Una vez más, con sus acostumbrados desatinos, vuelve a sorprendernos el candidato traidor del imperio y de la extrema derecha venezolana, Edmundo González Urrutia.
Después de haber solicitado asilo político desde la embajada de España, con toda una llorona para que el gobierno del presidente Maduro le otorgará un salvo conducto para dirigirse voluntariamente a España, este abuelito traidor, una vez que se vió respaldado en su nuevo refugio por los cazadores de fortuna españoles, declaró antes que la carta que firmó voluntariamente, con su puño y letra, lo hizo bajo coacción y no como se ha hecho ver.
A través de esa carta, vale precisar, el traidor extremista de la derecha, dejaba saber también que reconocía y respetaba a todos los Poderes Públicos de la nación, pero al mismo tiempo al presidente Nicolás Maduro.
Envalentonado ya en su nueva madriguera, el "ilustre" embajador salió escasos días después informando que tenía el claro propósito de regresar a Venezuela, para asumir el próximo 10E la presidencia.
Pero la última sorpresa que le ofrece a los venezolanos, demostrando que es un auténtico traidor, que no merece el más mínimo respeto, es que se ha atrevido aparecer, públicamente, enarbolando nuestra vieja bandera de 7 estrellas.
No hay duda que el remoquete de inmundo, le viene como "anillo al dedo" a este despreciable antipatriota, que irrespeta con su irracionalidad el decreto que firmo en 1817 el propio Libertador Simón Bolívar, el porque nuestro Pabellón Patrio debe llevar la 8va. estrella.
Este inmaculado de la oposición extremista del país, que viene demostrando que su formación histórica es de baja calaña, deja claramente establecido que desconoce el decreto del Libertador para que se incluya la 8va. estrella en nuestra bandera.
Jamás pasó por nuestra mente que tuviésemos que darle una lección de historia, a pesar de sus ya entrados años de vida, a este antipatriota, que desde que salió a la palestra pública, de su geriátrico escondido, lo único que ha hecho es amargarle la vida a los venezolanos, cumpliendo directrices de la violenta Sayona, MCM.
Para ampliar más aún está pequeña clase de historia, dirigida al imberbe inmundo, pero también a todos aquellos que persisten en querer legitimar a la vieja bandera de 7 estrellas, es necesario indicar que "el Libertador Simón Bolívar, decretó un 20 de noviembre de 1817, en el Palacio de Angostura, la incorporación en nuestro Pabellón Patrio, de una 8va. estrella, como emblema de la provincia de Guayana liberada a finales de 1816.
El decreto aclara que es un amplio territorio conformado por los actuales estados Amazonas, Bolivar y Delta Amacuro.
"Es así, como a través de esta medida, el Padre de la Patria reconoció el gran valor que está región del país tuvo en el impulso a la gesta independentista y la desmoralización irrefrenable del ejército realista".
Vale destacar que este decreto tuvo vigencia solo por cuatro años, ya que fue derogado el 4 de octubre de 1821 por el Congreso de Cúcuta, que tenía como objetivo la unificación de la Nueva Granada y Venezuela, en una sola nación.
Pero como esta situacion cambió en el tiempo, con la separación de nuestro país a posteriori de la Gran Colombia, entonces en el 2006, el Comandante Hugo Chávez Frias, ordenó el cumplimiento del decreto de 1817 del Libertador y exigió la incorporación de la 8va. estrella, en reconocimiento de la gesta emancipadora e independentista de la Provincia de Guayana.
Así pues esta pequeña reseña histórica aclara el porque nuestro Pabellón Patrio le asiste llevar la 8va. estrella.
En cuanto a la oposición, debería darles vergüenza utilizar un hecho histórico tan importante, como el que nos ocupa, para rivalizar politicamente, sin ningún sentido, porque además ofenden, sin recato, la memoria del Libertador.
¡Nunca es tarde, embajador González Urrutia, para aprender, aunque usted ha dejado en claro que es un auténtico traidor de la Patria!