De verdad que el ex-candidato del imperio y de la extrema derecha, Edmundo González, desde que salió a la palestra pública nos viene dando contínuas sorpresas.
Lo primero que demostró, a pesar de su avanzada edad, es que es un ambicioso personaje que deseaba estar en la cúspide de la sociedad, una vez que aceptó la propuesta de la violenta MCM, para que fuera el candidato presidencial fascista de la oposición venezolana.
Nadie, al menos en estos nuevos tiempos, sabía quién era realmente Edmundo González.
La primera sorpresa que nos llevamos los venezolanos es que el abuelito fascista fue embajador en la 4ta. República, y su accionar lo ejecutó en la embajada de Venezuela en El Salvador, al lado de ese otro mercenario del periodismo, llamado Leopoldo Castillo, conocido también como el "mata cura", dado que ambos contribuyeron para que destacados sacerdotes identificados con la lucha social, de esa nación, fueran brutalmente asesinados por el gobierno de derecha de El Salvador.
González, posteriormente, nos sorprendió cuando audaces investigadores descubrieron que, al mismo tiempo, el abuelito con cara de bueno perteneció, o quizás aún pertenece, a la temible Agencia de Inteligencia de EEUU, conocida por todos como la CIA.
De allí hoy que se entienda, de manera perfecta, la conducta criminal de este ambicioso personaje, que poco le importó los actos violentos y las muertes que generaron los afamados Comanditos de la oposición, dirigidos por él y la violenta MCM, una vez que se enteraron que habían perdido las elecciones, y que el CNE dio como ganador al presidente Nicolás Maduro Moros.
Antes el abuelito tremendo nos volvió a sorprender, por cuánto se negó a firmar el Convenio propuesto por el CNE, mediante el cual todos los candidatos presidenciales se comprometían aceptar los resultados electorales, en procura de mantener la paz y la tranquilidad en el país.
Desde un principio se pudo develar cuáles eran las verdaderas intenciones de la oposición extremista, que no era otra que generar violencia, con el fin de crear un estallido social que concluyera con el derrocamiento del presidente Maduro.
No podemos dejar de mencionar que González sorprendió una vez más a los venezolanos, cuando no aceptó tampoco el dictamen del TSJ sobre el definitivo resultado electoral, y posteriormente la citación que le hiciera la FGR para que respondiera, entre otros puntos, por desconocer a los Poderes del Estado.
Transcurridos todos estos hechos y quizás cansado y angustiado por la presiones que le ha venido haciendo la propia "Sayona", el abuelo Edmundo decidió refugiarse en la embajada de los Países Bajos, con el claro propósito, por demás personal, para solicitar asilo político que le permitiera radicarse en España.
Toda una carta, con lujo de detalles, que firmó con su puño y letra, le dirigió González al presidente de la AN, Jorge Rodríguez, para que le tramitarán el salvoconducto que le permitiera salir de Venezuela, rumbo al país europeo, de acuerdo a los Convenios Internacionales.
En esa misiva, el tambien abuelito mentiroso, expresaba que reconocía a todas las instituciones del país, pero al mismo tiempo al presidente Maduro, lo cual le permitió abandonar, de manera voluntaria, el suelo venezolano.
Ya en España, a través de otra carta Edmundo tuerce la realidad de los hechos. Hizo saber que abandonó a Venezuela ante la presión y la persecucion que había en su contra ordenada por el gobierno.
Al mismo tiempo anunció que piensa regresar de nuevo al país, engañando sobre todo a sus seguidores, para tomar el cargo de Presidente, por cuánto persiste que él gano la elección presidencial.
Sorpresa van y vienen. Lo más reciente hace ver que el abuelito descarado, carente de dignidad, entereza y credibilidad, le vuelve a mentir al pais, tras asegurar en una alocución, en donde sale hablando, que la carta que firmó solicitando el salvoconducto para viajar a España, la rubricó bajo coacción pues de lo contrario temía que fuera detenido y encarcelado.
Edmundo no contó jamás que su comparecencia firmando el acuerdo de salida, junto al embajador de España; la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el propio presidente de la AN, Jorge Rodríguez, fue grabado y registrado con fotografías que demuestran que el candidato golpista solicitó su salida sin presión y de manera voluntaria, como debería reconocerlo el propio embajador español.
No hay duda que el embajador González es un auténtico y ambicioso personaje, aunque él lo niegue, que le ha mentido y ha tratado de manera reiterada engañar al pueblo venezolano.
Su codicia lo sacó de su nido geriátrico en donde se encontraba vegetando a lado de su familia, quizás los últimos años que le quedan de vida.
No tomó en cuenta, al aceptar la propuesta de querer ser presidente, que ni siquiera su cuerpo tenía capacidad para recorrer algún barrio del país, como en efecto no lo hizo, ni le presento a la nacion un proyecto de lo que podía ser su gestión de gobierno, en caso de ganar.
Es evidente que ante el recibimiento que el abuelito ha tenido en España, interesada que la Revolución Bolivariana desaparezca, al igual como lo desea el imperio, ha hecho que el ego se le despierte al maquiavelico opositor.
Por lo visto las entrevistas que también ha sostenido con los ex- presidentes de España, y el espaldarazo que le dió el parlamento español, sumado al apoyo de los propios congresistas de EEUU, que incluyen también a la UE, han hecho ahora que el abuelito Edmundo quiera regresar a Venezuela, para constituirse, según lo sueña, en el flamante Presidente que desea imponer el imperio y la extrema derecha, aunque su dignidad esté hoy en día totalmente cuestionada y en el suelo.