"Un cínico es un hombre que,
en cuanto huele flores,
busca un ataúd alrededor"
H. L. Mencken
Económicamente no hay discusión, ya que, todo el mundo sabe su procedencia de clase y políticamente la respuesta es muy sencilla: del cinismo y lo acaba de reafirmar la periodista Mary Pili Hernández, al acuñarle ese calificativo sin ningún tapujo: "Hay que ser muy cínico" al tomar la declaración de la Machado, cuando llegó a la desfachatez de solidarizarse con Israel a raíz del ataque de Irán, como respuesta a la infinidad de atropellos y asesinatos por parte de los israelíes y su desquiciado primer ministro Netanyahu.
Por eso en cierta ocasión, expresé, que el autoproclamado era un niño de pecho, antes la agresividad y muestras de una fiel servil del imperialismo en Venezuela. Además, no me queda ninguna duda, que en parte la grave situación del país se la podemos endosar a esta dama, tan pitiyanquis, que no la piensa dos veces y a veces se adelanta a la opinión del gobierno de Joe Biden, sabiendo de antemano, que son bien recibidas por todo el aparataje mediático de la Casa Blanca.
Toda la alharaca montada por María Corina, tiene un asidero muy bien pensado y seleccionado, ya que, en el único pedimento en el cual no la complació el gobierno gringo, aunque hubo varios intentos aislados, fue en la invasión, porque en todos los demás deseos no faltó nada a tal punto, que la escases de alimentos y el grave problema de combustible se originaron por un bloqueo y eso no se borra de la noche a la mañana, porque la dependencia tecnológica es una camisa de fuerza muy difícil de zafarse.
A medida, que está dama tan peligrosa, como cualquier soldado mercenario mandado por el gobierno estadounidense a enturbiar la paz y tranquilidad de los venezolanos, se desespera va a vomitar todo el arsenal venenoso, que viene acumulando en contra de Venezuela. Ella bien lo sabe, que su trabajo tarifado en parte le ha dado resultado y por eso jura, que, sin ella, el proceso electoral no tiene razón. Lo ha dicho en infinidades de veces y por eso se cree la reina de la fiesta.
La inhabilitada es una muestra fehaciente de la forma, como los gobiernos estadounidenses apelan a cualquier medio para tratar de aplastar la soberanía de Venezuela. Sin embargo, la barrera del pueblo les ha impedido concluir en sus anhelados proyectos, a pesar de las infinidades de intentos en momentos bastantes álgidos, con un desquiciado, como Donald Trump, quien sigue en el empeño de ser presidente, así, como la inhabilitada padece incontrolables pesadillas al saber, que puede llorar, patalear y en última instancia aparecerse disfrazada de la estatua de la libertad, pero no va para los comicios del 28 de julio.