La motosierra no es la solución a los fines de darle continuidad a la democracia que vive el pueblo venezolano, con resultados económicos y sociales favorables para los venezolanos. Las expresiones de odio manifiestan la desesperación y la intolerancia característica en ciertos sectores de la oposición venezolana. La incapacidad de aceptar una victoria electoral del presidente Nicolás Maduro, es vista como un fraude premeditado por aquellos que solo contemplan su propio triunfo, desencadena periódicamente mensajes cargados de furia, discriminación y un ánimo de aniquilación total hacia el chavismo. Este discurso, lejos de ser una novedad, refleja el modus operandi del antichavismo. Su negativa a aceptar la voluntad popular expresada en las urnas ha llevado a recurrir a la violencia y al sabotaje, cuyos objetivos concretos son deslegitimar el proceso electoral, sembrar el caos social y justificar la ira como herramienta para alcanzar el poder. Si el odio llega a Miraflores. Que va hacer solo perseguir a los Chavista, con la motosierra del Javier Milei.
En esta ocasión deseo reafirmar que el bloqueo y las sanciones que los EEUU y la Comunidad Europea, ha venido aplicando a nuestro país. Son una expresión del programa de gobierno, que presenta la reina del fascismo María Machado, para conquistar el poder en las próximas elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio 2024. En este sentido, ya que hemos comprobado que un porcentaje importante de la población venezolana, en su mayoría percibe directamente el resultado de la grave situación que estas medidas impactan directamente en nuestro país, ejerciendo sobre la población una sensación de supuestos errores y omisiones. Cuando todos sabemos que el bloqueo y las sanciones en contra del pueblo venezolano, son las respuestas imperiales a la rebeldía del pueblo venezolano, deseamos ser independientes, libres y soberano.
El bloqueo y las sanciones también ha impactado a los empresarios y a los emprendedores, incluso como lo define la mismísima Fedecámaras, ente empresarial, que no enfrenta al Chavismo con odio, y se mantienen exponiendo directamente la solicitud del cese de las medidas coercitivas, ya que los más altos voceros de esta asociación de empresarios, han sentido las dificultades que presentan estas medidas diseñadas para agredir a la sociedad en su conjunto y ellos mismos se han encargado de ejercer presión para solicitar la suspensión de estas acciones, aplicadas desde el exterior que directamente impactan la industrialización y la comercialización del país.
El candidato presidencial de la Plataforma Unitaria, Edmundo González, sus actuaciones como candidato presidencial de la oposición que bloquea y sanciona al pueblo venezolano, indican que acepta el tutelaje impuesto por la reina del fascismo: María Machado, y el espejismo de la "transición". González se presenta como el salvador de la "reconstrucción" del país, y asegura la victoria electoral de la Plataforma Unitaria, como un hecho consumado. Esta certeza, desligada de la realidad, revela una estrategia de anticipación a la derrota con la que pretende legitimar un posible panorama violento bajo la excusa de un supuesto fraude electoral.
En lo poco que dicen los oposicionistas en campaña por ganar las elecciones presidenciales programada para el 28 de julio 2024, indica el vacío ideológico y programático, que se esconde tras la fachada de la "unidad democrática" que pregona Edmundo González. Sus declaraciones revelan una dependencia absoluta hacia la reina del fascismo: María Machado y un programa económico que busca la entrega de Venezuela, a intereses extranjeros, particularmente a Estados Unidos y a la Unión Europea. González, al admitir que su gobierno seguirá el programa "Tierra de Gracia" de María Machado en asuntos económicos, confiesa que su programa de gobierno es la motosierra.