Continente de basura

Jueves, 13/06/2019 04:34 PM

Radio del Tiempo de NOAA es la red de estaciones de radio que transmite información meteorológica desde una oficina cercana del Servicio Nacional de Meteorología (National Weather Service - NWS). Esta Radio del Tiempo señala las 24 horas del día, alertas (warning), vigilancias (watch), pronósticos e información sobre amenazas meteorológicas. También alerta emergencias no meteorológicas, como las de seguridad nacional, naturales, ambientales y de seguridad pública, a través del Sistema de Alerta de Emergencia (Emergency Alert System) de la Comisión Federal de Comunicaciones (Federal Communications Commission (FCC) de U.S.A. Desde 1988, la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), viene alertando sobre la existencia de una gran mancha de basura, que fue predicha entre 1985 y 1988, con el resultado obtenido en varios laboratorios de Alaska, que midieron las partículas plásticas flotantes en el océano Pacífico Norte. Estos laboratorios encontraron altas concentraciones de desechos marinos acumulados en zonas caracterizadas por una topografía particular o corrientes oceánicas.

En el océano Pacífico, el lugar más contaminado es conocido como isla de basura, o gran mancha de basura tóxica, que es una zona cubierta de desechos marinos en el centro del océano Pacífico Norte, que se estima tiene un tamaño de 1.400.000 km². Este vertedero oceánico se caracteriza por tener concentraciones excepcionalmente altas de plástico suspendido y otros desechos atrapados en las corrientes del giro del Pacífico Norte (formado por un vórtice de corrientes oceánicas). A pesar de su tamaño y densidad, la isla de basura oceánica es difícil de ver incluso mediante fotografías satelitales. Tampoco es posible localizarla con radares. No debemos imaginarnos botellas de plástico u otros recipientes, sino más bien micro-fragmentos, del tamaño del grano de arroz, que están contaminando y destruyendo lentamente el ecosistema oceánico. La mayor parte de estas islas de basura contienen pequeños fragmentos que son difíciles de limpiar.

Como otras áreas donde se concentran los desechos marinos en los océanos del Mundo, esta sopa de basura se ha formado gradualmente en los últimos tiempos como resultado de la polución marina agrupada por la acción de las corrientes. La mancha de basura oceánica ocupa una zona extensa y relativamente fija del océano Pacífico Norte. El tamaño de la zona afectada se desconoce, aunque se estima que va desde 700.000 km² hasta 15.000.000 de km² (del 0,41% al 8,1% del tamaño del océano Pacífico). El área puede contener 100.000.000 de toneladas de desechos, y se estima que el 80% de la basura proviene de zonas terrestres y el 20% de barcos del océano. Las corrientes portan desechos desde la costa oeste de U.S.A. hacia el vórtice en unos 5 años, y los desechos de la costa este de Asia en 1 año o menos. Un proyecto internacional liderado por el profesor Hideshige Takada, de la Universidad de Tokio - Japón, estudia granos de plástico recogidos en playas del mundo para prever futuras pistas acerca del origen de los plásticos oceánicos.

Como los desechos plásticos flotantes fotodegradables se convierten en trozos más pequeños cada vez, se concentran en la parte superior hasta que se desintegran, y el plástico al final llega a ser de tamaño tan pequeño que puede ser comido por los organismos marinos que viven cerca de la superficie del océano. Por lo tanto, los residuos de basura entran por completo en la cadena alimenticia. Las partículas de plástico flotante se asemejan al zooplancton, por lo cual puede ser consumido accidentalmente por las medusas. Los desechos de larga duración terminan en el estómago de aves marinas y animales del mar, incluyendo tortugas del océano y albatros de patas negras, siendo estas partículas un riesgo para la vida marina.Trayendo con esto efectos tóxicos cuando son consumidos por error, en algunos casos provocando problemas hormonales en los animales. Las medusas se comen las toxinas que contienen los plásticos, y a su vez, los peces grandes se comen a las medusas. Muchos se pescarán y serán alimento para los seres humanos, resultando así en una ingestión humana de dichas toxinas. El plástico marino también facilita la propagación de especies invasivas que se adhieren a la superficie de este plástico flotante y se desplazan a grandes distancias, colonizando nuevos ecosistemas.

Investigadores han demostrado que estos residuos plásticos afectan por lo menos a 267 especies alrededor del mundo, y vive la gran mayoría en la enorme mancha de basura del Pacífico Norte. Mientras hay especies de algas, crustáceos y peces que prosperan en micro-hábitat parecidos a la basura flotante, no se ha obtenido información sobre ninguna especie que prospere en la gran mancha de basura en el océano Pacífico. En el año 2008, Richard Owen, contratista de construcción e instructor de buceo, formó la Enviromental Cleanup Coalition (Coalición para la Limpieza del Ambiente) para unirse a la causa contra la polución del océano Pacífico Norte. Con esta empresa se planeaba la modificación de una flota de barcos para limpiar los desechos de la zona para restaurarlos y reciclarlos.

Hacia una posible solución

A pesar de todo, la solución es posible y depende del compromiso de cada integrante de la sociedad. Se puede empezar a caminar en esa dirección con tres medidas generales básicas que contribuyen al problema del manejo de los residuos, denominada: Ley de las "3-R". (Reducir, Reusar y Reciclar).

Reducir: Significa detener el problema de basura antes de ser dirigido al proceso de producción de productos, es decir, ocupar el mínimo de elementos además de hacerlo en forma limpia, lo que implica también al consumidor una vez que el producto está en sus manos. Este principio se puede aplicar en cualquiera de las fases del ciclo productivo, es decir, en la generación de los artículos, distribución y consumo. Reducir en el punto de origen puede llevar consigo la disminución en cantidad y toxicidad de la basura que generamos. Además, ayuda a conservar los recursos naturales, disminuir la contaminación del aire y el agua, disminuir los desechos, como ya lo dijimos, y, por ende, bajar los costos en el proceso de recolección y destino final de los desperdicios.

Reusar: Muchos materiales que son destinados a la basura pueden resultar útiles para otras cosas, extendiendo su vida útil. Eso sí, hay que tener mucho cuidado en no utilizar envases que hayan contenido elementos tóxicos como combustibles e insecticidas. Menos aún para almacenar alimentos o para el uso de los niños.

Reciclar: Se refiere a usar ciertos residuos como materia prima para producir nuevas mercancías. Hay muchos objetos que no se pueden reutilizar, pero sí los materiales de los cuales están hechos que pueden reciclarse una y otra vez. Latas de aluminio, botellas de cristal, papel, cartón, botellas de plástico y otros envases reciclables se pueden llevar a un centro de reciclaje. En estos centros, clasifican los materiales y los envían a las fábricas, que hacen con ellos nuevos productos. A partir de pasta de papel, se puede fabricar nuevo papel. Las botellas de cristal usadas se trituran y se funden para fabricar nuevos artículos de vidrio. Las latas de aluminio usadas se funden y se forman láminas con las que se hacen nuevos envases u otros productos de aluminio. Se desmenuzan las botellas de plástico usadas para fabricar moquetas. La finalidad es convertir una cosa vieja en otra nueva.

El reciclaje previene que materiales potencialmente útiles sean enterrados o quemados reduciendo así la cantidad de basura. Por eso se recomienda no comprar productos que sean difíciles de reciclar, sobre todo en aquellos países que aún no cuentan con la infraestructura, recursos y tecnologías necesarias para este proceso.

En fin, reciclar es la mejor manera de resolver el problema de la basura, pero por desgracia, en la actualidad reciclamos poquísima basura. No echar cosas a la basura y darles una nueva utilidad es el modo de ayudar a la salud del planeta Tierra. La naturaleza enseña que todo lo producido y creado es reintegrado al medio y con la basura debe buscarse lo mismo, es decir, que todo sea reaprovechado de una u otra forma.

Lo anterior señala la solución integral en la que el concepto basura desaparecería. Existen varias iniciativas para reducir o resolver el problema, dependen principalmente de gobiernos, industrias, ciudadanía o de la sociedad en su conjunto. Por eso, con la planeación correcta de los residuos, se pueden clasificar de modo eficiente los desechos y así se evita al máximo el derroche de materias primas. Entonces, el sistema de producción, consumo y eliminación se convierte en un proceso cíclico de producción, donde la mayor parte de los residuos de la producción así como del consumo son reintegrados al ciclo productivo de la misma forma que lo hace la propia naturaleza.

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