"Cuando se hacen las maletas
se debe tener un espíritu abierto
a todas las sorpresas..."
Francisco Nieva
La María Corina, es tan sorprendente, que ahora anda anunciando sorpresas y, es bien pendejo el que caiga en una de sus trampas, por muy disimulada en hacerlas por su desesperación de llegar a Miraflores a costa de lo que sea para cumplirle al gobierno estadounidense; ya que, de no andar montada en todo el aparataje del imperialismo –sobre todo el mediático– el cual es su razón de ser; de lo contrario pasaría, como una protagonista de una pelea callejera de mujeres celosas, que al final ponen la cómica y cada quien para su casa.
Ahora, está haciendo el papel de espantapájaros y son pocos los que son engañados, con ese tapujo, después de haberlo utilizado, cuando el golpe de estado del 2002. El libreto ha ido de mano en mano, Capriles Radonsky, lo uso y ya saben los resultados; luego se lo pasaron al Guaidó, para finalmente buscarse otro mamotreto fácilmente manejable por la representante del circo; un sustituto físicamente muy golpeado, pero con la maldad a flor de piel, por lo tanto no le quedaba otra, si no cargarlo, como un niño de pecho y de paso colocarse el afiche del personaje, en su pecho, como un adorno, a pesar de un prontuario, como para asustar a cualquier mortal.
La inhabilitada sabe perfectamente, que las protestas levantadas de manera violentas y criminales para meter miedo, se han apaciguado por la acción enérgica del gobierno. El mismo candidato sustituto antes el llamado a declarar, se ha paseado por varios argumentos para no comparecer a la cita, por la culpabilidad antes hechos muy graves, que deben ser castigados de manera enérgica por la justicia venezolana. Son 23 muertos y 195 heridos, que no pueden quedar impune, después de haberse comprobado las acciones vandálicas de personas contratas para crear el caso, con sus cabecillas: Edmundo González y su apoderada, María Corina Machado.
La María Corina, siempre ha navegado en un mar de mentiras, y ahora no haya a quien dirigirle los paquetes de falsedades y me da la ligera impresión, que, por esa necesidad enfermiza de mentir, se está autoengañando, por el afán desmedido de trasmitirle algún mensaje esperanzador a sus seguidores, porque está lanzando, cohetes con la pólvora mojada. Sus últimas declaraciones, son tan vagas, que quien las oiga, lo que puede es arrugar la cara y voltear, como el que se levanta de una mesa de juego derrotado y, de paso a pie para la casa.
La última convocatoria a marchar, los regresos a su punto de partida, lo que en una oportunidad le dio argumentos al comandante Chávez, para bautizarlos de ¡escuálidos! Ya que, las concentraciones al final terminaban muy raquíticas. Los mensajes de hasta el final, es la típica reacción del que no sabe de dónde agarrarse. Este lunes 26, trató de darle esperanzas a sus afligidos acompañantes, con el mismo mensaje: "el final del régimen del horror se acerca, una nueva fase de la estrategia ha comenzado, con el fin de concretar la victoria. Hoy no puedo decirles el momento exacto en el que vamos a concretar la victoria, pero sí, con absoluta convicción, les digo que el destino de esta lucha es la liberación de Venezuela"
Mayor ambigüedad imposible, está en una tira y encoje y se puede comprobar, cuando en una parte de sus declaraciones lanzó humo perfumado: "Nuestras tácticas son tan diversas que no van a poder contenerlas, y vamos a actuar con precisión para que ellos no puedan evitar nuestro avance" Nuevamente va, hasta el final, pero por otro camino y así, comenzó Guaidó y, cuando Antonio Ledezma, está llamando desesperado preguntando por el ¿Dónde está mi presidente Guaidó? Los jodedores le decían ¡anda a buscarlo a Miami! Había huido alegando miedo por ser capturado, después de todas sus bravuconas. No sé, si ese será el final de la inhabilitada, pero por lo menos tiene a donde llegar.