"No hay animal más peligroso que el animal herido" (Anónimo)
Pareciera que el extremismo político del más radical antichavismo, no tiene límites en la aplicación de sus máximos niveles de odio político, cuando están viviendo momentos de evidentes desesperación, ya que consideran que ésta en su última oportunidad de asaltar el poder en Venezuela, cuando hasta ahora todos sus planes destructivos, no les ha dado los resultados esperados de crear todas "las condiciones objetivas" para un golpe de Estado.
El ejemplo más concreto de la desesperación política de una ultraderecha supuestamente venezolana, ha sido con los ataques informáticos y eléctricos, ya que no les importa para nada los llamados "daños colaterales" que les han estado causando a toda la nación y que cuentan con todo el apoyo de los gobiernos de la derecha internacional, especialmente por el imperialismo estadounidense y la unión europea.
Ya que en estos momentos se han incrementado de manera exponencial las sanciones en contra del Estado venezolano y los funcionarios públicos, en la que todas y todos sabemos en éste país, que las ilegales medidas coercitivas unilaterales, afectan significativamente la economía nacional y la calidad de vida de la población en general.
Sin embargo, en el colmo del cinismo, éstos furibundos militantes del odio político, niegan cualquier participación en acciones criminales y terroristas, cuando se burlan y minimizan cualquier responsabilidad sobre los hechos ocurridos después de las elecciones presidenciales del 28 de julio del 2024, cuando con el mayor sarcasmo aseguran que los muertos y heridos causados por "los comanditos del terror", es un falso positivo montado por el gobierno nacional, ya que ellos pertenecen a una derecha decente y preparada.
Aplicando una presunta "fina ironía" por parte de la oposición radical, que mantiene la tesis insurreccional de que éste es el momento para "llegar hasta el final" y así lograr el poder político en Venezuela, cuando intentan con los apagones generar molestias en la población, que permita el desarrollo de una guerra civil y se convierta en la gran excusa para que intervenga una ayuda militar extranjera con "propósitos humanitarios" y reestablecer el orden interno.