Es impresionante y no dejan de sorprender los niveles de creatividad (con perversa imaginación) de las y los militantes del antichavismo radical que viven las 24 horas del día en las anti redes sociales, destilando su brutal e incontrolable odio político que siente en contra del gobierno nacional en lo general y en contra del Presidente de la República, Nicolás Maduro, en lo particular.
El hecho concreto, es que los extremistas escritores durante el presente mes de octubre del 2024, además de seguir insistiendo en que no aceptan los resultados electorales, ya que para ellos su excandidato tapa – afiche y de acuerdo a "sus actas" la oposición radical ganó casi por unanimidad, las elecciones presidenciales del día domingo 28 de julio del 2024, ahora le están agregando "nuevos picantes políticos" tales como: "falta poco", "seremos libres" y "muy pronto buenas noticias"…
Sin embargo, en las anti redes sociales, acaban de activar un símil religioso semejante al "Cristo Viene", cuando estos militantes del odio político están escribiendo "Edmundo Viene", para intentar crear un ambiente tenso y altísima expectativa…a menos de 3 meses del 10 de enero del 2025, ya que el excandidato tapa – afiche, le quiere vender la idea a la derecha internacional, de que a comienzos del año que viene, promete regresar a Venezuela para juramentarse como "Presidente Constitucional".
Esas nuevas estrategias publicitarias de la ultraderecha venezolana que se encuentra en estos momentos viviendo "un exilio dorado" en Madrid, le está generando una importantísima suma recursos financieros, ya que andan haciendo como una especie de "rondas de negociaciones" con empresarios españoles, cuando le están pidiendo que le financien toda la travesía para llegar a Venezuela e instalarse en el poder y que después del 10 de enero del 2025, "el nuevo gobierno venezolano", les garantiza a las empresas españolas que colaboren económicamente, serán generosamente recompensadas.
Hasta escriben en las anti redes sociales, que el señor Edmundo González, vendrá a Venezuela en el mismo avión de La Fuerza Aérea Española, que se lo llevó para Madrid, y aspira la protección de un cuerpo de élite de mercenarios o los cascos azules de las Naciones Unidas.