Arde Troya y Amazonia

Sábado, 24/08/2019 01:57 PM

Arde Troya y Amazonia. La guerra de Troya duro diez años, trascendente tiempo de enfrentados teucros y aqueos. En La Ilíada del Griego Homero, que no de Miguel Homero. La quema de la Amazonia pasa de diez días, trascendente tiempo padre de la verdad profunda, saliendo de la historia madre de la verdad abismal en la quema de la Amazonia. En la colada enfrentados el presidente brasileño y el pueblo aborigen, y a pie juntilla en jefatura, indio Aymara, Evo Morales Ayma, defensa cara a cara, in situ, a cara candela capitalista encara, lógica depredadora loca, de la acumulación de riqueza y de la mercancía deshumana mercantilista de la cultura de la muerte, solo y sólo muerte a las cinco punto de la tarde. Indígenas, contactos foráneos forasteros, a más de 500 años, sin prendido peo. En Troya, Elpeo fue el del peo, en introductorio caballo, que prendiera la pradera de enfrentamiento de tirios y de troyanos, y que el griego Elpeo, aligerara el pedo. En la Amazonia, el pulmón del mundo y la reserva vegetal más grande del planeta, de plantas y animales, agua dulce y otras especies, en candela, tal Ermila Zenobia, sepulcro de fuego, la madrugada de Santa Felícita y San Clemente. Bolsonaro, el presidente brasileño de mente, voraz incendio devorador, en este siglo XXI, otrora XX, de misiles y computadoras ultrarrápidas, se hace ganso güevón bolsanaro. Los originarios de la región, clamando justicia por la quema a su rancho hábitat choza, además, mas y más, de los 80 millones de indios muertos por la espada y la roja lanza conquistadora, denunciada por el comandante Chávez, en su hora, ante Papa, ignaro deslenguado. El capitalismo, ahí, metió teodolito criminal maldito, lucha clasismo marxismo. Miles de kilómetros cuadrados deforestados, pa’los bolsillos de Bolsonaro, presidente del Brasil, injerencista prendista interesado en explotar deforestación, prendiendo candela a prodigiosa región, contra voluntad millonaria indígena, más de cuatrocientos pueblos aborígenes, en territorial cultura lengua, diciendo: ¡No más Bolsonaro carajo! Como ¡No más Trump! de las venezolanas y los venezolanos para el pueblo de EEUU y de todos los pueblos del mundo, solicitando justicia y castigo, ya con el voto, ya con lo forense, y a lo forestal, al foráneo forastero Bolsonaro embustero, pero que al fin haya castigo, ruego y clamor petición petitorio impetro de los indios de la región.

Arde Troya y Amazonia. Ha de ser expresiones similaricadentes límbica sinusoidales, en que cada semejante engendra su semejante y su antípodo, literatura cervantina quijotesca, arde Troya y arde la Amazonia, en que se indica un acontecimiento desgraciado, una catástrofe, pesadumbre conflictiva estallando. Troya devastada por las locas manos guerreras humanas y las catástrofes naturales en los siglos IV y III antes de Cristo. La Amazonia, devastada por las incendiarias locas manos bélicas humanas neronbolsonaro, en el siglo XXI después de Cristo, circunstancias límite contradictorias, de la forma ser y noser, modernidad ilustrada originaria, enciclopedia védica upanishad sánscrita. Troya, patrimonio de la humanidad a finales del siglo XX y la Amazonía, pulmón de la humanidad del siglo XXI, ante el calentamiento global y el cambio climático. Troya otrora civilización motora brillante y Amazonía civilización motosierrabolsonaro degradante gigante molino a lo quijotesco Cervantes.

Arde Troya y Amazonia. La Ilíada de Homero, guíala guerra de Troya, por el rescate de Helena, El País de la Canela, de William Ospina, guíase prístina aventura considerable de Gonzalo Pizarro, por el rescate del bosque de canela, casos límbicos antagónicos, aun y aún, en el fondo la guerra como punto crucial decisivo entre antípodos límite ambiguos, antiguos y contiguos, en los continentes lo social y lo político, lo social y lo económico, lo político y lo económico, y tantas combinatorias de los aspectos notorios límbico negatorios nombrados , que al fin han de ser contenidos que contiene el gran continente que todo lo contiene, como mujer que todo lo contiene, como el sexo, como Helena, Agar, Zara, Canela, que no Canela la parra de Rosa María de la calle Alegría del San Carlos cojedeño, el ser y el noser, en que la guerra y la paz, es sólo y solo, una historia de los más de ocho millones en la ciudad de Troya de Homero y la ciudad de La Canela de Bolsanaro, que róbale a William Ospina, titularidad en golpe malsano, que no golpe feroz teleológico cesarvallejoiano.

Arde Troya y Amazonia ¡Arde Troya y Amazonia! Han de ser expresiones similaricadentes límbico sinusoidales, en que cada semejante engendra su semejante y su antípodo, en la literatura cervantina quijotesca, arde Troya y arde la Amazonia, en que se indican acontecimientos desgraciados catastróficos conflictivos estallando pesadumbres. Patrimonio de la humanidad y pulmón de la humanidad, Troya y Amazonia, casos límbico antagónicos de la forma, la guerra y la paz, el capitalismo y el socialismo. Bolsonaro sin plata para apagar las llamas y Evo en su cuadra echándole bola a que Bolivia, a que la candela derrota el indio Aymara. El empresario Bolsonaro a que le den plata para proteger la cuenca y el indio Evo a que no le den sucia argentina plata. El gringo go home, sus dos mandaos hizo, por el camino del Amazona y la deforestación del pulmón del mundo, para la siembra de soya, alimento de las vacas peorras, ganado vacuno, carne, puente argentino Galeano, que los europeos esperan, y los otros a la porra pelabola. Europa, de Troya a Italia, huyendo Eneas, por la voz de Virgilio. Pensando en similaricadente al griego Elpeo, criminal gringo go home de la simulación y el engaño, hogaño: Caballo, caballo de Troya. Y la Italia itálica latina, genuflexa arrodillada y rendida, al imperio norteamericano, hoy. Vacas cagonas del Amazona, a Europa destino, contaminando el ambiente directamente con emisiones de metano e intestinos, vacas vacunos, que hay que alimentar con soja, pero que la carne a Italia y a la Europa de Macron, de Merkel, de Cameron, de Conte, de Costa, de Sánchez, que no de Sancho, que renunciara al trono de la Ínsula Barataria por estarse muriendo de jambre por culpa de su médico dietista culinario nutricionista, Pedro Recio, y que no Pedro Sánchez; y que bistec en mesa del europeo, no fállele ni fáltele. Soya y más soya, hasta que arda Troya y la Amazonia, se joda.

Si soya y más soya, es lo planteado hasta ahora, hasta que arda Troya y la Amazonia se joda. Entonces sea dicho que Bolsonaro, va pegao a la cola de la soja y que ardan las hojas de hierba del pulmón de la Tierra. Ergo vergo sea dicho que Evo, cual indio Aymara enseñando Pachamama. Ergo vergo sea dicho que Evo, está jodiéndose en su cuadra, en la conservación de la fauna, de la flora, de la biodiversidad de las aguas selvas del Amazona, hasta que la candela no lo toque ni lo joda, el día de San Bartolomé, tal Ermila Zenobia, féretro en llama sepulcro de fuego y de Bolsonaro, juego. Ergo vergo sea dicho que Evo encuéntrase en su suelo, la madrugada de Santa María Reina, a que candela no le llegue. Ergo vergo sea dicho que Yair Bolsonaro, jugando al juego del fuego y jueguito de la candelita hecha plática platica, que no criptomoneda plástica. Ergo vergo sea dicho que ¡No más Bolsonaro carajo! y ¡No más Trump! de las más de las millonarias firmas firmes fijas de las venezolanas y de los venezolanos. Ergo vergo sea dicho que venga ¡justicia y castigo, ya con el voto, ya con lo forense, ya con lo forestal, al foráneo forastero, tato al tramposo Trump como al Bolsonaro embustero descomunal!

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