Democracia Representativa. Un modelo político para que las empresas capitalistas norteamericanas se apoderarán de las riquezas de los países centro y suramericanos, sustraer materia prima, conseguir mano de obra casi esclava y mercados cautivos. Surgen así en centro y sur américa los partidos para competir en las gestas electorales donde por lo general ganaban los partidos complacientes al Departamento de Estado.

En Venezuela aparecen en el siglo XX varios partidos que se mantuvieron muchos años. Entre los que más subsistieron fue Acción Democrática (AD), COPEY y el Partido Comunista (PCV). Sus viejos dirigentes Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Gustavo Machado respectivamente, mantuvieron una hegemonía en las direcciones de esos partidos que no dejaron el surgimiento de nuevos liderazgo. Como consecuencia, no quedó otra alternativa que el fraccionamiento de aquellos partidos. AD se dividió varias veces en el MIR, PRIN y NT; COPEY en el partido conservador y la izquierda cristiana, y el PCV dio origen al MAS. Lo más grave de esto fue que se forjó entre la juventud de esos partidos cierta apatía, negándose a participar en la política.

Las equivocaciones no se detienen y se pagan caro. Ante la carencia de nuevos líderes el Departamento de Estado de EEUU logra formar en las universidades gringas algunos jóvenes sin raigambre en la cultura y gentilicio venezolano, descendientes de las familias de alto poder económico y educados en el extranjero. Aparecen jóvenes, tanto mujeres como hombres, quienes serán financiados por ONGs estadounidenses, como la USAID (agencia "humanitaria" de EEUU responsable de planificar y administrar la asistencia económica y humanitaria del mundo. Una manera de intervenir en la política de otros países) encargadas de formar nuevos liderazgos de partidos políticos de la derecha recalcitrante. El único objetivo de estas organizaciones era y es alcanzar el poder para que, una vez que lleguen al gobierno, entregar a Venezuela a los brazos de la administración de Washington. Son estos, hoy no tan jóvenes, quienes aspiran competir en una elecciones primarias para decidir sobre el futuro candidato a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.

Evidentemente los deslices no dan origen a buenos resultados. Quienes acudan a votar tendrán que escoger entre una cáfila de personajes más conocidos por sus atropellos al pueblo venezolano que por sus buenas actuaciones, lo único que han hecho es conspirar, destruir la economía y quebrantar la estabilidad del país por mandato del gobierno que los financia, es decir EEUU. No creo que ningún país posea una cofradía de políticos tan ineptos y traidores. Estos incompetentes lo único que han hecho es cometer errores tras errores durante más de veinte años, dado que a ninguno se le conoce una buena gestión política.

Podemos enumerar cada uno de los rasgos de tales candidatos como por ejemplo María Corina Machado: miembro de una familia oligárquica cuyas empresas han explotado a los trabajadores desde hace más de medio siglo, además, no esconde sus compromisos con sus amos del norte, lo cual está comprobado en la "memorable" foto al lado del ex presidente Bush. Este compromiso está corroborado ante la insistencia de la señora Machado de solicitar la invasión a Venezuela de los Marines norteamericanos, además, la exhortación con insistencia de la aplicación de sanciones económicas y financieras contra el pueblo venezolano. Sin dejar de lado el apoyo de la referida a los golpes de estados contra los gobiernos democrático del presidente Chávez y del presidente Maduro. Así mismo el respaldo de la misma a los movimientos terroristas que pretendieron desestabilizar la democracia del país. De Benjamín Rausseo no es mucho lo que se puede referir, más allá de su vocabulario soez y vulgar de quien cree llamarse comediante, además, no se le conoce ninguna participación en una gestión de tipo político como dirigente estudiantil, sindicato, legislador, etc. Delsa Solórzano es más conocida por su ignorancia supina, dado que, a pesar de su autodefinición como líder en un país petrolero, desconoce que el barril de petróleo no es un recipiente sino una medida de capacidad. Quizás estará pensando que la madera de los barriles podrá reciclarla para resolver el problema de la vivienda. Del bobolongo de Capriles no vale la pena escribir mucho, todo el mundo conoce la magnitud de su estupidez. Sin embargo, parece no cansarse porque está amenazado con la llegada del "flaco". Freddy Superlano es famoso por sus actuaciones en los burdeles de Cúcuta, quizás, si llega alcanzar la silla de Miraflores las meretrices de la hermana república de Colombia podrá alcanzar el poder. César Vivas, no es nada nuevo en la política, es un zorro viejo, una antigua ficha de COPEY quien conoce de los chanchullos del poder porque ya los practicó cuando fue gobernador. Andrés Velásquez es un eterno fracasado y por lo tanto naufragará nuevamente en las aguas borrascosas de las elecciones primarias. De los otros no vale la pena escribir nada, simplemente porque nadie los conoce y tampoco han hecho algo productivo.

Como colofón no me queda más que referir que lamentablemente la mayoría de las experiencias políticas en centro y sur América fueron importadas y de allí los continuos fracasos. Nuestros antiguos libertadores nunca se preocuparon por conocer la forma de organización social, política y económica de nuestros pueblos originarios, las cuales había dado muy buenos resultados y lamentablemente, aniquiladas primero por el invasor y luego por los criollos. Voy hacer mías la frase de Confucio, el gran pensador chino: "En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza". Lee que algo queda.

 

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