Para ayudar a María Corina en su pérdida de Edmundo creo que la parapsicología es muy importante, ya que en primer lugar lo puede tratar como un espíritu errante aunque puede equivocarse.
Claro el diagnóstico es lo primero en cualquier emergencia parapsicológica y debe ser del tipo diagnóstico rápido: ¿Edmundo se fue por traición o por Posesión diabólica? No debemos confundir un simple ataque de ansiedad con una posesión demoníaca. Para lo cual, se debe implementar para ella una serie de preguntas del tipo: “¿María, tú te dabas cuenta si alguien más estaba controlando sus pensamientos?” ya que como sabemos había muchas agencias y espías extranjeros interesados en su persona o “¿sabes si le estaba costando a Edmundo o Edmundillo distinguir entre lo que tú le decías o los susurros que le hacían por el celular”?
Si la respuesta es afirmativa y era acompañada por salidas súbitas del apartamento o lugar donde estaban, era hora de actuar. Pero no te diste cuenta o te engañaron.
No grites ni le des golpes a las paredes. Antes de entrar en pánico, respira hondo y recuerda que en el mundo parapsicológico, la calma es fundamental. Si te encuentras en una situación de crisis, recuerda que las energías negativas son como las medias perdidas en la lavadora, si los buscas con desesperación, será peor y solo empeorarás la situación. Practica la respiración profunda y, si es necesario, gira en círculos mientras repites: “No soy un platillo volador, soy María Corina, no soy un platillo volador, soy María Corina, de las Machado del Country.”
María Corina, si quieres que el regrese, debes ser muy fuerte como te dice el entrenador en Fort Bragg en Carolina del Norte en sus clases de destrucción masiva, porque puede ser que Edmundo no quiera volver. Realmente si vuelve se vería muy feo. Pero si te encuentras con el pregúntale, “¿Cómo te sientes?” o “¿Qué es lo que más te está pesando en este momento?” esas preguntas son claves para ganarse su voluntad y que quiera volver.
Si se enoja puedes responderle cosas como: “Edmundo está bien sentirse así” y lo rematas diciendo “fue un brinco de talanquera, muy feo.”
Si ya ves que no va a cambiar de posición y para que no lo pierdas todo, y sientes que ha sido poseído por algo malo, no sea que se entere la prensa de este encuentro dile: “Cuídate” como una motivación a cuidar de sí mismo y tu asumes así la posición de mujer fuerte.
Pero finalmente, si todos los esfuerzos han fallado y sientes que el espíritu rencoroso no se le aleja, la mejor solución es que tomes un descanso. Una sesión de gritos e insultos o una de risoterapia pueden hacer maravillas.
Recuerda, los espíritus también pueden cansarse de perseguir a Edmundo y a ti te queda entonces el recurso de las aguas, que pueden ser tus mejores aliados. Un altar con agua del rio ayuda mucho mientras repites la siguiente oración a las 9 de la noche: Edmundo vuelve, vuelve, nos tomaremos otras fotos. Vuelve. Dentro de 6 años tendremos otra elección. Te esperaré. Y ese puede ser el final.