A la bella MCM, a esa misma que representa el imperio, a la extrema derecha y la que no se cansa de pedir que nos invadan, siempre la hemos enfrentado, precisamente por esa conducta poco nacionalista y patriota, que es contraria a los intereses de su propio país.
Hoy sin embargo, por tratarse de una dama, que es hija, esposa y madre a su vez, le deseamos, sin ningun tipo de rencor, un feliz cumpleaños, y que Dios le conceda larga vida.
Ahora bien, en lo personal reconocemos que hemos escrito muchas veces refutando como esta mujer concibe la política, de manera errada.
La política no es otra cosa que promover a través de la gestión pública programas que vayan en favor de las mayorías, sobre todos dirigidos a aquellos que viven en condiciones vulnerables y en pobreza extrema.
La política interpretada por Mariita de verdad que es errada, deja mucho que desear, por cuánto solo está concebida a brindarle la mayor suma de felicidad posible a los que más tienen, y que de hecho dominan por lo general el poder y la economía a su antojo.
Hacemos la salvedad, que en el caso hoy de Venezuela, no es así, de allí la confrontación que promueve la extrema derecha para hacerse de nuevo del poder.
¿Que le daríamos nosotros a Mariita de regalo hoy que está de cumpleaños?
En lo particular buenos consejos que le permitan a ella reencontrarse consigo misma, pero al mismo tiempo que permitan favorecer, sin distinción, a todos los venezolanos.
¿Cuál consejo sería ese?
Uno muy sencillo. Que dejé vivir en paz a todos los venezolanos.
Que reflexione, que recapacite, que entienda que el poder se consigue respetando las reglas del juego, los procesos democráticos y las decisiones de la mayoría, aunque todo está vaya en contra de las aspiraciones personales.
Mariita igualmente debe entender que el país no es de nadie en particular, ni se puede comprometer o regalar como si fuese algo propio, por cuánto le pertenece a cada venezolano, que tiene el deber de amarlo, quererlo, mejorarlo, cuidarlo y preservarlo en función de entregárselo en las mejores condiciones a las futuras generaciones.
Esas políticas entreguista que promueve nuestra hermosa cumpleañera, desdicen mucho de lo que debe ser un verdadero patriota y menos de un revolucionario.
Mariita, además de bonita, aún derrocha signos de juventud, eso le debería servir de reflexión para que viva la vida a plenitud, día a día, feliz, al lado de sus seres queridos, pero no amargándosela ella misma y a la mayoría de las familias de nuestra nación.
"Tiempo perdido, lo lloran los Santos", dice un dicho muy cierto. "Y después de ciego para que Santa Lucia", reza otro.
Mariita está tiempo. Debe realizarse una introspección que le permita sacarse ese odio, esa rabia, que la hacen muy diferente de las personas buenas.
Que distinta se viera, ante los ojos de todo el pais, si de verdad promoviera más y mejores programas sociales, combatiera la corrupción, ayudara con sus ideas, por ejemplo, a rescatar personas en situación de calle, a curar enfermos y defendiera los intereses de la República, ante las arremetidas del imperio.
Es hora mi querida dama que usted desista de querer llegar al poder para entregar a Venezuela a las manos del sector capitalista, al FMI, para hacer de ella una réplica de lo que está ocurriendo en Argentina, donde se ha disparado la inflación a niveles insospechados, con las consecuencias que el pueblo hoy vive en precarias condiciones y pasa hambre.
Valga decir Mariita, a pesar que te enfrentamos, a veces con crudeza, no te odiamos, por el contrario, sentimos a veces pena y tristeza, por cuánto las mujeres por lo general promueven la paz, el amor, la hermandad y la reconciliación entre todos los venezolanos, cosa que no haces ni demuestras que tengas deseos de cambiar.