Cambié sólo freezer, nombre utilizado por el amigo Jesús Puerta en artículo reciente en Aporrea, por congelador, simplemente para ser más castizo; de resto el nombre es exactamente el mismo. Su contenido, en cambio, pretende escuetamente aclarar algunas cosas dichas por el amigo y compañero de luchas y de análisis, con quien tengo bastantes coincidencias en las apreciaciones sobre la situación actual. Me hizo el honor en nombrarme, junto con Gustavo Márquez y Enrique Ochoa Antich, con quienes he venido desde hace cierto tiempo reuniéndome, dadas nuestras coincidencias en los análisis y en nuestras actuaciones.
Lo primero a señalar es que siempre he tratado de mantener la cabeza fría al analizar la situación política, pues es la única forma de acercarse a conocer la realidad y poder actuar en consecuencia. Es justo lo que le ha faltado a la oposición que hoy apoya a Edmundo González Urrutia, cuyo fanatismo es digno de los seguidores del Caracas o del Magallanes. Pero no sólo han actuado así en sus análisis, que tampoco han sido muchos ni muy profundos, salvo contadas excepciones, sino que lo han extendido a sus acciones, que han ido desde movilizaciones de calle violentas, hasta incursiones armadas de mercenarios extranjeros, pasando por solicitud de invasión al gobierno de EEUU.
Teodoro y la izquierda comunista efectuaron una profunda reflexión política sobre la lucha armada y el gravísimo error que significó la misma, y adoptaron de inmediato una clara posición de asumir la ruta democrática. Por ello a nadie se le ocurría pedirles que la rechazaran de nuevo y reafirmaran sus convicciones democráticas. No han procedido así quienes hoy apoyan a EGU. No se han referido a los errores y horrores cometidos en estos 25 años y que continúan, en forma si se quiere ambigua, apoyando la existencia de la Asamblea Nacional de 2015, de un supuesto TSJ legítimo y de la apropiación y manejo de los activos de Venezuela en el exterior por estos grupos.
Es por ello que es lógico solicitarle al candidato, que se presenta con un discurso de amplitud y de reconciliación de los venezolanos, que señale con claridad su posición crítica de lo ocurrido y contraria a la permanencia de esos vestigios del interinato, que siguen medrando de las riquezas nacionales. Como tengo la cabeza fría, no le estoy pidiendo a EGU que ataque a María Corina, ni que haga referencia a ella en el momento de pronunciarse, ni que se deslinde de ella electoralmente. Simplemente que, así como rechazó las sanciones y dijo que eran inefectivas, cosa que María Corina no ha hecho, dé sus opiniones sobre lo que hemos señalado.
Como analizo con la cabeza fría, no puedo simplemente aceptar lo que un candidato me diga, pues ya sabemos que los candidatos son proclives a decir cualquier cosa para ganar adeptos. No estoy pidiendo un acto cuasi religioso de constricción, simplemente una declaración que me deje claro la sinceridad de sus planteamientos. Y esto no tiene nada que ver con solicitudes similares que algunos disidentes del Chavecismo puedan estarle haciendo al PSUV, pues nunca fui militante ni del MVR ni del PSUV. Sobre la posibilidad de un zarpazo del gobierno, sí lo creo posible y así lo he señalado y debe ser considerado en el análisis de la situación actual, con miras a que nadie se sorprenda si ocurre y se tenga una respuesta adecuada a esa nueva situación.
Algo que la oposición de la PUD y María Corina deberían entender es que las críticas que se les hacen, cuando están bien cimentadas y argumentadas, deben ser objeto de atención y no de rechazo inmediato como si fueran una agresión político electoral. Gastan mucho más esfuerzo en silenciar las voces de alerta en forma inmediata que en resolver sus fallas y atender las recomendaciones. Faltan siete semanas para las elecciones y hoy sabemos que el respaldo en las encuestas es para EGU con bastante ventaja sobre Maduro, que cerca de un 70 por ciento ha dicho que votará, que la votación de los otros candidatos opositores es muy baja, por lo que la contienda será entre EGU y Maduro. Falta el desarrollo de modelos que lleven los votos a valores absolutos para cada candidato, para tener una idea más clara de lo que realmente ocurrirá.