Teníamos cierto tiempo apartados de este extraordinario portal, debido a los males que comenzaron a floral cuando se llega a la tercera. A nuestros lectores pedimos excusas por esta ausencia, sin embargo hoy, con el permiso de los gerentes de "Aporrea", presentaremos está nueva entrega, que esperamos sea al menos de interés para los lectores.
Según el litigante José Vicente Haro, el candidato derrotado del imperio, el de la extrema derecha, el mismo que abandonó por modus propio a Venezuela, está listo para comenzar una "agenda política interesante", que aborde temas ¿? para la comunidad venezolana.
Desde luego, los electores de nuestro país se preguntarán, muy extrañados, que temas interesantes serán esos, porque hasta donde recuerdan el abuelito Edmundo ni siquiera presentó un Programa de Gobierno durante la oferta electoral, que culminó con las elecciones presidenciales el 28J.
Haro, cumpliendo su rol de abogado , va más allá.
Asegura también que el "pica pasito" de Edmundo podrá ahora pedir la " liberación de presos políticos", que son a nuestro criterio los mismos que integraron a los Comanditos guarimberos que asesinaron y protagonizaron hechos violentos en todo el país.
Pero además el mandadero de la violenta MCM podrá fijar posición para el "establecimiento" ¿? de una democracia en Venezuela. Preguntamos: ¿Quién se cree está última parte?. ¿De verdad en Venezuela no vivimos en democracia? Eso no lo creen ni los mismos tira piedra del imperio.
Pero vamos al grano. De seguro el pobrecito de Edmundo, que ya se ve cansado y enfermo, por el pasar de los años, presentará, por tercera vez, desde que decidió voluntariamente ir a refugiarse al reino de España, otra carta redactada por la pluma de su asesor mediático, con otro cuento chino, como ya nos tiene acostumbrado.
Dirá que los Cuerpos de Seguridad del Estado lo perseguían hasta cuando se dirigía a la poceta, y que por ese hostigamiento sufre ahora del estómago y anda estítico.
También dirá de repente que ya no dormía, porque el asedio le impedían salir a comprar las pastillas para conciliar el sueño. Incluso, de seguro dirá, que esa persecución atroz le quitó hasta el apetito sexual. Y rematará, reconociendo del porqué dejó al país, y dirá que a él nadie le puede impedir, ni mucho menos cuestionar, vivir como un súbdito, como todo un arrastrado, lame suela, a los pies del rey de España.
Y no dejara de tener razón, por cuánto ese es su derecho.